Epílogo

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5 años después 

—¡Está noche eres mía, Camila Cabello!—Exclamó la peli-negra secuestrando a su esposa.

—¡Lolooo, déjame despedirme de nuestros pequeños!—Sollozó la castaña golpeando el hombro de su esposa, ya la muy bárbara la había llevado en su hombro.

—¡Los verás mañana, Camz!, ahora voy a hacerte el amor toda la noche hasta que ambas quedemos afónicas—Susurró con su voz ronca de placer.

—Lo que tú quieres es volverme a embarazar—Jadeó sintiendo las manos de su esposa tomarla por los glúteos bajándola de su hombro y pegarla a su enorme erección.

—No te voy a mentir, me encanta verte embarazada de mis hijos—Admitió entrando a su habitación, apenas pudo cerrar la puerta cuando Camila atacó sus labios.

Camila mordió su labio antes de atacar su boca, la castaña se sujetó el pelo con fuerza siguió tirando de algunos cabellos hasta que sintió un gruñido en la garganta creciente de la garganta de Lauren. Sus labios se tocaban una y otra vez, incapaces de mantenerse separados, sus lenguas celebraban una enorme explosión de fuego en su interior. 

Parecía una competencia para ver quien era el dominante en aquel beso, se separaron unos segundos tomando profundas respiraciones mientras entre las dos rompían las prendas de la otra. Lauren gimió, y caminó durante unos segundos llevando a Camila a la cama mientras contenía la respiración, sintiendo la cálida mano de Camila deslizarse por su pecho tocandod sus senos.

—Hagamos otro bebé—Susurró con la voz quebrada de placer, la castaña se mordió el labio sensualmente al decir eso.

—Oh amor, será un placer—La peli-negra ronroneó.

Lauren tumbó a Camila en la cama y se posicionó sobre ella, su enorme erección sobresalía queriendo entrar en su cada lo más antes posible. Les tomó un poco de tiempo volver a juntar sus bocas debido a que estaban concentradas en otras partes de su cuerpo, Lauren tenía su enorme fetiche con los senos un poco más grandes de su Camila.

 Desde su primer embarazado sus senos habían crecido cada vez más, y ahora que seguía amamantando a su tercer niño, esos senos la tenían enloquecida, chupo esos pechos succionado con fuerza sintiendo nuevamente las manos de su castaña apretar su cabeza para que siguiera, succionó tanto que sintió la leche de su esposa inundar su boca, y eso le encantó. Seguió succionando queriendo más y más, después de soltar el pezón con su boca goteando de leche materna se acercó a Camila.

La castaña abrió las piernas recibiendo a la peli-negra y en una sola estocada entró ella, ambas soltaron un ronco gemidos ante la sensación tan placentera. Lauren juntó sus labios empezando a embestir, si  embargo, esta vez fue un beso lento y profundo, juntado a las embestidas que la oji-verde daba golpeando todos los puntos exactos de Camila, perdieron el aliento.

—¡Oh amor, sigues presionandome tan bien!—Jadeó la peli-negra separándose del beso siguiendo embistiendo una y otra vez.

Camila se mordió el labio mientras ponía sus pies sobre el grande trasero de su Lauren y presionaba más fuerte.

—Vamos amor, más fuerte—Gimió perdida en el placer.

—Lo que mi reina me pida—Se incorporó sobre sus rodillas mientras sostenía las rodillas de su mujer—Sostenlas por mi, Camz.

La castaña asintió jadeando, tomo sus rodillas y las separó dejandole más espacio a la peli-negra. Lauren sonrió pícaramente y empezó a golpear más fuerte, metía toda su enorme polla en el coño de su mujer casi hasta las bolas, el choque de sus pieles sonaba junto a los gemidos de ambas, Lauren sintió su orgasmo llegar así que llevo sus dedos índice y el de enmedio para empezar a estimular el botón hinchado de si mujer.

—Vamos Camz, correte conmigo, quiero sentirte todo tu orgasmo en mi polla—Gruñó acelerando los movimientos circulares y usando el cuerpo de su esposa para masturbarse.

El dulce coño de su mujer la succionaba tan deliciosamente cuando llegaba a su orgasmo, y en ese momento llegó junto a un fuerte gemido, bajo su mirada viendo su polla aparecer y desaparecer dentro de su esposa que con la vista y el placentero bombeó la hizo soltar toda su semilla hasta el fondo de mujer, se había corrido tan duro, fuerte y demasiado que su castaña gemía sintiendo la carga de semen instalarse dentro de ella, excitandola de nuevo, sentía sus propios fluidos y la semilla de su esposa correrse hasta su trasero.

Lauren gruñó al ver salir su semen de su mujer y metió su polla para no dejar que nada saliera, quería toda su semilla dentro de su mujer para verla hinchada con su hijo y hija.

Camila se levantó de la cama sin dejar salir la polla de su esposa y se sentó en su regazo, Lauren sonrió y tomo a la castaña de la cadera para sostenerla.

—Hagamos una segunda ronda para que sea más efectiva—Sonrió mordiendose el labio.

—Mujer precavida como siempre, me encanta.

Mordió suavemente su labio antes de volver a atacar sus labios, y así empezó la segunda ronda de otro salvaje apareamiento.

***

—¡Oh por Zeus, tomen a sus niños!—Exclamó la aún pequeña mujer rubia.

Parecía desesperada, sus ojeras marcadas y sus ojos rojos, su cabello estaba desordenado como si hubiera tenido una salvaje batalla con alguien. Y en efecto, había tenido una salvaje pelea contra 3 niños, los gemelos de tres años y un bebé de unos meses.

—Oh Ally, ve a dormir, pareces haber luchado contra un minotauro—Rió ligeramente la castaña, pero su voz se encontraba afónica lo que hizo reír a carcajadas a la rubia.

—Y tu parecer salir de una sesión de sexo con un semi-dios, ah espera, ¡Lauren es un semi-dios!, que salvaje, eh—Carcajeó haciendo enrojecer a la castaña—Creo que tendré que ir preparando nuestras prendaaaas para el nuevo—Tarareo pícara antes de huir de la habitación después de que Camila le lanzará una almohada.

Oh sí, la conquistadora había resultado ser semi-diosa, al parecer esos poderes que salieron cuando mataron a sus padres eran poderes que había heredado de su abuelo.

Ares.

Al final ella no era la hija de Ares, ¡Era la nieta de Ares!, y eso lo supo cuando el mismísimo Ares hizo aparición... En el peor momento, en esos momentos estaba teniendo una salvaje sesión de sexo con su esposa cuando Ares apareció, y el muy hijo de perra se burló de ellas y se sigue burlando de ellas cuando hace sus pequeñas y casi inexistentes apariciones.

Sintió unos brazos rodearla cuando se quedó mirando a sus preciosos hijos dormir, giro la cabeza y ahora estaba su esposa y su reina. Lauren juntó sus frentes mientras sujetaba el abdomen de la castaña como si estuviera embarazada y los más seguro era que si.

—Te amo—Susurró la castaña recargandose en su esposa.

—Tambien te amo, amor—Respondio enterrado su cabeza en el cuello de su esposa, causando una suave risa a su castaña

—Parece que mi cuello es una pequeña cárcel para tu cabeza—Rió embobada viendo de reojo a su esposa.

—Entonces liberame, amor—Murmuró llena de amor al decir esas palabras.

La castaña acarició suavemente su cabello haciéndole un suave masajito dejando somnolienta a su Lauren, cuando la sintió cada vez más pesada se separó de ella y la peli-negra quedó libre.

—Concedí tu pedido, Lolo. Eres libre.

Ambas se sintieron tontamente antes de fundirse en un beso lleno de amor y cariño, después de haber sufrido por años, sus almas se encontraron y entre ellas se liberaron de sus pasados para forjar juntas un juego futuro.

Pudieron ser libres juntas.

***

Ay no perdónenme neta, pero es complicado escribir viviendo con tu abuela 😓. Pero ¡Sigue siendo fin de semana!, las 11:23 para mí pero no importa, aquí está lo que me pidieron.

Espero que les haga gustado, me gustaría saber así que comenten :D

Nos vemos hasta la próxima semana, byeee

LibérameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora