𑁍𝔸𝕫𝕦𝕞𝕚'𝕤 ℙ.𝕆.𝕍𑁍
Después de despertar lo primero que hago es ir a tomar una ducha. Luego, cuando vuelvo a mi habitación veo que tengo varios mensajes de Akaashi en el teléfono. Los leo y la mayoría son diciéndome que lamentaba no haber contestado cuando lo llamé.
Se me hizo muy tierno que se preocupara por escribirme, así que, rápidamente le escribí para saber si podía llamarlo. Después de unos segundos me respondió que sí, y de inmediato marqué su número.—Buenos días dormilona, imagino que despertaste hace poco —la voz de Akaashi por las mañanas era lo mejor que podías escuchar en tu vida.
—Y yo imagino que tú ya debes estar vestido y terminando de preparar tu bolso para las clases —reí porque sé que tengo razón y él también lo hizo.
—Bueno, yo también puedo adivinar, recuerdo claramente que te demoras en levantarte, lo primero que haces es ducharte y luego te demoras demasiado en vestirte... Aunque puede que en realidad esta vez tardes menos en eso, porque aquella vez no sabías dónde estaba tu ropa y no creo que eso suceda de nuevo, ya que técnicamente estás en tu habitación —recuerdo muy bien a lo que Akaashi se está refiriendo. Fue la primera vez que estuvimos juntos.
Los padres de Akaashi se fueron un fin de semana a visitar a unos familiares, pero Akaashi no fue con ellos porque esa semana había sido de largas horas de prácticas con el equipo. Recuerdo que llevábamos un año como novios y hace un tiempo comenzamos a hablar del tema, planificándolo. Así que en aquella ocasión, decidimos que aprovecharíamos ese fin de semana.
Lo que no planeamos fue que Bokuto aparecería a la mañana siguiente, a primera hora, con la idea de vivir con Akaashi durante un fin de semana, para cuidarlo mientras sus padres no estaban.—¿No crees que es muy temprano para hacer que me sonroje? —dije mientras sacaba mi uniforme del armario.
—Es bueno saber que aún consigo hacerlo —en estos momentos es cuando pienso que seguramente si lo tuviera a mi lado, lo besaría. Pero eso no sucederá.
—Bueno, recuerda que aquella vez no fuí la única, tú tampoco encontrabas tu ropa, solo te salvaste porque estábamos en tu habitación y tenías más —sonreí al recordar ese día—. Juro que jamás superaré la cara de Bokuto cuando me vió salir de tu habitación —ambos reímos.
—De todas formas, aún tengo tu camiseta y tu bufanda en mi armario... Las encontré después.
—Entonces estamos a mano, porque yo todavía tengo la camiseta que me prestaste ese día... De hecho, sigo usándola.
—Consérvala, te queda mejor que a mí... Además, ya debe apestar a ti también —lo escuché reír suavemente.
—Por cierto ¿Seguro que ayer estaba todo bien cuando me llamaste? —recordé preguntar.
—No fue nada, estaba algo frustrado por la práctica, no tuve un buen día... Pero al menos conseguí hablar contigo un poco.
—Keiji, siempre que lo necesites, puedes contar conmigo... No me molesta escuchar todo tu día —sonreí aunque sabía que no podía verme.
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Colors||Rintaro Suna
Hayran KurguElla estaba tan llena de colores, quizás nadie más lo notaba, pero él podía verla claramente. Después de todo, ambos anhelaban conocer todos los colores del otro.