El valor de un Azteca (CanMex / UsaMex).

Capítulo 7.

[Entre recuerdos y sangre].

El sonido de las sirenas llegando al lugar era demasiado fuerte y estresante para los presentes, que quienes con desesperación buscaban a sus familiares y conocidos entre todo el llameante caos rogando a una fuerza superior que no estuvieran entres todos los cuerpos mal heridos que ahora eran cargados por las ambulancias al hospital más cercano del lugar.

Y entre el humo y cenizas ambos americanos cargaban el cuerpo inmóvil de su vecino quien con cada segundo se tornaba mas frío ante su tacto.

-¡¡WE NEED ASSISTANCES!!-. Grito el de estrellas llamando la atención de los médicos y países por igual.

-¡¡Please, somebody... Is gonna die!!-. Suplico el canadiense entre sollozos mientras sostenía la parte superior del latino.

Chile y Brasil se acercaron a ambos dejando paso libre para que estos pasarán hasta llegar a una de las pocas ambulancia libres.

- Le dije que no debía volver -. Hablo dejando a su amigo en la camilla. - No te mueras weon, ¿con quién me voy a ir de juerga ahora?-. Comenzaba a llorar de apoco atrayendo a los demás latinos y conocidos del país tricolor.

Los paramédicos intentaban parar el sangrado mientras proporcionaban RCP al del águila sin alguna señal de éxito, lo estaban perdiendo, USA exigía a gritos que se siguiera intentando revivirlo mientras Canadá intentaba retener a los latinos que iban llegando mientras estos le pedían a gritos al latino que dejara de jugar y que despertar de una vez para poder ir a beber a algún bar cercano, pero este no era un juego

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- ¡¡Y vieras que vivo me salió el cabron!!, ya hasta quería que mi gente y yo le pagaramos el cochino muro -. Dijo con alegría tomando otro sorbo del liquor que estaba en su copa.

México se encontraba sentado en un campo enorme dónde solo se podia admirar las flores de cempasúchil a lo largo y ancho del terreno cubriendo todo el cielo azul con sus hermosos pétalos llevados por la fria brisa que acariciaba su rostro. No tenía idea de cómo había llegado hay, ni mucho menos como es que ahora mantenía una charla tranquila con un joven que vestía con pieles de leopardo y plumaje colorido sobre su cabeza, no sabía quién era, pero algo dentro suyo lo hacía sentir tranquilo junto a el, de todas maneras, hacer amigos fácilmente era algo que sabía hacer muy bien y de lo cual se sentía muy orgulloso.

- Entonces, ¿le arrancaste el corazón por esa ofensa?-. Interrogó el contrarió tomando uno poco de su propia copa.

- Nel, hice algo aún peor, lo hice partir un aguacate en frente de todos durante una junta -. Hablo aguantando la risa. - Ese día casi pierde un dedo sin mencionar que por accidente corte algunos chiles y limones con ese mismo cuchillo unos minutos antes -.

- Pobrecillo -.

- Hubieras visto, justo después de  eso fue al baño a orinar, el cabron no podía ni sentarse durante horas -.

Ambos rieron mientras seguían contando historias y anécdotas de cada uno; México seguía hablando de sus vecinos y amigos mientras el otro hablaba de su hermana y quien parecía ser su pareja, todo mientras veian el atardecer bajando de apoco en el horizonte.

- Oye, me caes a toda madre pero, tengo que irme -. Dijo poniéndose de pie dejando el liquor de lado. - Si quieres puedes venir conmigo, le caerás a toda madre a mis hermanos -.

- No, me temo que yo ya no puedo irme de este lugar -. Hablo con algo de tristeza imitando la acción del otro tomando rumbo a un estanque cercano siendo seguido por el hispano. - Fue un gusto verte otra vez -.

- Ah cabron, ¿ya nos conocíamos?-. Pregunto incrédulo deteniéndose frente al agua cristalina.

- Eras muy pequeño y la situación era muy dificil, pero me alegra ver qué creciste con bien junto al Español -. Aclaro con una sonrisa poniendo sus manos en ambos hombros. - Cuídate México y cuida a quienes amas -. Dicho esto el extraño empujó al estanque al latino quien llevado por una extrana corriente solo podía ver como su amigo se despedia de el a la vez que una presión en su pecho se volvía cada vez más y más fuerte a cada segundo.

- Cuídate, hijo mío...-.

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-¡¡Tenemos pulso!!-. Fue lo único que se escuchó en ese lugar cuando miraron el monitor viendo como el latino volvía en si respirando nuevamente para la sorpresa de muchos y alivio de sus seres queridos.

USA y Canadá fueron rápidos y motivados por la adrenalina subieron la camilla de este a la ambulancia, ambos estaban por subir al vehículo para cuidar de México pero fuero detenidos por España.

- Vosotros ya habéis echo suficiente -. Dijo tomando su lugar dentro de la ambulancia.

- ¿What?-. USA se veía extrañado y molesto.

- Señor nosotros no...-. Intento hablar Canadá, pero este fue callado al instante por el Europeo.

- Chile me lo dijo todo, regreso por ustedes y por ustedes el murió por casi cuatro minutos -. Decía guardando la compostura por el bien del latino. - ONU quería hablar con ustedes, vayan y alejense de mis otros hijos mientras hacen eso -. Y sin más cerro la puerta de la ambulancia dando la señal para partir.

Ambos se miraban con sorpresa mientras veían el vehículo partir al hospital junto con la persona que amaban.

Entre todas las personas y naciones que lloraban amargamente por el atentado solo había una que lloraba con amargura y desprecio en sus ojos viendo la ambulancia irse con lo que por decreto propio era suyo.

"Esto no debió ser así" Pensaba una y otra vez para si mismo.

"Quien debía morir eran ellos no México" Repetía con asco. "Esto fue su culpa, ellos quisieron matarlo"

"Ellos lo arruinaran todo, tendré que pasar al plan b"  Pensó por último perdiéndose entre el edificio que ahora se bañaba con humo y fuego.

Continuará...

★★★
Hola ya volví, se que el capítulo es un poco corto, pero intentare tener mi antiguo ritmo de escritura tan rápido como pueda, gracias a todos aquellos que siguieron la historia aún con mi abandono de esta, los amo muchísimo, y si, eso también te incluye a ti mi querido lector fantasma :)

Atte; Glitch-24