Capítulo 21

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Me quito los lentes frotando mis ojos luego de terminar mis deberes para entregar mañana. Miro la hora en el reloj de la mesa de luz. 

22:47. 

Me estiro como un gato y camino hasta la cama donde está mi teléfono. Una notificación hace que me siente de golpe sobre el colchón.

Gray me mandó un mensaje hace casi una hora. Han pasado tres días desde que comenzó a comportarse como una persona diferente. Casi ni tuvimos tiempo de hablar entre clases porque nunca lo encuentro y por la tarde las prácticas ocupan mucho de su tiempo así que me rendí y decidí esperar a que aparezca cuando quisiera.

'Lamento haber estado tan perdido últimamente, tengo mucho para contarte, hablamos mañana.'

-Gray.

Sin emoticones, sin cumplidos estúpidos, sin apodos que odio —pero que igualmente los usa porque sabe que me molesta.

Nada. Un simple mensaje vacío.

Un simple mensaje de alguien llamado Gray.

Tal vez ya no le gusto más, y el karma se está riendo en mi cara por haber dudado tanto sobre lo que siento por él.

Inevitablemente siento como se aleja cada vez y como las cosas no son iguales que antes.

Tal vez esté siendo dramática pero recuerdo que mamá hacía esto. Hubo veces en que ignoraba pasar tiempo con nosotros, se alejaba sin decir por qué y luego la escuché dándole una explicación a papá donde decía que de esa forma no sería tan difícil cuando sea el tiempo de irse.

Intenté comprenderla por mucho tiempo, creí entender sus razones para irse pero eso no va a dejar de doler, sigue siendo mi madre aunque prefirió no serlo. Me quiere más como una amiga que una hija. Soy su amiga. Para el mundo lo soy.

Una amargura conocida se extiende por mi pecho pensando que tal vez Gray esté haciendo lo mismo.

Probablemente suene inmaduro o infantil pero la mañana siguiente fui yo la que escapó de él y fue de mucha ayuda que las primeras horas del día fuesen tan dinámicas para mí.

El club de arte del que soy presidenta tuvo una reunión. Luego la Sra Mayers, quien se encarga de la dirección, necesitaba ayuda para organizar las noticias en el box de anuncios y me pidió ese favor excusándome de mi clase. No es la primera vez que lo hago y es mejor que estar en clase de matemáticas.

Más tarde, una coordinadora de Yale se presentó durante nuestra clase. Al parecer es vieja amiga de la Sra Hamilton, nuestra profesora de filosofía, y vino por una visita de rutina como lo hace cada año.

Estoy trabajando duro para entrar a esa universidad. Además de tener uno de los mejores programas de arte, está a menos de una hora de aquí.

Muchos no esperan a que llegue la hora para terminar la secundaria y elegir la universidad más lejana de casa para mudarse, yo no soy como ellos. Amo a papá y quiero quedarme cerca de él por ahora.

Estuve tan ocupada que ni siquiera pude ver a Val, mucho menos a Gray. A la salida, me despido de mi mejor amiga con el pretexto de que tengo que buscar unas cosas que papá me pidió del mercado. Salgo corriendo del edificio y no me detengo hasta llegar a casa.

Ahora recuerdo por qué no hago ejercicio.

El día siguiente pasa igual. No veo a Gray por los corredores y, durante clase, su mente parece solo concentrarse en la pizarra que tiene en frente y el momento en el que el timbre por fin sonara.

Escucho al equipo de soccer hablando sobre el partido más importante acercándose y en lo mucho que el entrenador les está exigiendo puesto que habrá caza talentos y entrenadores de todo el país entre el público.

Cassie & Gray © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora