"My Boss and I"

Fin.

Desperté, era temprano por la mañana, pensé qué rayos hago despierta a esta hora. Volteé mi cabeza y del otro lado de mi cama estaba Ian sonriendo.

-¿De esta si te acuerdas?- preguntó divertido.

Acentí y sonreí. Pasé mi brazo al rededor de su torso y acomodé mi cabeza en su pecho. 

Por alguna razón la imagen de la zorra de Andreina se metió en mi cabeza, ahora que lo pienso... por culpa de ella Ian y yo hemos estado separados por más de un año. ¿Qué hubiera pasado si no se le hubiese ocurrido la idea de lanzarcele encima a Ian? Quizás... todo sería diferente.

-Ian...

-¿Sí?

-¿Te molestas si te pido algo?

-No, lo que quieras...

Lo miré a los ojos. 

-Despide a Andreina...

Rió.

-No me lo digas dos veces- dijo en tono divertido.

-¿Por qué lo dices?- pregunté seria.

-El otro día me tiró un café a propósito y trató de limpiarlo con su lengua...- rió -está loca, y lo único que hace es andar de zorra por toda la empresa...- cambió su tono a serio -He estado pensando en despedirla, pero cada vez que lo intento surge algo nuevo y ella se salva.

Reí.

-¿Con su lengua?- dije.

-Tranquila, a la única que dejaría limpiar mi camisa con su lengua... es a ti- sonrió. 

-Idiota...

-Sí, pero soy tu idiota...

Ay, no... no te pongas como película cliché. No.

-Te amo, ¿lo sabías?- dijo acercándose a mí.

Me acerqué a pocos centímetros de él, y cuando nuestras caras estaban cerca le dije "Yo también", lo abandoné en la cama y salí corriendo hacia la cocina.

Abrí la nevera y saqué un vaso de agua, me volteé y noté que alguien estaba sentado en una esquina de la cocina. Grité. 

Ian salió corriendo hacia donde estaba.

-¿Qué pasó?- dijo Ian preocupado.

Yo aún gritaba como desquiciada.

-No quería asustarte- dijo Aron.

-Idiota... pues lo hiciste- dije con mi mano en el pecho, mientras mi corazón iba a mil por hora -¿Cómo entraste aquí?- dije alterada.

-Maddie me dio la llave...- dijo asustado por mi reacción.

-Ya va... ¿qué?- lo miré como asesina -¿desde que hora estas aquí?- pregunté molesta.

¿Qué demonios le pasa a Maddie?

-Llegué hace unos minutos- me miró apenado.

Esa idiota.

-¿Y.... qué rayos haces aquí?- preguntó Ian confundido.

Empezó a llorar.

Ian y yo nos miramos, dije por lo bajo "¿y este qué?". Nos encogimos de hombros los dos.

Me acerqué a él, me puse en cuclillas y lo miré... abrí mi boca pero no salió nada, admito que me daba dolor ver sus lágrimas correr por su rostro.

-¿Qué ocurre?- dije preocupada-

Me abrazó.

Ian me miró incomodo.