Oscura Adolescencia

Prologo

Me presento soy Maya Sanders no soy la chica cliché que es popular, rica y bonita.

Al contrario soy una chica que pasa desapercibida en todos los lugares en los que está, mi nivel económico es muy bajo debido a las deudas que quedaron tras la enfermedad y muerte de papá, soy la más pequeña de cuatro hermanos.

Mi sufrimiento comenzó con la muerte de papá, él era la única persona que me hacía sentir que valía la pena luchar por lo que uno quiere. Tengo 20 años pero preferiría haberme quedado en los años en los que fui feliz, y en los que mi única preocupación era que mis muñecas estuvieran vestidas a la moda.

Todos los adultos dicen que la adolescencia es la mejor etapa de la vida, pues conoces amigos y el amor llega por primera vez a tu vida, pero al parecer yo me perdí en el camino, ignoré las señales de alerta, y ahora estoy hundida en un pozo oscuro del cual cada vez que intento salir son mis miedos e inseguridades las que me regresan al fondo.

Para algunos estoy loca, pero estoy convencida que más de uno de ustedes ha experimentado esta misma sensación de ahogo, pues les sorprenderá saber que la única forma que yo encontré para sentirme libre sólo por un momento, fue crear realidades alternas en mi mente, cerrar los ojos e imaginarme en un lugar donde no hay dolor ni sufrimiento, en donde encuentro libertad para ser yo misma, para muchos tengo un trastorno pero desde mi punto de vista es mejor que caer en las drogas y en hacer daño a mi propio cuerpo.

Comenzaré desde el principio, yo tenía 8 años cuando a papá le detectaron cáncer en etapa terminal, fueron muchas las noches que escuche a mamá llorar porque no quería perder al amor de su vida pero las opciones se agotaron, mis hermanos ya eran grandes y para no lidiar con el sufrimiento de mamá se fueron a estudiar y a trabajar al extranjero, yo traté de ser un apoyo emocional para mamá, pero ella se cerró a todo tipo de apoyo, cuando fue el funeral de papá, sólo fuimos ella y yo, mis hermanos no quisieron despedirse de papá para no tener que quedarse a apoyar a mamá.

No se imaginan lo que una niña de 8 años sufrió cuando su mamá la abandono porque constantemente le recordaba a papá, a pesar de estar en la misma casa eran contadas las veces que la veía fuera de su cuarto, llegaron las deudas y con ello los problemas.

Durante estos años fungí ser feliz para no ser un problema para mamá, pero lo que pasó ese día fue lo que propicio mi caída al abismo.