Lo perdí a él.

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Okey... no te asustes, hace tiempo que no tienes citas.

-De que hablas..- dijo mi vocesita.

Somerhalder no cuenta.

-Ohhh... ahora no cuenta.

Cállate.

.....................................

Estaba en el restaurante, todo elegante, para nada mi estilo. ¿Nadie sabe que me gustan las pizzas?

-Siéntate- dijo amablemente sacándome una silla.

-Gracias...- sudaba de los nervios, ya se me iba a dañar el maquillaje de seguro.

Solo quería que pasaran unos minutos, 15 talvéz para preguntarle si le gusto o no. Sí, digan lo que les de la gana, no me importa, me comporto como niña idiota si me da la gana, soy una mujer adulta.

15 min después.

-Sí, y cuando ganamos...

-¿Yo te gusto?- dije interrumpiédo su estúpida anécdota que no estaba escuchando.

-Ehmmm...- me miró confundido.

-Sí, sí... se que esto es raro pero ten esa duda.

-¿Es lo mejor que pudiste decir?- dijo la vocesita.

Cállate.

Me miró durante unos segundos y abrió su boca, la volvió a cerrar y emitió un sonido que suena parecido a ziid, pero lo dijo con duda.

-¿Sí o no?- dije.

-Desesperada- dijo la vocesita en todo estresante.

-Sí- respondió -¿yo te gusto a ti?- preguntó.

¿Por qué me haces esto?

Rasqué mi cabeza y trate de decir algo. Lo quiero o no, mierda... estúpido impulsos de Marie.

-Que si me gustas... ehhmmm... ¿por qué no?- idiota -Sí, creo.

Ya, mátate y acaba con esto, Jesús llévame... ¿por qué siempre hago esta clase de idioteces?

-Entonces... si tú me gustas y yo te gusto....

-Di algo idiota- dijo la voz siendo racial por primera vez en su vida.

-Matthew tengo una hija- dije y al parecer todo mundo escuchó.

Todo mundo me miraba y en la boca de Matt se dibujó la palabra una hija, mier...

-Sí, como escuchaste...

Me acercó a él, y me empezó a susurrar en el oído "esto no va a funcionar". Dejó dinero en la mesa y abandonó el lugar, todo el mundo me miraba. Todo, pero no me importaba, ni siquiera me dolió, más bien me sentí aliviada.

Me levanté de la mesa y procedí a dejar el lugar, la gente aún me míraba y murmuraba. Antes de dejarlo me volteé y grité.

-¿Jamás vieron a una mujer que tiene una hija? jamás... idiotas- saqué mi dedo del medio y se los mostré a todos. Una señora se ofendió.

Reí dentro de mí y empecé a caminar hasta mi casa.

-Es lo mejor...- dijo la vocesita.


-Lo sé. Oye, has vivido dentro de mi cabeza durante mucho tiempo y no te he puesto nombre.

-Ehhhmmm... no gracias, no quiero que me pongas un nombre ofensivo te conozco.

Mientras caminaba empezó a llover, era de esperarse, la suerte de Marie Miller.

"My Boss and I"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora