"My Boss and I"

Señorita fiestera...

Mi cara aplastada en el frío suelo y Maddison riéndose, la verdad estaba cansada y la estúpida esa quería morir joven pero yo no tenía ánimos de nada.

-Levántate puerca.... Es viernes y tienes que trabajar.- dijo orgullosa.

Bufé.

-¿De cuando acá tú tan puntual e interesada en mi trabajo?- dije haciéndome la indignada.

-Mmm.... Pues desde que mi mejor, mejor, mejor amiga en el mundo va a ser la futura Sra. Somerhalder, así que dájate de estúpideces y levántate porque no quiero que pierdas a ese galán- aclaró su garganta -Y a sus millones- dijo en voz baja.

-Con que por eso tanto interés- entrecerré mis ojos -¡Solo te importa el dinero..!- dije volviéndome a hacer la indignada.

-¡Ay, ya! Sabes que es jugando... Y en serio, levántate, son las 6:02- su tono se volvió más serio al terminar la oración.

-Okey, Okey.

Me levanté y Maddison me dió una nalgada que ardió mucho.

-¡Auch!

Me metí en la ducha y intenté ser rápida, cuando salí eran las 6:13. Corrí y saqué mis Jeans favoritos, una blusa de Pink Floyd y una chaqueta que me encanta.

Fui a la cocina y allí estaba Maddison esperándome con un café en la mano.

-Toma- dijo ella mientras se maquillaba.

-Gracias- respondí apresurada.

-Adiós- dijimos las dos en coro.

Bajé la escaleras corriendo y casi me caí.

-Sabes... Este edificio tiene ascensor, uno muy bonito, con aire acondicionado- dijo la voceita esa.

Al fin había dicho algo productivo.

Entré en el auto, me tomé lo que me quedaba de café y arranqué hacia la empresa.

--------------------------------------------------------------------

Iba saliéndo del auto cuandovi a "Andreina", me miraba muy despreciativa y en su cara se notaba la maldad.

Yo solo la ignoré y proseguí a mi oficina.

--------------------------------------------------------------------

Cuando llegué ordené mi escritorio, me senté y al instante me di cuenta de algo.

-Hey... ¿No se supone que habías destrozado la silla y que no llegaba si no en dos semanas?- dijo la vocesita.

Me sorprendía, cada vez estaba más eficiente. Pero volviéndo a la realidad, ¿De dónde rayos había salido esa silla?

Pensé en ir a ver a Ian, para preguntarle. Una buena excusa para ver a mi amorcito.

-Wow, miren... Al parecer al fin aceptaste que es tu "Amorcito"- dijo graciosa.

Sabía que era muy bueno para ser cierto, la vieja vocesita ha VUELTO.

Salí de mi oficina y me dirigí al ascensor.

Cuando llegué a la oficina Ian tenía el teléfono en la mano y anotaba con otra.

Me vio y su expresión fue de "Gracias a Dios".

Me acerqué a su escritorio y me senté en la silla de "clientes" o "invitados".

-Estaba a punto de llamarte- dijo aún anotando.

-¿Qué pasó?- dije.

-¿Recuerdas lo de Louis Vuitton y todo eso?- preguntó.

-¿Sí? ¿Qué pasa con eso?