El Patito Feo

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Las actividades que se llevaban a cabo en las clases de interpretación eran las favoritas entre las alumnas de la Academia Seisho porque la instructora en cuestión siempre buscaba la forma de hacerlas aprender en cada una de sus clases. Las prácticas eran ejercicios simples ya que no se trataba de otra cosa que improvisar una corta obra de teatro que todas conocían, sin atrezzo ni elaborado vestuario, participando todas ellas con papeles escogidos al azar. De aquella manera, las chicas se aseguraban de que tarde o temprano serían las protagonistas de alguna historia.

Aquel día, el título de la representación fue: El Patito Feo. Entre todas rememoraron las grandes partes de tan conocido cuento de la misma forma que dedicaron unos minutos a la selección de papeles de todo tipo de personajes. Cada una introdujo su mano en una caja negra donde se hallaban escritos los nombres de los participantes en la obra:

- ¿Uh? Qu'es ce que c'est? (¿Qué es esto?) ¿Soy un simple... cisne? – se quejó Claudine mientras le daba vueltas a su papel esperando que con sus ojos se cambiaran las letras o apareciera algo más interesante.

- Al menos eres uno de los personajes finales que dan emoción a la historia – le explicó Futaba con desgana – Yo soy uno de los "hermanos" del pato ese.

- ¡Silencio, niñas! Y prestad atención – interrumpió la instructora para aclarar algunos puntos que quería que todas tuvieran en cuenta – Contáis con cinco minutos para poneros de acuerdo en vuestras intervenciones para poder hacer fluida la obra. ¿Quién de vosotras es el Patito Feo?

Las chicas quedaron en silencio, expectantes, aguardando por la aparición de la que sería la protagonista en aquella ocasión: Tendo Maya alzó su papel así que todas pudieron comprobar que, efectivamente, ella contaba con el personaje en cuestión:

- Muy bien, no olvidéis qué personaje es el protagonista así que no decidáis sobre salir por encima de él. – terminó diciendo la instructora.

- Como si fuera tan fácil sobre salir siendo Tendo-han el centro de atención – susurró Kaoruko.

- Las interrupciones están prohibidas. Así que espero que seáis capaces de controlaros... Muy bien ¡manos a la obra!

Cada una de ellas se organizó con sus respectivos grupos siendo los hermanos y madre del Patito Feo aquellos que lo molestarían; los animales de la granja quienes susurrarían a sus espaldas; la abuela y sus mascotas quienes tratarían de hacerlo feliz y finalmente, el grupo de cisnes aquellos que lo encumbrarían.

***

La obra dio comienzo.

Claudine se sentó en una de las esquinas de la sala junto a su grupo de cisnes esperando el turno de su aparición, en dicho equipo también se encontraba Hikari así que se sentía un poco más cómoda con alguien de mayor confianza. Para poder diferenciarse del resto de personajes, las alumnas propusieron llevar una seña identificativa de modo que ellas habían decidido enrollarse en el cuello una boa de plumas blancas por lo que verlas allí, apartadas y agrupadas, las hacía verse un tanto cómicas; algunas amigas se saludaban desde lejos, murmuraban sobre la situación o trataban de hacer tiempo hasta su turno pero todo aquel descontrol quedó acallado en el instante en que Maya cayó al suelo por un empujón de Kaoruko:

- Ara~ Hermano~ Tan grande que eres y ni siquiera puedes ver por donde caminas – interpretó la chica dándose aires de grandeza al mirar por encima del hombro a su compañera – Deberás tener más cuidado o la próxima vez... podría comerte uno de los gatos.

- ¡Eso, eso! ¡Pato tonto y torpe! La próxima vez te echaremos a la boca de los gatos. – intervino Futaba.

Viendo como aquel par había superado la delicada línea entre el respeto por Maya y el miedo a ser reprendidas por la instructora por aquel gesto, el resto de alumnas se volcaron en su papel de hacerle a Maya la interpretación imposible. El miedo a arremeter contra la llamada "pura sangre" desapareció tápidamente por lo que el acoso al Patito Feo resultó en alguna que otra ocasión un tanto desmedido. Al menos, eso fue lo que pensó Claudine, horrorizada desde la esquina en la que estaba sentada; de repente, incluso ella llegó a sentirse intimidada por la cantidad de comentarios e interrupciones que hacían sus compañeras por acallar las frases de Maya:

.·º Oneshots MayaKuro º·.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora