Unos tenues rayos de sol se asomaron por la única ventana que había en la habitación de Seras. Esa noche pese a su cansancio no pudo conciliar el sueño después de despertar empapada en sudor producto de una pesadilla, una pesadilla en donde el hombre al que había matado aquella noche de un disparo se aparecía frente a ella, cuando levantó su mirada viendo su rostro cubierto en sangre pudo ver el rostro culposo del señor Bernadotte, esa visión causo que su cuerpo reaccionara al miedo bajo sus sábanas. El rostro de Seras demostraba el cansancio, frente al pequeño espejo que había en su baño se lavó el rostro para intentar refrescar un poco esas hendiduras oscuras bajo sus ojos, perdiéndose en su reflejo y en divagaciones que no iban a ninguna parte. Ese día no se vistió con su habitual uniforme amarillo, de su armario sacó un viejo vestido mortuorio, era un vestido viejo que le pertenecía a su madre y una de las pocas cosas que había guardado de ella tras su muerte, realmente esperaba nunca usarlo, pero la noche anterior había perdido compañeros en aquella batalla donde también casi pierde la vida y el funeral improvisado sería esa misma tarde.
Al salir de su habitación y recorrer durante unos minutos los pasillos se encontró con el señor Walter quien salía del despacho de Sir Integra.
ㅡSeñorita Seras, justamente iba a buscarla, Sir Integra la espera en su despacho.
Walter hizo una reverencia ante ella y abrió la puerta para permitir que entrara al despacho. Al entrar se encontró con la mirada seria de Sir Integra junto a una mirada que recordaba haber visto aquella noche, era el hombre carmesí.
ㅡSeras, bienvenida.
ㅡBuenos días Sir Integra.
Respondió Seras haciendo una reverencia ante ella y su invitado. Sir Integra estoica como siempre encendía uno de sus habituales puros, Seras mientras esperaba a que hablara sentía la incomodidad de encontrarse bajo una mirada casi siniestra de aquel hombre frente a ella.
ㅡCon respecto a lo sucedido la noche anterior no sabría si estar conforme con tu trabajo, como sabes espero excelencia en mis hombres a la hora de la batalla.
Dijo finalmente Integra exhalando una humareda de sus labios.
ㅡY-Yo realmente siento ser una carga, me gustaría ser mas competente, quizás si hubiera sido así desde el comienzo ellos...
Los puños de Seras se cerraron con furia y dolor al recordar los cuerpos de los Gansos que habían muerto aquella noche más los que estaban más que herido. Cabizbaja sus labios temblaron intentando reprimir sus emociones, Integra suspiro al ver la escena frente a ella, de alguna forma no podía regañarla más allá de sus palabras ya que en ella se veía reflejada parte de la niña temerosa que era cuando su padre murió.
ㅡSin embargo, el informe que me entregaron asegura que fuiste una pieza clave del éxito del enfrentamiento, también quería agradecerte eso. - Seras al escuchar sus palabras levantó su mirada, no entendía del todo a lo que se refería.
ㅡPese a ser una simple líder para mi, mis hombre son una pieza fundamental de esta organización, sin ellos Inglaterra hubiera sucumbido mas de una vez con los terroristas que atacan nuestra nación, las bajas por consecuencia son inevitables, mantenerlas al mínimo es una prioridad esencial, algo que se logró la noche anterior.
ㅡ¡Fueron vidas! hombres con nombres, historia, una familia tras de sí...
Seras no pudo evitar gritar aquellas palabras, inevitablemente sentía que pasaban a llevar las memorias de sus compañeros con sus palabras, no eran simples peones, eran mucho mas que eso... eran seres humanos. Integra no demostró ningún sentimiento u expresión, solo seguía apretando aquel puro entre sus labios, de pronto una risa cortó el silencio en la sala, Alucard reía ante sus palabras algo que no hizo más que enfurecer a Seras.
ㅡCuando cargas un arma por primera vez tu vida ya no te pertenece, es la ruleta que todo hombre debe jugar y en ese juego, no somos más que piezas al mejor postor.
Alucard manteniendo aquella incomoda sonrisa y con total calma se acercó hasta Seras, instintivamente deseo retroceder pero no iba a doblegarse a esa presencia abrumadora de muerte que emanaba aquel hombre de cabello oscuro. Cuando Alucard finalmente la tuvo frente a él levantó su mano, Seras cerró sus ojos trayendo algunos recuerdos de su infancia y la violencia que había vivido, pero sintió solo el peso de su mano sobre su cabeza y miró atónita los ojos del contrario.
ㅡAhora, ve y despide como corresponde a las piezas perdidas de este juego de ajedrez, ve y espera tu turno, ¡Nuestra reina espera que su torre permanezca de pie para liquidar a los peones!
Sin mas que decir o agregar ondeando su gabardina Alucard se retiró de la habitación dejando el sonido de sus pesados pasos tras él. Seras a pesar de tener tan extraño enfrentamiento supo a lo que se refería, miró sus manos, sus manos que ya no estaban limpias, al final la justicia solo es bienvida dependiendo de la perspectiva adecuada.
ㅡLe pondré fin a este enfrentamiento, ¡Cueste lo que cueste! aún si nuestras vidas dependen de ello...
Seras se inclinó una vez mas ante la presencia de Integra y se retiró del despacho, Integra solo sonrió, aún quedaba mucho para el acto final, finalmente todas las piezas realizarían su jugada,
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Mignonette
Fanfiction¿Qué hubiera pasado si ni Alucard ni los vampiros hubieran existido?, ¿Qué sería de Seras Victoria si nunca hubiera "muerto" aquella noche?. Un mundo alternativo, donde los vampiros jamás dejaron su paso sobre la tierra, donde Londres era la típica...