07/Marzo/20
El contacto humano, sí, acercarse a los demás y leer en sus ojos sus sueños y sus deseos, incluso anticiparse a ellos, encontrarles un nido en el que aquellos sueños pidieran desplegarse, en el que los miedosos recuperaran la confianza, en el que los deprimidos volvieran a sonreír a la vida, en el que los niños crecieran protegidos de las ventoleras que los zarandean y desarraigan, y los agotados esperaran la muerte sin angustiarse.
~La chica que leía en el metro