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Se podía apreciar una habitación de aproximadamente 4 metros cuadrados. El lugar contaba con varios muebles que adornaban la casa, pero esta habitación en particular destacaba por tener una mesa en su centro con 4 sillas alrededor para sentarse. Actualmente dos de ellas se encontraban siendo utilizadas por una mujer y un niño pequeño.
¿Estás bien Sasuke? Te noto algo distante – preguntó la mujer viendo al pequeño niño perdido mientras veía su plato de comida sosteniendo unos palillos en su mano derecha.
No es nada, es solo que extraño tener a papá con nosotros – respondió el niño dirigiendo la mirada a su madre quien lo miraba con una expresión ligeramente preocupada, aunque tratando de disimular.
Sasuke había renacido en este nuevo mundo hace 10 años. Nació como el hijo único de un matrimonio joven, para sorpresa del pelinegro esta nueva familia contaba con el mismo apellido que poseía su familia en el mundo ninja. Este hecho sin duda alguna era demasiado curioso para Sasuke, quien al principio pensó que tal vez sus nuevos padres eran en realidad también los padres que solía tener en su vida anterior. Pero esa idea fue descartada en poco tiempo, pues ninguno de los dos mostró señal alguna de ello por más que el pelinegro dio algunas pistas de su vida pasada con la esperanza de descubrir que alguno de ellos lograra recordar su vida en el mundo ninja.
De esa manera el Uchiha se resignó a permanecer al lado de esta nueva familia. Sasuke rápidamente se enteró de las enormes diferencias que existían entre este nuevo mundo y el anterior. Para comenzar en este nuevo mundo la gente era bastante normal, ya que no conocían acerca del chakra o alguna energía similar. El segundo punto fue el avance tecnológico con el que contaba ese mundo era realmente impresionante con respecto al mundo ninja. Los años pasaron y Sasuke terminó por tomar cariño a ambos padres debido a que ellos le dieron lo que el pelinegro tanto añoro en su vida pasada. Por más que se negara a aceptarlo, en el fondo Sasuke siempre había querido permanecer al lado de su familia, y en esta vida se le había presentado una nueva oportunidad.
Nuevamente pensando en tu padre – dijo la madre con un tono de voz algo apagado mientras miraba el rostro de su hijo un tanto decaído – sé que hemos pasado momentos difíciles desde que se marchó, yo también desearía poder tenerlo junto a mí una vez más, pero no puedo hacerlo, y sé que a él no le gustaría ver a su hijo con una actitud tan negativa como esa – comentó la mujer mientras el pelinegro movía un poco el arroz de su plato utilizando sus palillos.
Lo sé, sus últimas palabras están presentes en mí como el mismo día en que me las dijo, pero por más que deseo continuar adelante, mi mente me hace volver al pasado y recordar esos momentos entre los tres – dijo Sasuke viendo a su madre a la cara con un rostro compungido.
Su madre al ver esa mirada se puso de pie y fue hasta el costado de su hijo y procedió a darle un abrazo envolviendo sus brazos alrededor de su hijo – él quería que nos mantuviéramos unidos, puede que Takashi nos haya dejado, pero tú y yo seguimos siendo madre e hijo, y así espero que podamos apoyarnos el uno al otro – le dijo la mujer mientras veía directamente al rostro del niño mientras una de sus manos posaba en la mejilla del infante y este de manera involuntaria le daba una pequeña sonrisa.
