capitulo 6

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Lexie pov 

Al siguiente día fui a chequear a Henry por la tarde, estaba despierto viendo caricaturas y Regina estaba escribiendo en su computadora portátil

-buenas tardes- 

-doctora grey- saludó el niño 

-Henry, puedes decirme Lexie, está bien-

-okey Lexie ¿quieres ver caricaturas conmigo?-

-tal vez si tenemos tiempo después de ver como estás - dije y miré a la mujer sentada en el sillón - Regina, si quieres ir al baño o a comprar algo de comer, me tomará un tiempo revisar a Henry - dije, ella asintió y salió dejando la computadora sobre el sillón

Después de revisar a Henry, Regina aún no llegaba así que me senté al lado del niño viendo caricaturas en su Tablet

-el doctor Rabbit se va a enojar porque le dijo a la rana que no debía comer azúcar - dijo Henry comentando sus caricaturas- ahora se va a enfermar- 

-Henry ya es hora de liberar a la doctora - dijo Regina entrando en la habitación

-pero mamá, estamos viendo caricaturas- y como otras veces, solo basto una mirada de su madre para que Henry entendiera que era lo que debía hacer- esta bien, gracias Lexie - dijo el niño sonriendo 

-gracias Lexie- repitió la madre, asentí y me fui a continuar con mi trabajo, tenía que cubrir emergencias hoy, el día estaba lento, pero nadie lo decía en voz alta, solo estábamos conversando un poco y de vez en cuando tenia que suturar a alguien.

En la noche, a la hora de irme ya estaba agotada, pero fui a ver a Henry por última vez, esta vez también estaba despierto y Regina estaba recostada en el sillón

-tengo que revisar a Henry nuevamente, puedo quedarme un tiempo mas si quieres ir a casa a darte una ducha y cambiar tu ropa - dije, ella asintió y me regalo una sonrisa, sus ojeras revelaban la falta de sueño, tomó su teléfono y salió de la habitación del niño, yo me senté en el sillón 

-Lexie- dijo en pequeño en la camilla 

-¿si?- respondí  

-¿no vas a revisarme?- preguntó

-eso, eso fue una mentira para que tu madre pudiera ir a casa- dije sonrojada 

-tranquila, no le diré nada, pero eres una pésima mentirosa- 

-lo sé- 

Y así pasaron los días, entre idas y venidas, y una pequeña mentira por el bien de Regina, cambiaron a Henry de habitación, cuando llegó el piso de pediatría estaba lleno, ahora no tanto, por lo que lo cambiaron y ahora tenia una habitación con un baño en ella así que cuando yo llegaba a revisarlo, Regina aprovechaba ese tiempo para ir a comprar algo de comer, siempre acompañado de un jugo de manzana y algo para mi y para Henry también, cuando estaba despierto, aunque había estado más tiempo despierto estos días que los primeros.

El domingo, cuando Henry cumplía una semana en el hospital fui a revisarlo, pero me encontré con Arizona en la habitación, sin embargo no había rastro de Regina, mire en dirección al baño, pero la puerta estaba abierta y la luz apagada

-solo venia a chequear a Henry- le dije a Arizona 

-está bien, yo me encargo por hoy -

-¿de casualidad sabes donde esta Regina?- la rubia frunció el ceño

-no, dijo que quería despejarse un poco- 

-está bien, entonces ¿tú chequearas a Henry hoy?- ella asintió

Di vueltas por el hospital hasta que decidí salir a tomar aire, fuera vi a Regina, estaba hablando por teléfono y se veía molesta, como de costumbre, me acerque un poco, aún no podía oírla cuando la vi terminar la llamada y suspirar pesadamente, me acerque más hasta quedar tras de ella 

-Regina- dije para captar su atención 

-¿que?- su voz era tosca, pesada, cargada de un sentimiento que no pude reconocer, pero fue su mirada, cuando se giró para mirarme no me miró como cuando conversábamos por las noches luego de que ella volviera de su casa, no era la mirada de la Regina que me llevaba jugo de manzana y se reía con mis chistes, era la mirada de una persona que no me veía, no a mi, solo veía a una persona en su camino y haría lo que sea para eliminarla, de pronto sentí ganas de llorar, de correr, de esconderme - te pregunté algo- dijo, su voz mantenía el mismo tono y su postura no cambió, no se movió ni un centímetro mientras hablaba 

-yo,yo - las palabras no salían de mi boca, sabia lo que quería decir, pero estaba tan nerviosa, tan asustada de la mujer frente a mí que no podía hablar 

-¿tú que?- la comisura de su boca se elevo hacia arriba en una mueca sarcástica, no era una sonrisa, me niego a creer que ese gesto viene de la misma mujer que me sonríe todos los días al decirme buenas noches. 

-yo solo quería saber si estabas bien, fui a ver a Henry y no estabas ahí, me pareció extraño, nunca te separas de él, pensé que tal vez te había pasado algo y me preocupe por ti- dije soltando todo el aire de mis pulmones

-owwww- dijo un tono sarcástico- la linda y tierna Lexie - su tono era burlesco - tan atenta siempre, no lo se tu dime ¿te parece que estoy bien?- puede que tuviera razón, obviamente no está bien, pero no le da derecho de hablarme así - ¿de alguna mágica manera mi hijo se mejoró mientras yo estaba aquí abajo? - pregunto - o tal vez ¿encontraron un corazón para él? no lo creo, así que no Lexie, no estoy bien - a este punto solo quería gritarle y llorar, por sobre todo llorar 

-¿sabes? tal vez te juzgue mal, pensé que eras linda y amable, una buena persona, pero no, eres una egocéntrica, lo único que hice fue ser amable contigo y preocuparme por ti, pero al parecer eso para ti no significa nada - dije dándome la vuelta y entrando nuevamente en el hospital, las lagrimas querían salir, entré en el primer cuarto que encontré y me lancé a llorar, pensé que estábamos acercándonos, que éramos no lo se ¿amigas? tal vez, al parecer ella no lo veía de la misma manera









Destruyendo Y Reparando Corazones (Regina Mills X Lexie Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora