• Capítulo VII " Canario entre gansos" •

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ㅡ Demasiado corto...

Aquella falda en verdad no dejaba mucho a la imaginación, realmente no pretendía llamar la atención pero de cierta forma era inevitable no lograrlo con aquel uniforme tan entallado y de aquel color tan llamativo. El sol aún no se asomaba por sus ventanas y Seras ya se encontraba de pie frente al espejo, fue una noche pacífica para ella, incluso llegó a sentirse fresca una vez que despertó, admiraba su reflejo y a pesar de ser solo un uniforme le entregaba una seguridad que no conocía antes, ni siquiera vistiendo su traje de policía que ahora yacía guardado como un recuerdo preciado se sentía tan conforme.

ㅡ Toc toc, buenos días señorita, ¿Ya te quitaste esa pijama de abuelita?

De pronto su puerta fue abierta, el capitán Bernadotte entró haciendo gala de su mala educación y poco interés por el espacio personal al no dar aviso de su llegada con tocar la puerta.

ㅡ ¡Acaso no sabe que las puertas son para tocarse!

ㅡ Sí, pero a estas horas del día me gustaría tocar otra cosa...

No supo como interpretar esas palabras, pero provenientes de él seguramente podía esperar cualquier cosa, incluso llegó a ponerse en guardia en caso de que aquella mirada denotara la típica perversión.

ㅡ Nada mejor que armar un rifle por las mañanas, supongo que sabes a qué me refiero.

ㅡ ¡A-Ah, sí!, creo...

Realmente su compañía le afectaba, el doble sentido incluso se contagiaba, así lo pensó Seras una vez que relajó su postura, Bernadotte comenzaba a aprender a leer todas aquellas expresiones que cambiaban con rapidez en el rostro de Seras, obviamente si se refería a tocar algo por las mañanas era el deseo de acariciar esas lindas y firmes piernas que se lucían en aquel uniforme ajustado y corto pero obviamente prefirió no comenzar mal el día, ya tendría tiempo para eso una vez que la chica se habituara a encontrarse bajo su mando; Un paso a la vez.

ㅡ El uniforme te sienta bien, incluso ese horrible color te da cierta sensualidad.

ㅡ No se como debería reaccionar a eso, capitán.

ㅡ Tómalo como un halago.

Le guiñó el ojo como si intentara reafirmar su aprobatoria, Seras solo se resignó a encogerse de hombros, instintivamente bajó un poco mas su falda asegurándose de que no hubiera nada fuera de lugar.

ㅡ ¡Muy bien!, hoy es tu primer día, conocerás a mis hombres así que no te sientas intimidada por ellos, a pesar de ser algo mal hablados y bromistas me han salvado el trasero en muchas ocasiones, harán lo mismo contigo si es necesario, si se trata de una chica linda y torpe en problemas créeme que todos querrán ser candidatos a ser el héroe del día aunque claro, no creo que nadie me supere ya que llevo la ventaja.

ㅡ ¿Se supone que soy una especie de "meta" o algo así?

ㅡ Mas bien como un premio, te acostumbrarás.

De pronto la mano de Seras se encontró plasmada en la mejilla sonrojada de Bernadotte quien no tuvo mas opción que perseguirla a toda prisa por los pasillos intentando seguirle el paso apresurado y rígido que llevaba.

ㅡ Deberías dejar de ser tan violenta Mignonette.

ㅡ Ya le he dicho que me llamo Seras Victoria, y si me encuentro agresiva es por usted, es exhasperante.

ㅡ Bueno bueno, de alguna forma debo intentar llamar tu atención, a demás recuerdo que la noche en que te conocí me prometiste una cena, la cobraré un día de estos.

ㅡ ¡E-Eso no viene a caso!

Había logrado que Seras se sintiera avergonzada, se sintió satisfecho por eso por lo que sacó y encendió su primer cigarrillo del día mientras llevaba sus manos detrás de su nuca, caminando con toda calma detrás de ella observando el contoneo de aquellas anchas caderas que se movían con gracia con los pasos apresurados de la chica.

MignonetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora