Temptation in the Heights ゃ ❝KooKmin❞

05

Huir no estaba en sus planes, o tal vez si, sinceramente no sabía el porque su cuerpo reaccionó de esa manera. Ahora lo único que le importaba era llegar a su propia habitación y fundirse en ella. Prácticamente había huido de Jeongguk sin dar explicación alguna, se sentía mal por un lado, y por el porque le recordaba a lo infantil que se había comportado. Y aunque no queria admitirlo, aquello le había recordado a la razón por la que dejó Boston. Jimin cabalgó a toda prisa hasta llegar al establo, para ese entonces, miles de emociones le recorrían a su menudo cuerpo. Con la vista puesta en frente mientras sus manos se aferraban a las riendas del caballo cabalgó con mayor fuerza y agilidad.

No bastó mucho para cuando llegó al establo y dejó al caballo allí. No había nadie cuando piso el lugar y eso le relajaba de alguna manera. A paso rápido camino a su propia habitación para darse una ducha, el sudor seguía impregnado en su cuerpo y el tenía que quitarlo, quitar el toque de Jeongguk que aun quemaba en su piel.

En el camino de regreso no cruzó miradas con nadie a excepción del hombre que lo había confundido con otro en el establo. Su mente para entonces era un desastre, si no se equivocaba aquel peón se llamaba Taehyung. Estaba tan nervioso que ni siquiera tuvo la decencia de saludarlo. Paso por su lado sin detenerse. Mas éste solo hizo un gesto de saludar al viento alzando la mano siendo consiente que Jimin no lo tomaría en cuenta.

Al cabo de unos largos minutos Jimin salió del cuarto de baño con un semblante más sereno, mas calmado y sintiéndose liviano. Se arregló un poco tratando de no verse muy formal. Se sentó en la orilla de la cama a esperar pacientemente a que lo llamaran para iniciar su pequeña fiesta de bienvenida. Los minutos pasaban y con eso Jimin empezaba aburrirse, por lo que decidió optar por prender su móvil, sabia que traería consecuencias encenderlo pero de todos modos lo hizo, era eso a seguir pensando en Jeongguk. Llegaron mensajes al instante, junto a ello las notificaciones de llamadas perdidas. Se mordió su labio inferior de nerviosismo al ver de quién se trataba.

Un suspiro seguido de una maldición salió de sus labios.

Si su abuela o su primo tan solo supieran el porque había vuelto a Heights, sin duda alguna lo llevarían de vuelta a Boston. Entonces comprendió que la palabra huir estaba como palabra principal en su diccionario. Todo pensamiento desapareció al ver una llamada entrante se reflejaba en la pantalla de su móvil, logrando que Jimin se alarmara de inmediato y al mismo tiempo la puerta de su habitación fue tocada. Lanzó el móvil a la cama y se dispuso abrir la puerta dejando a la vista a Aria.

Llevaba una camisa azul cielo junto a unos pantalones del mismo color. Jimin se extrañó que no llevara un lindo vestido, pero vestido o no, se veía muy bonita. Aria al verlo lo saludó levemente ocultando su sonrojo que a simple vista fue en vano, porque Jimin lo había notado.

ㅡTe vez muy bonito ㅡ aludió ella sin apartar la mirada de la vestimenta de Jimin, el contrario asintió dejando la puerta de lado, invitándola a ingresar, pero al parecer la pequeña no había entendido su referencia.

ㅡTu también te ves muy bonita, ¿quieres pasar?ㅡ esta vez lo hizo más obvio la invitación, ella al escucharle asintióㅡ Puedes sentarte en el cama ㅡ sugirió caminando para sentarte en el borde de la cama, Aria negó tomando la misma postura que el. Imitándolo.

ㅡ¿Todo está bien?ㅡ preguntó Jimin observándola con regocijo, algo en la mirada de la niña delataba una cierta mezcla de felicidad y admiración .

ㅡ Si, solo que eres muy bonitoㅡ Jimin rió por ello puesto que no se imaginaba de la respuesta de Aria.

Jimin observo con determinación a la pequeña por largos segundos tratando de descifrar que era lo que le llamaba la atención de ella, claramente obviando el parentesco con Jeongguk. Sonrió de lado al pensar que aquel hombre azabache con un maldito cuerpo infernal aun guardaba promesas que el no las recordaba. Entonces una pequeña idea cruzo por su mente.