II - Mi sangre.

120 15 4
                                    




Y así fue como pude notar que la peor droga de un ser humano, es otro ser humano.

Somos tan dependientes a ese sentir que nos puede otorgar cualquiera capaz de pensar. Nos hacemos convictos a esas sensaciones desconocidas que tanto hemos estudiado a lo largo de nuestra vida, y todo esto importará cuando acabe. Por qué así somos, dependientes a esas emociones, a ese imaginar, a ese pensar. Aunque todo sea efímeramente.


«Hayt, ¿puedes explicarme por qué dices todas estas cosas?» Vanya preocupada

«Doc, ya sé lo he explicado. ¿Tan difícil es captar mi lenguaje? La verdad no creo que hablemos en diferentes idiomas. Simplemente no quiero relacionarme de tal forma con usted. No creo que sea lo correcto, y aunque ya pueda valerme por mí mismo, quiero que sepa que solo la veo como una amiga. Ya que su propuesta es algo incómoda.»

Pude notar como la cara de Vanya caía en picada, le dije lo que ella quería que no supiera. 

Me levanté y me dirigí a la puerta, me apoyé en el marco de la misma y dije.

«Creo que sería buena idea no enseñarle las grabaciones a nadie. Podría perjudicar un poco a alguien. Como a usted, por ejemplo.»

Entrando en contexto, he vivido lo suficiente como para saber lo que es bueno o no. He observado cada detalle, de cada palabra escrita o puesta en práctica dentro de este vacío lugar. Claramente soy finamente detallado, no tengo acceso a Internet o tan siquiera a un medio informativo, por lo tanto no se que tan jodido este todo el estado en dos años. Sin embargo, no he dejado de preocuparme por algo de lo que acá dentro puede estar pasando.

Estamos en un psiquiátrico, nuestro ambiente es cálido, no hace falta tener ropa larga que nos cubra completamente, claro que, cada uno es libre de vestir como guste.  Hasta cierto límite, claro. Aún así hay algo que no termina de encajar

La mañana siguiente...[7:23AM] 

«Buenos días, adelante Heit.»

¿Seguirá haciendo esto?

No iba a responder a nada, ni un rasgo mi rostro. Solo me senté a observar y detallar la habitación.

«Vanya... No quiero que usted entre en el mundo del alcohol.»

Silencio mortal

«Después de unos quince minutos quieres hablar, ¿Hayt?»

«¿Tan necesario es alcoholizar su sistema?»

«Supongo qu..»

Cortando en seco sus palabras, interferí

«V, estás frustrada. Puedo verlo en los rasgos y aptitud que tomas a la hora por la que paso entre los corredores y esta sala. Tus manos juntas, entrelazando tus dedos. Tus codos apoyados sobre tu escritorio, tus mangas recogidas hasta el mismo punto antes de llegar a los mismos. Hoy, sin embargo, no llevas contigo como grabarme. Acertaste en que me di cuenta fácilmente. Ahora después de estos cortos y pequeños detalles. ¿A donde gustabas llegar con lo de aquella tarde? 

Vanya tomando una bocanada de aire y preparada para contraatacar

«Buscaban pruebas, Haytham. Pruebas de que estuvieras bien, ya tienes el suficiente tiempo con el que una persona madura como aparentas ser, estuviese bien o quizás más estable. Digamos que no muchas personas de este complejo aceptan que salgas por esa puerta, listo para volver a mundo real. Entre ellos están las personas que tengan que escoger si te quedas o te vas. Sólo buscaba ayudarte, pero me doy cuenta que eres algo pícaro y descuidado con esos finos detalles.»

Jugué en mi silla, dando un giro de 360° bajo mi ángulo. 

«Doc... Usted y esas personas están suficientemente de acuerdos en que debería estar aquí el resto de mi vida. Y no lo niego, puede que también sienta que formo parte de este lugar, quizás ya sienta que usted es lo más cercano a una "Familia". Sin obviar eso quisiese preguntar  ¿Por qué no una simple reunión con todos aquellos?»

«Tu ganaste eso, nadie hablará contigo por el simple hecho de que tu no hablaste con nadie, más que conmigo.»

«Podríamos también decir que en comparación con ellos, usted se ganó mis palabras. Ellos solo siguen sus propios conceptos de lo que es tratar a alguien. Y aún así, después de todo eso, usted volvió a ese asiento. Para así volver a verme, ya formo parte de usted también.»


«Haytham... ¿Quien es Jade?»

Sentí como los peones se movieron en una especie de izquierda a derecha, no en diagonal como podrían basándose en su reglamento. No, optaron por moverse como torres. Una decisión muy corrupta por su parte. Al igual que su pregunta.

«¿Esos son celos doctora? Jade es...»

«S.E»

«Continua con tu respuesta, Hayth.»

«Collins, Collins, Collins... Jade Alexa Collins.» 


Mucho gusto, yo seré tu niñera. 

Te cuidaré con mi vida, H.
 
Estás a salvo.

Te amo, H.

¡CUIDADO HAYTHAM! 
 

Por último... Manos a la nuca, Haytham.

¿Qué está pasando? Sentí mi alma abandonar mi cuerpo, desplomándome al suelo como si de un yunque se tratase, de cero a cien toqué el suelo con mi cabeza y no recuerdo más.

«H... ¿Sigues ahí? ¡Vamos despierta! No me hagas esto, lindo... ¡H! ¿Estás ahí?» entre sollozos



¡HAYTHAM DESPIERTA!


S. E. 1 

«—»

H ¿Sigues ahí?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora