Maya empezó a sumergirse en las páginas de un libro que había encontrado misteriosamente sobre su escritorio esa misma mañana. La cubierta era totalmente negra y su interior carecía de cualquier tipo de información sobre la sinopsis, autor o editorial. Un extraño ejemplar que ni siquiera habría abierto de no haber sido por la nota que encontró apoyada en el lomo del libro:
"Espero que lo disfrutes, Tendo Maya."
Aunque la letra no coincidía en absoluto con la de Claudine, aquella forma de expresarse le recordó mucho a ella y como tenían la costumbre de entregarse libros sin que nadie lo supiera... no encontró forma de resistirse. De modo que allí estaba, sentada en uno de los sillones de la sala común empezando una historia de la que no sabía qué esperar. En un principio, la trama del libro no parecía ser nada del otro mundo y debido a las pocas páginas que lo conformaban, Maya sabía que lo devoraría esa misma noche: la historia parecía basarse en la vida cotidiana de una niña obsesionada con obtener un diario y escribir en él las hazañas de su día a día; al parecer, la gracia de la narración parecía residir en que el lector descubría las aventuras de Sara a través de las entradas del diario. Algunas más cortas y otras más largas pero que de alguna forma, conseguían enganchar a la estudiante de la Academia Seisho.
Sin embargo la cosa empezó a ponerse interesante cuando en la descripción del día 1 de Octubre, la protagonista de la historia se entristecía por culpa de un incendio en su casa:
[ "... ¡No es justo! Mi diario ha quedado totalmente chamuscado por fuera, ahora no es más que libro oscuro y maloliente... Menos mal que las páginas no han sufrido ningún daño así que a lo mejor por eso lo conservo hasta que pueda encontrar uno nuevo..."]
Quizá fue la ambientación de las palabras, o quizá se tratara de la casualidad pero Maya dibujó una media sonrisa en el instante en que se percató del parecido con el libro que ella misma sostenía. Observó el ejemplar, buscando algún tipo de ambientación que le diera una pista sobre lo que podría tratar la historia y encontró no solo pequeños desperfectos que había pasado por alto al mirarlo por primera vez sino que además, parecía oler precisamente... a quemado:
- Oh... Interesante.
["Querido 9 de Octubre: hoy he pasado un día horrible, Mitzi ha provocado otro incendio y eso me ha traído muy malos recuerdos. Se ha iniciado en la cocina del colegio, provocando un cortocircuito que ha dejado sin luz a toda la ciu..."]
Un apagón hizo saltar las luces de emergencia en aquel preciso momento. Maya brincó del sillón debido al sobre salto y por un grito que se escuchó en mitad del pasillo. Se levantó corriendo a toda velocidad, salió de la sala común y acudió allí donde se originaba el revuelo: La cocina. Sus pies se detuvieron en seco mientras el corazón se le aceleraba. ¿Podía ser tan exacta una casualidad relacionada con un acontecimiento que acababa de leer en la ficción?
- ¡Lo siento, no me di cuenta de que metí una cuchara en el microondas! Eso debió provocar el cortocircuito... – estaba diciendo Daiba Nana a quienes se acercaban a ayudarla.
Las luces regresaron poco después así que Maya descubrió que las chicas de escenario estaban allí reunidas, dispersadas entre la multitud y compartiendo la misma cara de sorpresa que ella. Se miraron las unas a las otras y sonrieron, descargando con ello la tensión del momento. Maya giró entonces sobre sí misma y caminó de vuelta a la sala común, los nervios quedaban atrás así que ya podía concentrarse de nuevo en su lectura. El problema llegó cuando Karen, seguida del resto, la adelantó y se apoderó del mando a distancia de la televisión:
- ¿Vais a ver una película? – preguntó Maya cuando tomó asiento y cogió el libro.
- Sí... esa era nuestra intención, ¿te molestamos?
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.·º Oneshots MayaKuro º·.
Romance[Cover by me] Maya y Claudine se adoran la una a la otra pero no siempre se encuentran en situaciones como para demostrarlo~