VI - Flor de Jade.

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[Voz por megáfono]

Informamos a todo el personal de seguridad, código 23 en Patio Central. Mantengan la calma residentes, todo estará bien. 


Algunas veces me gusta hablar para mi mismo, y pensar ¿sabes? Qué tan frágil es la compostura humana, y aún más intentar de entender cómo estamos programados a mentir cuando la mierda está hasta el cuello. El tipo del megáfono por ejemplo, sabía que nada estaba bien, pero eso era lo único que sabía. Por otra parte, yo ya estaba fuera de aquel recinto, Gracias Doctora Vanya, fue lindo conocerle... Pero usted no era para mi.


«¿Cómo te encuentras hoy, Hayth?»

«Normalmente estoy bien doctora, pero dígame usted... ¿Como se encuentra últimamente?»

«Algo preocupada para ser sincera, me extraña un poco tu caso ¿sabes?»

«Tengo un "caso", aparentemente ¿no?»

«Haytham, ¿no se te hace raro que aquel día hayas podido negar culpa alguna en todos los actos que Jade y tu sobrellevaron? Solo piensalo, es algo raro que tu siendo alguien tan cuidadoso y correcto haya tratado hacer nada.»

«En efecto doctora, como usted dice... Yo hice que Jade apareciese en mi vida como un ángel, matase y me hiciese fugarme de aquel lugar. Para aún así llevarla hasta una torre casi que "Pilar principal del país", y ayudarla a autodestruirme de dentro hacía afuera. Usted es alguien muy observadora, pero creo que algunas veces se podría dejar influenciar.—

«¿Influenciarme?»

«Es lo único que dirá, ¿no es así?»

«Para nada, Haytham. Como lo dije y vuelvo a citarme "Es algo raro que tu siendo alguien tan cuidadoso y correcto haya tratado hacer nada."»

«Somo mentes libres en un mundo corrupto, V. Sé nos "permite" dentro de lo que cabe pensar como gustemos, de ahí podemos deducir y tratar de adivinar las acciones que hayan sido elegidas por una supuesta reacción tan drástica, ¿no creé usted?»

«Solo era una dud..»

«¡Vanya! Yo no maté a mi padre, yo no me escapé de mi hogar en el que relativamente podía sentirme a salvo, yo no allané la torre familiar, y yo no le hice más daño a nadie que no fuese mi propia persona. Quizás si tengan razón los demás, estoy mal. Desde los juegos en la infancia y las maneras divertidas de papá a la hora de jugar. Si algo pudiese haber cambio le aseguro habría sido eso... La opinión de terceros en mi propia vida.»

Me acerqué a Vanya para decirle algo al oído...

«Vanya, lo sient...— 

Nos interrumpió su bolso cayendo al piso, dejando ver en ella ciertos papeles, incluidas fotos de las investigaciones al hogar French... Inclinarme y recoger el bolso con  sus pertenencias, llaves de su casa, auto, identificación y tarjetas de seguridad. Y una última nota propia que insertaría entre sus cuadernos. 

«Tranquila V, sé lo que ví. No saldrá nada de ahí.»

«¿Lo que viste, Haytham?»

«Creo que estoy algo afectado por tu conversación el día de hoy... Necesitaré ir al patio central y relajarme un poco.»

Y tal cual, como se lo hice saber a Vanya me acerque al patio del plantel, ver pocas veces el sol y respirar oxígeno libre de algún sedante era tranquilizador, por lo menos en este punto, joder...

Me dirigí al jardín, lugar de donde estaba prohibido cortar alguna flor u hacerle daño a la madre naturaleza. Y en cuanto las ví supe que eran para mi Strongylodon macrobotrys, conocida también como Flor de jade. Son nativas de las filipinas, ¿Qué hacen en Londres? Espere hasta que uno de los enfermos de este lugar pasasen y me viesen cortar un pétalo de la flora y así empezar un pequeño problema. 

[Desconocido] «¿Qué haces!?»

«Solo observo detalladamente está hermosa flor, es mucho más linda que las personas ¿no crees?»

«Si nos basamos en ti cualquier cosa es mejor.»

«Como digas, tomando la flor más cerca y cortando el pétalo.»

«Oye imbecil! ¿Qué te pasa?»

«Si nos basamos en que soy el imbécil, ustedes son gusanos.»

Terminé para que el paciente levantará aún más su voz, las cámaras se centrarán en nosotros y luego lanzarme al piso. El me patió y el caos empezó, los guardias lo interceptaron y los demás hicieron un bullerio que me dejaría pasar entre ellos hasta el cuarto de psiquiatría, estando ahí usé las credenciales de Vanya para acceder, si, al caer su bolso pude quedarme con su tarjeta de seguridad. Ingrese a los archivos y busque mis iniciales y así mi expediente, que se fue conmigo. No digo que no queden más papeles a mi nombre en el recinto pero esto es lo más importante. 

Al mirar hacía el patio vi muchos internos haciendo un círculo, rodeando al pirómano demente y al casi asesino paranoico de toda la familia. Sólo tenía conmigo el pétalo de la flor y aquellos documentos que necesitaba desaparecer. Los oficiales de seguridad tuvieron que entrar al círculo y parar la casi pelea, al caer en cuenta que se formaba un desastre inminente. El chico que había iniciado el problema, volvió a mi. Se soltó de los seguratas y les quitó las armas de electricidad, y me apuntó con ella.

«Cálmate ¿Qué quieres hacer?»

«¿Somos unos gusanos, no?»

«Así es, lo eres.»

«Vete a la mierda..» El arma se disparó hacía mi y chocando contra los documentos de mi ficha. Se incendió y las llamas inmediatas quemaron una pequeña parte de mi mano derecha, al reflejo que habría sido lanzarlo lejos de ahí. El oxígeno lleno de medicación y los fertilizantes inflamables de Industrias French's ayudaron al desastre de las Residencias psiquiátricas más grande de Inglaterra.

En el momento del accidente salí de ahí lo más rápido posible y me acerque a las salidas del patio y entré al vestuario antes que las puertas de seguridad se aislaran con los internos dentro. Esto me parece cada vez más una cárcel inhumana. Están prácticamente quemando gente, no los dejan salir, el humo de las llamaradas, sin salidas ni entradas de oxígeno natural incrementaron la medicación ambiental y durmieron a cualquiera que estuviera dentro de el área de pacientes. 

Cambié mi vestimenta y vestí como enfermero, busqué la salida de emergencia y con la tarjeta de seguridad de Vanya logré salir del recinto. Ahora su auto... 

Minutos más tarde ya estaba a kilómetros del lugar, en medio de la nada. Sólo necesito encontrar el camino de vuelta a Londres... 


Gracias por todo, doctora Vanya... Decía aquella nota en su cuaderno.


H ¿Sigues ahí?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora