Capitulo 3.

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Verdades a medias.


Estados Unidos abría los ojos con cansancio dándose de frente con el intenso sol matinal que lo despertaba de mala manera, todo le parecía tan repetitivo en cuanto a su vida despertar, hacer sus deberes como nación perfecta que es, evitar que su maldito jefe termine por acabar la paciencia al presidente de Corea del Norte y así desde hace bastante tiempo.

Ya ni siquiera aquel olor de comida casera podía... ¿Comida casera?.

 Usa abrió de golpe los ojos oliendo aquellas deliciosas mezclas de sabores en el ambiente, de repente recordó que cierto amante de la comida picante había pasado la noche en su departamento, y para mala suerte suya el había aceptado a regañadientes.

Se levanto perezoso de su tibia cama y tomo rumbo a el comedor aun con pijama, bueno, eso no le importaba demasiado, después de todo era su jodido departamento. A paso lento y cansado llego al comedor topándose con los otros dos norteamericanos desayunando comida típica del latino, como siempre demasiado cerca de Canadá, riendo y conversando tal y como ellos solían hacerlo cuando eran colonias, y nuevamente como siempre, ese extraño sentimiento de molestia presionaba su pecho... No sabia que era, pero vaya que lo molestaba en ocasiones. 

 Sabia que el Mexicano solo se quedaba con ellos porque no tenia opción, el de estrellas podía sentir el odio de su vecino a kilómetros, podía saborear el desprecio que este le tenia y el pensar en esto solo empeoraba dicho dolor que por su bien, decidió ignorar en lo que quedara de semana.

Usa llego a la mesa recibiendo saludos por parte de los otros dos siendo ignorados olímpicamente por su parte limitándose a tomar una silla y sentarse sobre ella con pesadez.

-No te ves muy bien hermano...-. Le susurro Canadá pasando le un plato con un poco de huevos revueltos y tocino frito.  

-El imbécil de mi Presidente decidió ir a joder al jefe de Corea del Norte -. Respondió sobando su sien mientras se servia un vaso con agua tirando dentro una pastilla efervescente. -Ese sujeto esta acabando conmigo, me tiene en las ultimas...-.

-Deberías tomar unas vacaciones amigo -. Se unió México a la charla entregándole una taza de chocolate al rojo y blanco tomando asiento junto a el.

Estados Unidos se removió en su lugar algo incomodo, ese sentimiento se había vuelto mas fuerte...

-Si claro, eso te encantaría, ¿no es así?...-. Hablo algo molesto tomando de un solo trago el agua con la pastilla.

-¿De que hablas?...-.

-¡Te encantaría que me aleje de mi territorio!, claro, eso le facilitaría las cosas a tu gente para entrar a mi hogar y saquearlo... ¿¿¡Eso es lo que planeas verdad!??-.Grito levantándose de su asiento apuntando terminantemente al latino. 

-¡¡Hermano!!-. Canadá regaño al de estrellas pero solo lograba que Usa se molestara aun mas.

-Mira gringo, tus pinches berrinches ya me tienen hasta la verga... ¡¡Solo me preocupo por ti chingada madre!!!-.

-¿Preocuparte por mi?... ¡¡JA!! buena esa Mexicant -. Se bofo acomodando sus lentes en su lugar. -Todo mundo sabe que me odias, de seguro inclusive conspiras contra mi cuando nadie mas te ve, ¡¡eres un maldito cobarde!!... Vamos anda, dime lo que me quieras decir ahora mismo, ¡¡¡dime lo de frente y no detrás mio como un maldito maricón hijo de perra!!!-. Grito mientras golpeaba la mesa con fuerza tirando todo el desayuno del latino al suelo, sus lentes se habían comenzado a romper por la ira que este sentía en esos momentos, por fin escucharía de aquella voz cuanto le odiaba, vio como México apretaba sus puños, veía como este inflaba su pecho para después levantar el rostro, un rostro rojo por el cual corrían amargas lagrimas. 

-¿Quieres que hable con la verdad?... -. Interrogo limpiando su nariz para después sonreír para el . - Pues agárrate puto que voy con todo -.

México lanzo lo que quedaba de la mesa al otro extremo de la habitación teniendo espacio de sobra para acercarse hacia el Estadounidense.

-Ya estoy hasta la verga de tener que defender tus pendejadas, de intentar que todo se solucione hablando para que tu vayas y lo cages todo con tu estúpida búsqueda de petroleo, estoy arto de tener que abogar por ti cuando haces alguna pendejada y nos dejas a mi y a Canadá en la zona de fuego... Pero por sobre todo,¡¡¡ ESTOY HASTA LA VERGA DE QUE ME HAGAS MENOS HIJO DE PUTA CAPITALISTA MAL NACIDO !!! -. Grito esto ultimo golpeando el vientre de Estados unidos con tanta fuerza obligando lo a arrodillarse frente al latino, el cual seguía rojo de furia.

-¡¡¡YO TENGO UNA ECONOMÍA EN CRECIMIENTO, TENGO TRATOS CON PAÍSES DE TODO EL MALDITO GLOBO... SE HABLAR INGLES, RUSO, ALEMÁN Y FRANCÉS ADEMAS DE LAS LENGUAS DE MI TIERRA, SOY MAS DE LO QUE TU CREES Y A MENOS DE QUE SAQUE TU JODIDA CABEZA DEL TRASERO DE TU PUTO PRESIDENTE VAS A PERDERME GRINGO!!!...-. Dijo esto ultimo algo dolido mirando hacia otro lado.

De todas las veces que otros países le habían insultado, irónicamente esa simple frase había logrado que su estomago se retorciera por dentro...

"Vas a perderme..."

-Sabes que, no me pagan para aguantar tus porquerías...-. Le dijo sin siquiera dejarlo acabar de procesar lo anterior dándose media vuelta para dirigirse a la sala, lugar donde había dormido la anterior noche, solo para tomar su sombrero y guitarra caminando a la entrada. -Cuando dejes de sentir pena por ti hay me hablas, ya tengo demasiado con mis pedos... ¿Canadá no vienes?-. Interrogo mirando al mitad francés que se encontraba escondido detrás del refrigerador.

-Dame un momento iré por mi abrigo...-. Dijo algo por lo bajo saliendo rápido al segundo piso.

México le sonrió al chico de blanco y rojo para después mirar sin emoción alguna a Usa.

-Siempre dije que eras una persona increíble Estados Unidos, siempre intente defender tu persona con mis hermanos... Pero quizás ellos tenían razón, todo este tiempo estaba equivocado... Adiós trece colonias -. Le dijo serio saliendo por la puerta dejando al Norteamericano aun en cuclillas sosteniendo su vientre.

Tras unos segundos Canadá salio corriendo detrás de México dejando por fin solo al de barras y estrellas, este veía el desastre a su alrededor para después mirar la puerta golpeando con fuerza el suelo.

El dolor ahora se había vuelto insoportable, pero se había trasladado a otra zona, una parte de el que creía muerta desde hace décadas... Su corazón se oprimía como si estuviera a punto de perder algo que amaba, ese dolor lo estaba consumiendo. 

-Why does it hurt so much when he leaves? -. Se pregunto así mismo temiendo la obvia respuesta.

El no podía aceptarlo...

El no iba a aceptarlo...

Su gente iba primero, su tierra iba primero... El no podía dejarse llevar por sus estúpidos sentimientos.

-Why do not you just die?...-. Dijo en un susurro dejando caer su cuerpo al suelo.

Pero hay veces en que uno debe cuidar lo que dice, por que aun sin quererlo, esto puede volverse una horrible y desagradable verdad...





(Nota de la autora: Espero y les haya gustado, recuerden comentar y no sean tímidos en decirme lo que opinan, les aprecio mucho...Hasta el próximo capitulo, me despido !!! )

El valor de un Azteca (CanMex / UsaMex).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora