Capítulo 2

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Lauren

Termine de escribir y cortar sobre su piel, mi bestia interior se había calmado y pude respirar tranquilamente. Me levante y sentí la sangre correr por mi boca, rodé los ojos molesta conmigo misma, tenía esa jodida obsesión con cortarme ligeramente la lengua antes de empezar una venganza. Agarre una sábana y cubrí el cuerpo del hombre que seguía respirando, gracias a Zeus.

Camine hacia la puerta del baño y toque dos veces. En menos de unos segundos, mi comandanta abrió la puerta sabiendo lo que hice, o al menos teniendo en mente que pude haberle hecho y cuando me vio con las manos llena de sangre y mi boca con sangre simplemente negó con la cabeza con cierta gracia.

—No te dire nada por que escuchamos que dijo—Dió un leve golpecito en mi hombro antes de pasar a la habitación.

—¡Límpiala, por favor!—Refunfuñe el por favor causándole una carcajada—Cuando acabes, eres libre de irte—Hable cerrando la puerta escuchando antes una silenciosa maldición.

Ví a mi castaña arrodillada en el piso esperando una orden, eso me hizo volver a enojar a pesar de saber que así era como debía ser. Conteniéndome, mordí mi lengua olvidando la cortada que tenía pero al morderme eso me hizo volver a sangrar, algunas gotas cayeron al suelo y eso llamó la atención de Camila pero no levantó la mirada. Masculle en silenció y me maldije con aquella estúpida acción de pasar la cuchilla por la lengua.

—Lléname la tina de agua, por favor—Pedí acercándome al grifo y escupí la sangre que brotaba de mi lengua, no sabía de donde salía tanta sangre.

—Si, mi señora—Respondió extrañada cuando me dirigí a ella con suavidad y con el por favor, supondría que era porque nadie antes la trataba así.

Eso me entusiasmo, me encantaba ser la primera en algo.

La castaña se levantó enseguida y acató la acción, escuche como medía la temperatura del agua, y espero que sea a un punto intermedio. Por el espejo enfrente de mi, ví como se volteó, y agachó la cabeza pero vio en el suelo algunas gotas de sangre y eso la hizo levantar la mirada asustada. En ese momento tome agua del grifo y la escupí con sangre en el lavamanos pero cuando ella trato de acercarse, levanté la mano parándola.

—No le hagas caso a eso—Murmuré y me volteó limpiándome la sangre de los labios, ví la tina llena y sonreí aliviada, comencé a desvestirme pero recordé la presencia de Camila y el que ella no sabía de mi condición—¿Puedes voltearte?—Pregunte incomoda.

Camila asintió extrañada y se volteó. Solté un suspiro y empecé nuevamente a quitarme la ropa, deje caer la ropa en el suelo y caminé hacia la tina, entré sintiendo el agua a temperatura media y eso me hizo soltar un suspiro aliviado, entre dejándome caer en la tina sin importarme que esta se desbordara, el calor me inundó y solté un gemido placentero, hacía semanas que no tocaba agua caliente. Mi mente se relajó unos segundos hasta que volví a escuchar una maldición del otro lado la puerta, eso me hizo recordar todo aquello que Morgus me había dicho.

—¿Cual es tu nombre completo, muchacha?—Pregunté sin mirarla, cerré los ojos evitando a toda costa mirarla porque sabía que le ponía un ojo encima, la metería a la bañera y la tallaría tratando de borrar cualquier marca.

—Karla... Camila Cabello—Contestó con su voz temblorosa.

Hice un ruido informándole que había escuchado, tomé la barra de jabón y empecé a tallarme el cuerpo, aunque todo me ardía debido a las heridas pero ningún sonido de dolor escapó de mi boca, con mis propias manos empecé a quitarme el jabón y no me di cuenta de cuán cansada y molida e incluso caí dormida en la bañera.

LibérameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora