El valor de un Azteca (CanMex / UsaMex).

Capitulo 9.

España era un hombre bien conocido por tener poca paciencia cuando se trataba de otras naciones que no fueran sus ex colonias, y aunque había jurado nunca más usar ningún tipo de violencia contra nadie en lo que le quedaba de vida por un segundo pensó en volver a reformar a la santa inquisición solo para deshacerse de esas dos naciones que estaban frente suyo

—What you think we're doing here old man!?... —. Respondio de primero el de gafas de sol. —We're here to see México idiot!! —. Casi grito a la par de que una vena se marcaba en su frente por el enojo.

—Bro, please calm down... —. Le suplico Canadá tocando su hombro. — Disculpe a mi hermano señor España, no queremos nada más que ver que México este bien —. Le explico en Español al Europeo intentando calmar las cosas.

–¿Bien?...—. Pregunto España perdiendo los estribos. —¿! BIEN!?—. Les grito abriendo las puertas de la ambulancia totalmente. —Mi crío tiene quemaduras en todo el cuerpo y una bala en el pecho, ¿¡les parece que va a estar bien par de gilipollas!? —.

Tanto Usa como Canadá miraron dentro de la ambulancia en shock viendo como el chico estaba conectado a varias máquinas siendo atendido por los médicos que iban con el, ambos miraron con horror como aquella nación que decía ser amigo de la muerte parecía estar por conocerle en cualquier momento.

—N-no, es decir, y-y-yo me refería... —. Canadá había comenzado a tartamudear al ver el estado de su vecino, nunca había sentido tanto miedo en su vida y ahora parecía que está le estaba por quitar de las pocas cosas que amaba en verdad.

— Me importa una mierda lo que querías decir, siempre que están cerca de mis hijos estos pasan por males horribles, tienen suerte de que el chaval haya abierto los ojos durante el camino aca —. Hablo España bajando por completo de la ambulancia tomando al canadiense por la camisa alejando lo del vehículo. — Si no fuera así, dejaría a ambos en el mismo estado que mi crío —. Amenazó a ambos mientras veía como México era bajado y trasladado en la camilla hacía el hospital.

—You wouldn't dare old man —. Respondio el de lentes negros intentando liberar a su hermano del agarre del europeo, pero este era más fuerte de lo que aparentaba.

—Si no me crees pregúntale a tu padre, el sabe perfectamente lo desgraciado que llegue a ser cuando era joven —. Se burlo levantando a Canadá sin mucho esfuerzo sorprendiendo a ambos.

— ¡Ya es suficiente viejo! —. Una nueva voz entró a escena esta vez  corriendo en dirección del europeo. — No es momento para esto weon —. Le respondió el chileno logrando que su padre soltara a Canadá dejándolo caer en el piso asustado.

De donde Chile había llegado se encontraba un auto con algunos latinos que se acercaban de apoco.

— En estos momentos debería estar haya dentro no aquí intentando matar a los gringos —. Hablo el argentino llegando a la refriega sin mucho apuro.

—Eso lo puede hacer después y con más calma, no ahora que el marico de México anda medio muerto — Hablo Venezuela secundado por otros como Cuba que inclusive se ofrecían a ayudarle después.

— No sea terco señor España —. La voz de Brasil tomo lugar a su lado mientras palmeaba su hombro. —Mi padre también llegará dentro de poco con otras naciones para ver el estado de México, así que deje de preocuparse y vaya —.

España asintió y camino rápidamente dentro del hospital no sin antes tumbar le el gorro a Canadá y los lentes a Usa, una acción que más que amenazante parecía un berrinche por no poder haberle arrancado la cabeza a esos dos.

—Por fin se fue —. Hablo más calmado el chileno ayudando a levantar al canadiense quien le agradecía levantando su gorro en el proceso.

— ¿Por qué nos ayudaste? —. Pregunto en su pobre español el de estrellas  recogiendo sus anteojos del suelo.

— No lo mal entiendas weon, no nos caes bien —. Hablo escuchando como sus hermanos y conocido afirmaban. —Pero México se regreso al fuego por ustedes, si despierta y ve que España los mato no va a estar muy contento —. Respondio caminando hacia el hospital seguido por los otros, dejándolos atrás.

—Hablando de no estar contento —. Hablo esa vez el brasileño con su enorme sonrisa mirando a ambos Norteaméricanos. —De las naciones que llegarán en poco tiempo se encuantran dos europeos no muy felices de que sus ex colonias hayan desparecido sin averles dicho antes —. Les comento aún sonriendo viendo como ambas naciones iban perdiendo su color poniendo una cara de espanto.

— Fuck... — Susurro Usa aterrado mientras Canadá se escondía detrás de su hermano aunque este fuera más bajo que el.

España ahora podía estar tranquilo, ya que si no era el por lo menos alguien más si iba a patear le el trasero a esos dos.