𝖢𝖾𝗈 𝖨𝗇𝖿𝖺𝗇𝗍𝗂𝗅 -𝖭𝖺𝗆𝖩𝗂𝗇

Capítulo Uno

Kim SeokJin nunca fue de una familia rica, a pesar de que muchas veces dicen que eres tú quien elgies a tu familia él podría decir que no. Él nunca hubiera elegido ver a sus padres angustiados de qué comerían al día siguiente.

Desde que tenía quince años supo la gravedad del asunto, no estaban en la calle por suerte, pero aún así habían días que sólo hacían una comida al día

A sus diecesite años el asunto cambió, SeokJin consiguió un trabajo, su padre fue ascendido de intendencia a maestro de artes plásticas para niños con TDH y su madre se encargaba de ayudar a una vieja florerista que necesitaba más ayuda con el paso de los días.

Pero aún así a pesar de que las cosas iban mejorando, SeokJin quería darle muchas cosas a sus padres, su hermano pequeño de solo seis años y brindarles una vida mejor.

Es por eso, que cuando cumplió veinte años comenzó con las entrevistas a grandes empresas, todas fueron rechazadas pero aún así le quedaban dos opciones; "Kim's Oc." ó "Min Corporation International".

Aquella mañana del día lunes se despertó con tantos ánimos, saludó a sus padres, mimó un poco a su hermano y después de desayunar un desayuno leve salió de su casa, vistiendo el elegante traje color negro que su padre le había comprado cuando se decidió en trabajar.

Así que después de tomar el primer autobús en destino a "Kim's Oc." se pudo relajar un poco, la ciudad en las mañanas se veía tan fresca, como si la noche anterior hubiera caído una enorme tormenta y al día siguiente aún estuvieran las gotas y los charcos de agua.

Pero la noche anterior no había llovido.

Dejó de lado sus pensamientos viendo la parada donde debía bajar y después de apretar el botón de bajada se dirigió a la enorme empresa de, tal vez, treinta y cinco pisos, con las paredes hechas de vidrio polarizado y la enorme letra K dorada.

Se dió ánimos y entró después de decirle al guardia de seguridad porqué estaba ahí y se dirigió hacia la señorita de recepción que sonreía agradable. Era raro porque las chicas de recepción de las empresas a las que había ido antes tenían cara de pocos amigos y una mirada que decía "sácame de aquí o me aviento por las escaleras".

Ignoró eso y siguió los pocos pasos hasta ella.

-Buenos días- saludó la pelirroja.

-Buen día- contestó SeokJin haciendo una reverencia, y de lo bien que la hizo su frente chocó con el escritorio de la resepcionista, quien se levantó de inmediato ante el fuerte golpe.

SeokJin se quejó un poco lamentable y casi enseguida escuchó a alguien carcajearse detrás de él.
Era tanta su risa que incluso la mujer pelirroja sonrió levemente tratando de no echarse la carcajada.

Kim dio media vuelta frotando su frente, frunciendo el ceño y gracias a eso pudo ver entre reflejos a un hombre alto sentado en una de las sillas en la sala de espera.

-¿De qué te ríes?- preguntó con voz temblorosa y con una pequeña lágrima queriendo salir de su ojo derecho.

-Tú- exclamó el moreno apuntandolo con uno de sus dedos-. Te has golpeado la frente- volvió a carcajearse-, Sólo hiciste una reverencia y te lastimaste, eres tan torpe.

-¿Qué?- volvió a preguntar, siguiendo el hilo de sangre que salía de su frente por la pequeña cortada hasta su ceja bien poblada.

-Señor- interrumpió la mujer-, Debe sentarse, ya traen el botiquín, se lastimó.

SeokJin asintió un poco, viendo al hombre alto levantarse de la silla. Casi en seguida un hombre alto y fuerte llegó con una pequeña caja blanca, y una cruz roja pintada en medio de esta.