Ella estaba tan llena de colores, quizás nadie más lo notaba, pero él podía verla claramente. Después de todo, ambos anhelaban conocer todos los colores del otro.
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𑁍𝔸𝕫𝕦𝕞𝕚'𝕤 ℙ.𝕆.𝕍𑁍
Esta semana ha sido bastante extraña y agotadora. Bueno, lo extraño solo tiene que ver con Rintarō, no porque él haya hecho algo ni nada, solo soy yo.
Luego de dormir en su casa, desperté a la mañana siguiente completamente avergonzada de mi mente y hormonas. Es imposible no estarlo si lo primero que ves al despertar es a la persona con la que acabas de tener un sueño húmedo.
Además, sigo tratando de descifrar si lo que escuché esa noche sucedió de verdad o fue parte de un sueño... Supongo que quizás nunca lo sabré, porque no puedo simplemente ir y preguntarle: "Oye Rin, ¿Es posible que me hayas dicho que te gusto cuando estaba dormida?" Si lo hago y resulta que no sucedió, no podría vivir con la vergüenza de eso, sumado a la vergüenza que siento cada vez que lo veo durante la escuela y vienen a mi mente pequeños fragmentos del sueño que tuve esa noche.
Con respecto a la parte agotadora de esta semana, hay tres razones. La primera de todas: mi madre.
Finalmente llegó el momento en que tuvimos que hablar, no era algo que se podía posponer indefinidamente.
Fue al día siguiente de haberme quedado con Rintarō. Después de clase llegué a casa y mi madre estaba en la cocina, esperándome. Mentiría si dijera que no tenía miedo, todo adolescente lo tiene al momento de tener que hablar de algo serio con sus padres.
—¡Vaya! Hasta que te dignas a volver a casa... ¿No quieres tomarte más días? —dijo apenas llegué frente a ella.
«Genial, está enfadada, obviamente» pensé, lo que significa que habrá que intentar no enfadarla más de lo que está.
—Lo siento ¿Sí? Pero si nos fijamos en lo positivo, es bueno saber que te preocupas por mí, aunque sea un poco —dije encogiéndome de hombros sonriéndole levemente.
—Así que es sobre eso ¿Tanto quieres ser el centro de atención? —dijo molesta—. Pues lo lamento pero tengo una vida y no toda gira alrededor tuyo Azumi, además, ya no eres una niña, estás lo bastante grande para comprenderlo ¿No crees?
—¿De verdad mamá? ... ¿Sabes? Amaría ser el centro de atención aunque sea solo una vez, para saber qué se siente —dije con rabia, a la mierda la idea de tratar de no enfadarla más—. Y claro que comprendo que tienes una vida, igual que papá, pero lo que no logro entender, es ¿Por qué no formo parte si soy la hija? —le dije, aguantando las lágrimas, no voy a llorar en frente de ella, ya no más.
—¿Qué no formas parte de nuestras vidas? Por favor Azumi, todo lo hacemos por ti ¿O crees que es sencillo para nosotros mantener una buena relación? Si fuera por mí, jamás en la vida volvería a hablar con tu padre. Pero lo hago, para que al menos puedas tener una imagen de familia —dijo levantando el tono de su voz.
—¿Se supone que debería agradecerles? Porque, vaya imágen de familia que me han dado —reí irónicamente—. No puedes usar esa excusa ¿Sabes por qué? Porque tú y él hablan menos de lo que ambos hablan conmigo. Dime ¿Cuándo fue la última vez que tuvieron que hablar? ¿Hace un año? —reí—. No puedes usar esa excusa mamá. Simplemente no puedes ¿Por qué mejor no me dices directamente que ni tú ni él quisieron ser padres y ahora solo tienen que lidiar con la hija que nunca quisieron? Eso sí te lo creería.
