"Twinkling" ❁•[JuRic]

27.

El paraíso mismo se queda corto ante tal preciosa vista que tiene Juyeon al despertar, el alfa podía confirmar.

Si bien no era la primera vez en ese tiempo que su omega dormía con ellos, por alguna extraña razón se sentía como si lo fuera, y bueno, quien era Juyeon para no amar eso como si fuera la primera vez.

Con su cabeza apoyada en su mano izquierda, estando acostado de medio lado, logra apreciar a la perfección las facciones de su omega.

Ah, su omega... se sentía tan bien poder decirlo. No lograba acostumbrarse a la explosión de sentimientos hermosos que tenía en su pecho cada vez que algo era relacionado a ese hermoso omega rubio ojiverde.

Youngjae era simplemente todo lo que Juyeon alguna vez soñó, incluso más.

Usa cuestionarse seguidamente qué hizo para merecer a Youngjae en su vida, porque aunque trata de no pensar de esa manera, él sabe que es poco alfa para Youngjae, porque creía ciegamente que Jung merecía todo lo bueno y hermoso que el mundo pudiera brindarles.

No había necesidad de explicar la razón. Jung Youngjae era simplemente una brillante estrella, con un corazón de oro dispuesto a amar y cuidar de quien lo necesite.

Tanto como ellos lo hacían.

Juyeon sonríe en grande hasta que sus ojos se achican y su sonrisa cuadrada queda expuesta, viendo con sus orbes oscuros llenos de brillo al omega removerse en la cama, justo a su lado. Ama con demasía el puchero que se instala en los labios regordetes del omega, su rostro poquito hinchado por las horas de sueño, haciéndolo lucir tan lindo.

Sí... confirmaba que se encontraba un poquito enamorado.

Bueno, quizás... ¿mucho?

Mhm, para qué mentir.

Youngjae abre de a poco sus orbes, parpadeando para aclarar su vista, que al inicio está más que borrosa. Juyeon sigue todos sus movimientos, viéndolo frotar sus orbes con sus puños, y es hasta entonces que Youngjae nota que el alfa lo está mirando fijamente.

Los tomates que tanto Chanhee odiaba se le quedaban atrás.

Juyeon soltó una carcajada cuando el omega tuvo hasta la punta de sus orejas rojas, sus mejillas pareciendo explotar.

Tan malditamente lindo.

Diosa Luna, ¿de verdad lo merezco?

Sin borrar su sonrisa, Juyeon hizo amague en besar al omega, recibiendo un quejido de este, mientras se escondía debajo de la sabana.

ㅡ Todavía no he lavado mi boca, hyung. -Se queja el rubio, dejando a la vista únicamente sus bonitos orbes verdes, arrugando su entrecejo tan solo poquito cuando Juyeon no hizo más que sonreír. ㅡHyungie~

Juyeon fingió pucherear, parpadeando reiteradas veces, luciendo como un cachorro herido.

Pero bueno, no logró su cometido. Sólo sacándole una carcajada al omega.