Una historia en donde Harry Styles y su ex asistente se ven atrapados por la incertidumbre de una nueva relación que están compartiendo, fuera de lo laboral, de las cámaras y el público en general.
Ambos sabiendo todo del otro, aguantando sus difer...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Anna
Los días pasaron y entonces la semana de navidad había llegado. Como era de esperarse, yo no tenía ningún plan.
Mi único plan era trabajar para terminar de pagar mi deuda con Harry.
Había vuelto a Londres la semana siguiente después de nuestra estadía en Nueva York; arreglé unos cuantos asuntos en el trabajo, fui hasta el banco para pagar el dinero y también me di el tiempo de enfrentar a mi padre como correspondía
En resumidas palabras discutimos (como siempre), me gritó un par de cosas que no fueron muy gratas de escuchar y terminé llorando en la soledad de mi departamento como una tonta débil que no sabe controlarse.
Sin embargo no le comenté nada a Harry cuando hablamos por videollamada. Me dijo que volaría al día siguiente a Inglaterra así que me daba el tiempo de terminar de envolver su regalo.
Tenía pésima habilidad para las manualidades, pero aún así le hice un marco de fotos en forma de collage en el cual iban varias fotos nuestras. También le tenía un set de esmaltes de su marca y colores favoritos, unos chocolates caseros hechos por mi y un libro de mi autor favorito para que se interese en la literatura clásica.
Quizás mi regalo no era el mejor o más lujoso de todos. Y en cierta forma me hubiese gustado que sea diferente.
También me di el tiempo de comprar unos pequeños detalles para mis amigos, para Andrew y para la pequeña Emma.
Tal como había dicho Styles, el veintidós por la noche él estaba afuera de mi departamento llamando la puerta. Cuando abrí, lo primero que vi fueron un par de ojos verdes cansados y bajo de ellos unas ojeras que comenzaban a notarse.
—Sólo quería pasar a verte un momento— me dice con voz ronca. Le sonreí y dejé que pase al interior del departamento.
—¿Qué tal el vuelo?— pregunté mientras encendía la cafetera.
—Cansador, no pude dormir mucho.
—¿Y eso por qué?
—Porque estuve conversando con Jeff, me dio el tiempo igual de responder ciertas cosas que Elliot me había pedido y... Hey, espera— dice haciendo que me gire en su dirección.
Se inclina y deposita un suave y casto beso en mis labios, tan delicado como si realmente tuviera miedo.
—Hola Harry.
—Hola Annabelle— me responde con una sonrisa cansada— También estuve viendo algunas letras en un intento fallido de una canción.
Estuvimos conversando un poco más sobre algunas cosas triviales mientras él tomaba su café negro en grano y yo mi té de manzanilla.
—¿Cuando te irás a Holmes Chapel?— quiero saber.
—Iré a dormir un par de horas y me iré en la madrugada, mi madre me estará esperando mañana por la mañana— me informa— Cenaremos todos el veinticuatro como cada año, además tengo que pasar a buscar los regalos en mi casa que son muchos, Elliot se encargó de hacerlos llegar a mi domicilio.
