Capítulo 23

4K 315 70
                                    

El sonido de la gente hablando, gritando, animando se hace presente cuando paso la cerca de metal que lleva directo al campo de soccer. Las tribunas están repletas de personas, entre ellas casi todos los estudiantes de Weaver, profesores, familias y muchos otros a los que les interesa el juego. O tal vez no tienen nada más que hacer un sábado por la noche.

Como yo.

Val me llamó esta mañana para avisarme que compró dos boletos para el juego y que uno de ellos tenía mi nombre. Insistí en que no iba a ser una buena compañía para ella esta noche, pero me convenció para luego ir a comer una pizza junto a Kenny y tal vez Hunter.

Sé que sus intenciones son las de hacerme pasar tiempo con Hunter para que mi mente se olvide de Gray, pero no estoy interesada en estar con alguien en este momento. Ni siquiera con Hunter.

"Encontré a Kenny allí arriba. Nos guardó lugares," exclama Val lo suficientemente fuerte como para que la escuche por sobre la impotente multitud. "Sígueme." Toma mi mano y con cuidado avanzamos hasta un área libre donde Kenny está sentado, sosteniendo un hotdog y un vaso de soda."

"¡Ya era hora!" Se queja levantando un poco el visor de su gorra para mirarnos a los ojos. "Estaba a punto de darle sus lugares a esas dos bellezas de Windsor." Windsor es el equipo contrario. Si los vencemos, vamos directo a la final contra la secundaria Manchester.

Si bien no es la primera vez que veo jugar al equipo, no puedo evitar sentir como mi estómago se retuerce de los nervios.

De camino hacia aquí tuve una conversación conmigo misma en la que me prohíbo pensar en otra cosa que no sea el resultado del juego y en todo lo que le pondría a mi pizza cuando lleguemos al bar luego del partido.

Todos los jugadores se encuentran en el campo calentando. Obligo a mis ojos a mirar a una señora unas filas más delante de nosotros que sostiene a una pequeña niña regordeta de unos dos años con dos coletas y mejillas rosadas. La que parece ser su madre, le da besos en su nariz mientras la niña ríe a carcajadas.

Esta fue una pésima idea.

En lo único que pienso ahora es en mamá y en como nunca pudimos tener una relación así. Muevo mis ojos evitando que se cristalicen y me encuentro con la persona que menos quiero ver en este momento.

Brenna camina por las gradas usando una remera con el número doce, el cual casualmente pertenece a Gray. Viene acompañada de otras dos chicas y las tres se sientan en la segunda fila para empezar a gritar como locas. Si fuese capaz de tirar rayos gama con mis ojos, esa cabeza de fósforo estaría quemada.

"¡Tu puedes Gray!" Anima Brenna saltando en su lugar cuando Gray se acerca hasta el banco para cambiarse por la camiseta con la que va a jugar.

El grito llama la atención a más de uno, incluido al chico de ojos azules que mira primero a su loca fanática para luego barrer con sus ojos toda la tribuna hasta por fin dar conmigo. En medio de la desesperación agarro mi vaso de soda y tomo todo el contenido hasta vaciarlo. Gray es interrumpido por uno de sus compañeros para reunirse con el entrenador y respiro exasperada.

Escucho a Val dando un suspiro ahogado y me mira con ojos muy abiertos.

"¿Esa es ella, verdad?" No digo nada simplemente asiento. Y aun así después de lo que pasó ayer, ¿se atreve a aparecer aquí? Ahora regreso." Hace el amague de levantarse pero la detengo en ese mismo instante.

"Basta, no merece el esfuerzo."

"¿Vas a dejarla salirse con la suya?" Pregunta enfadada.

"El juego está por empezar." Es lo único que digo antes de que el árbitro suena el silbato.

Cassie & Gray © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora