capitulo 1

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Regina pov

despierto y estiro mis brazos, aún sin abrir mis ojos siento como Henry camina hasta mi puerta y da un par de golpecitos 

-adelante- digo alzando un poco la voz para que me escuche, abro mis ojos y me siento en la cama, fuera está nublado, otro día perfecto en Seattle 

-Mamá- dice Henry acercándose a mi cama, mi vista sigue en la ventana, cuando lancé la maldición, sabia que sería la última y que tenia que escoger un lugar con un clima que me agradara para vivir, en Seattle esta nublado la mayoría del tiempo y casi siempre hacer frio, así que es el lugar perfecto para mí -mamá no me siento bien- la voz de Henry me hace girar, veo en su cara que le duele algo, me levanto de la cama de inmediato y me agacho un poco a su lado, tomo su cara con una de mis manos mientras poso la otra en su frente para comprobar su temperatura, su temperatura está bien

-Henry, necesito saber que te duele- dije mirándolo a los ojos 

-aquí- dijo posando su mano en su pecho, mi corazón comenzó a acelerarse, tal vez es solo una taquicardia, digo para mí misma, Henry tiene un examen mañana, tal vez está muy preocupado por eso

-esta bien ¿por que no te recuestas en la cama mientras yo preparo desayuno?- dije señalando mi cama 

-no me dejes solo mamá, por favor- en cualquier otro momento no aceptaría que se comportara así, pero puedo ver el miedo en sus ojos y siendo honesta, yo también tengo miedo y no quiero que se separe de mi vista ni por un segundo 

-esta bien, ven conmigo abajo y puedes ver caricaturas en el sofá mientras yo preparo el desayuno- bajamos juntos, Henry aferrado a mi brazo con mas fuerza que nunca y mi preocupación aumentando cada vez mas, acomode a Henry en el sofá y lo tapé con una manta para que no le de frío, estaba camino a la cocina cuando lo escuche soltar un grito de dolor, eso fue todo lo que necesite, Henry ya se había vestido antes de ir a mi habitación - Henry, espérame aquí, vuelvo en un momento- subí las escaleras corriendo, me vestí con lo primero que encontré, tome mi teléfono de la mesita de noche y salí de la habitación aún más rápido de lo que había entrado - vamos Henry, te llevaré al hospital, dije esperando mientras se levantaba, tome las llaves del auto, mi bolso y me dirigí a la puerta, abrí el auto desde la distancia y mientras apagaba la luz y aseguraba la puerta de entrada Henry subió al auto, me aseguré de que tuviera el cinturón bien abrochado y me senté en el asiento del conductor, pensaba en llevarlo al hospital donde recibía sus controles, pero notaba que sentía mucho dolor, estaba comenzando a llorar, así que decidí buscar en el GPS el hospital mas cercano a casa, no nos demoramos mucho en llegar y dirigirnos directamente a emergencias, pusieron a Henry en una camilla y nos hicieron espera, mi corazón latía a mil y no podía dejar de martillar el piso con mi pie, luego de unos diez minutos Henry comenzó a tranquilizarse y luego de otros diez se estaba quedando dormido, debí llevarlo al hospital de siempre, están tardando mucho.

Cuando por fin llego alguien a atendernos Henry llevaba un rato dormido

-hola, mi nombre es Lexie Grey- dijo una doctora, antes de que siguiera hablando la interrumpí 

-al fin- dije molesta

-Henry- dije intentando despertarlo, pero no se movió, moví su brazo, pero nada, intente mover su cabeza pero nada, la doctora pareció ver mi preocupación porque se acerco rápido a Henry y puso su mano en su cuello, supongo que buscando pulso, no, no me aleje en ningún momento de su lado, ya no se quejaba del dolor, esto no puede estar pasando, la doctora comenzó a gritar cosas que no entendía, solo podía pensar que todo esto era mi culpa, si lo hubiese traído en el segundo en el que me dijo que se sentía mal, si hubiese insistido en que nos atendieran antes, si no lo hubiese dejado dormir, si no hubiese lanzado la maldición, nada de esto estaría pasando, no me había dado cuenta que estaba llorando hasta que una enfermera me alejo del lugar donde estaba Henry y me ofreció un pañuelo.

Luego de eso, me habían llevado a otra sala de espera, no me habían dicho nada de Henry desde que la doctora comenzó a gritar cosas, y yo no hacía más que caminar de un lado a otro y preguntarle a cualquier enfermera que veía si sabia algo de mi hijo, nadie me decía nada. 

después de lo que parecieron horas, a estas alturas ya había perdido la noción del tiempo y no podía ni mirar mi teléfono o mi reloj, no podía hacer nada más que culparme y pensar en Henry, en como estará, tal vez esté muerto a esta altura, mi corazón se encoje ante ese pensamiento, siento dolor en cada parte de mi cuerpo con solo pensar en la posibilidad de que deje este mundo, o cualquier mundo en realidad, no, no puede estar muerto, ya me lo habrían dicho ¿verdad?, intento recordar si la doctora sintió pulso, intento recordar si respiraba cuando moví su cabeza intentando despertarlo, pero todo es una gran mancha blanca, recuerdo que pasaron las cosas, pero no como pasaron, ni mucho menos los detalles, sigo intentando, no da resultado, me levanto de mi asiento, no puedo recordar ni siquiera cuando me senté, camino nuevamente al lugar donde están las enfermeras 

-necesito saber algo de mi hijo, porfavor, llevo mucho tiempo esperando- la enfermera me dio una mirada compasiva, mi sangre ardió, si supiera lo que le he hecho a personas que me han dado la misma mirada antes

-por supuesto, veré que puedo hacer ¿Cuál es el nombre de su hijo?-

-Henry, Henry Mills- la enfermera tipeo algunas palabras en la computadora y me miró con pena, sabía lo que venía, juro que en estos momentos comenzaría a arrancar corazones hasta que alguien me diera respuestas.





Destruyendo Y Reparando Corazones (Regina Mills X Lexie Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora