Libérame

Capítulo 4

Camila 

Lauren me tenía sujeta suavemente en la silla de montar del caballo, había pasado exactamente un día desde aquella noche. Estuve pensando que a la mañana siguiente de esa noche, mi señora me ignoraría e incluso me trataría mal por aquella noche tan intima psicológicamente y espiritualmente, pero no, incluso me trato con más cariño que incluso me desconcerté.

Pasamos por un precioso río no tan profundo, ¡apostaba que ni siquiera me llegaba a la rodilla!, disimuladamente vi el río y temblé ligeramente por la emoción, Lauren se percató te mi temblor y me atrajo más a ella suavemente, teniendo en cuenta que la herida en mi espalda a un costado aún dolía.

—¿Qué pasa, Camz?—Preguntó susurrando en mi oído.

—Na-nada—Tartamudee conteniendo la emoción.

Desde esa noche me había estado llamando Camz estando a solas. Ese era un apodo único que cuándo lo escuche mi corazón se calentó y empezó a latir, no de miedo, como usualmente solía latirme, sino como había estado latiendo desde que abracé a Lauren. Sin querer, una sonrisa pequeña creció de mis labios y eso hizo jadear a Lauren.

—Oh por..., ¿es eso lo que estoy viendo... una sonrisa?—Cuestionó emocionada parando al caballo. Levantó la mano y la movió en un ademán de que siguieran.

Su emoción me dió ternura y gracia que solté una ligera risa, sentí a Lauren mover el caballo lejos del lugar tan rápido que me pegue a ella por inercia. Paró y me separo de ella antes de voltearme y hacerla verla de frente.

—¡Eso fue una risa!—Exclamó emocionada sujetándose por detrás de la silla del caballo, el cual estaba quieto comiendo pasto.

Asentí suavemente, tenía tanto tiempo sin sonreír o reír que incluso a mi me sorprendió. 

—¡Hazlo de nuevo!.

Ordenó emocionada mientras picaba mis costillas, su emoción más los leves picoteos en mis cosquillas me sacaron una carcajada que nos volvió a sorprender a ambas, por inercia cubrí mi boca pero ella tomó mis manos y las quito suavemente, llevo mis manos a su boca y beso mis nudillos, abrí ligeramente mi boca, sorprendida.

—Jamás tapes esa hermosa sonrisa—Soltó lentamente mis manos para después acariciar mi mejilla.

En ese momento me di cuenta de cuan cerca estábamos, nuestras rodillas chocaban y nuestros rostros estaban separados por algunos centímetros, aunque tenía que levantar ligeramente la cabeza para mirarla a los ojos, y ya no era porque ella me había ordenado que siempre la mirara a los ojos sino es porque algo dentro de mi me llamaba y decía que la mirara a la cara. 

Vi como su mirada se dirigió a mis labios para después ver mis ojos, había perdido esa sonrisa y sus ojos se habían vuelto oscuros, con deseo. Y por primera vez, quise que alguien me besara pero no cualquiera, quería que ese alguien fuera ella.

—No me mires así—Susurró ella parando su caricias, algo dentro de mi quiso protestar pero mordí mi lengua siguiendo mirando a Lauren.

—¿Cómo te miro?—Interrogue sintiendo mis labios resecarse.

—Así, como si quieras...

—¿Besarte?—Complete en una pregunta cuando se calló.

Sentí mis labios resecarse más así que pasé mi lengua por mis labios para humectarlos y sin querer los mordí suavemente cuando estuve por cerrar  mi boca. Eso fue un detonante para ella porque se acercó de golpe a mi y cerró la distancia entre nosotras. 

Nuestros labios se conectaron y sentí el dulce sabor de los labios de Lauren, ambas nos quedamos quietas, únicamente dejando nuestros labios saludarse hasta que una de las dos empezó a mover los labios empezando así una suave danza, movíamos nuestros labios tan suavemente, mi corazón palpitaba fuertemente contra mi pecho al sentir la ternura y el cariño en el beso. Tomó una profunda respiración al separarse de mi, imite su acción pero ella de inmediato mordió suavemente mi labio para después pasar la lengua donde mordió para calmar al leve ardor, eso me hizo soltar un imperceptible jadeo que la enloqueció. Sentí nuevamente su lengua en mi labio pidiéndome permiso para entrar.