capítulo 6

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Camino hacia la cocina mientras me levanto en cabello en una coleta y busco una taza de café. Veo a mi hermana sentada con una taza en mano y comiendo tostadas. Frunzo el ceño y recuerdo el momento que acepté que ella se quedara. Será difícil acostumbrarme. Me siento frente a Helena y ella me pasa una taza y la cafetera.

—No tenias que hacer esto.

—Lo hago porque quiero. —responde— Es lo mínimo que puedo hacer después de que me dejes quedar en tu casa.

Asiento, sin contradecirla, las cosas eran bastantes raras entre nosotras y era incomodo tener una conversación con ella que no fuera de sus problemas matrimoniales. Me estiro para agarrar una de las tostadas en silencio. Reviso las notificaciones de mi celular mientras termino de desayunar. Debía irme para el trabajo en quince minutos, asi que termino con rapidez mi café y luego me levanto para lavar las cosas a la vez que escucho los audios del grupo que tenia con mis amigos. Helena deja su taza en el fregadero y me mira con atención.

—He visto esta mañana a tu vecino guapo, cuando fui a bajar la basura.

—¿Qué vecino guapo?

—El que estaba ayer cuando llegué, no se como se llama, pero estaba todo sudado y con ropa de gimnasio, me vio y me saludó. —se encoje de hombros, relatándolo— ¿Es tu novio?

—No. —respondo, seria— Es mi jefe, y no lo saludes.

—¿Por qué? Solo fui cortes.

Enarco una ceja en su dirección, para luego volteo para terminar de lavar las tazas y platos. Ella agarra una servilleta para comenzar a secar las cosas y guardarlas. Era extraño hacer estas clases de cosas cotidianas juntas.

—No creo que sea tu novio cuando te pones celosa de que lo salude.

—No son celos. —niego con la cabeza— Él es solo mi jefe, mantenemos una estrecha relación laboral y profesional, y además tiene una hija, supéralo.

Volteo para irme a terminar de arreglar, y escucho sus pasos caminando detrás de mí.

—No estoy segura de que no haya nada entre ustedes.

—No conoces mi vida, Helena, asi que cállate. —interrumpo— ¿No tienes nada mejor que hacer? ¿cómo trabajar?

—Que hermoso humor, ¿tienes ascendencia en tauro? —dice, desde el umbral de mi habitación— Solo te vengo a avisar que estaré casi todo el día trabajando para una sesión de fotos, pero también que sacaré turno para hacerme una ecografía.

—De acuerdo. —asiento— Debes ir pensando que harás, porque esa panza se comenzará a notar algún día y no lo puedes ocultar para siempre, especialmente cuando regrese tu marido.

Entro a la cafetería y camino hacia donde me esperaban mis amigos, reunidos en una mesa

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Entro a la cafetería y camino hacia donde me esperaban mis amigos, reunidos en una mesa. Sonrío cuando me siento al lado de Cole, y le dejo un beso en su cachete. Harry me pasa mi almuerzo, Ethan se lleva una manzana a la boca viendo a Reese hablar con Henderson en la otra punta del lugar, y yo le pateo por debajo de la mesa para que deje de hacerlo, recibiendo una mala mirada de su parte. No habíamos vuelto a hablar sobre su hermana, y él tampoco me comentó si recibió noticias al respecto, pero planeaba hablarle sobre ello más tarde. Harry, por su lado, mantenía el ceño fruncido mientras leía unos papeles. Cole voltea su rostro hacia mí.

te odio hasta el punto de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora