"My Boss and I"

Quizás... no es tan malo después de todo.

Antes de empezar a narrar, quiero que entiendan algo, algo que me inquieta... un echo reciente.

A veces creemos que la vida es injusta, y efectivamente, lo es. Sí, sabemos que hay personas que pasan por cosas peores pero... creo que a todos nos duele por igual. Y ¿quién no ha tenido pensamientos suicidas?, pero, detente allí.

Sí, sé que estás cansado de escuchar "sigue adelante, la vida sigue", porque YO también. Pero, la vida da muchas vueltas... Y quizás- ruego por que pase -algún día te rías de eso, de ese dolor que ahora sientes.

No vengo a decirte lo mismo que todos, "sigue adelante", no. Vengo a decirte, que puedes llorar, puedes sufrir. Puedes. No te hagas daño... llora. Porque algún día vas a sonreír, y esa sonrisa valdrá más que todo el llanto.

La vida da muchas vueltas...

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Iba manejando bajo la lluvia, quién sabe cómo había llegado a esa situación.

Ese sueño de unos meses atrás me seguía torturando, ¿por qué?. Pensamientos suicidas, sí. Pero nunca matar a alguien, nunca.

Y menos a alguién a quien yo había amado con toda mi alma, ¿a quién engaño? Lo sigo amando.

...Seguía bajo la lluvia, torturandome internamente... hasta que, noté que el auto no andaba más y los coches de atrás estaban tocando la bocina.

Momento perfecto para que la suerte de Marie atacara.

Coloqué mi cabeza en el claxón y me valió que sonara.

...Vida... hija de su madre.

Tocaron el vidrio de mi auto, giré mi cabeza y... cosas de la vida. Ian.

Dio la vuelta rodeando el auto y entró por la puerta de el co-piloto.

-¿Qué rayos haces aquí?- dijo él.

-Hola- dije con mi sarcásmo en el suelo.

-Llamaré a una grua y te llevaré a casa.

Giré mi cabeza otra vez y volví a colocarla en el claxón.

Ian levantó mi cabeza y la sostuvo.

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Nos encontrabamos en su auto, él todo empapado y yo con cara de muerto.

Me sorprendía que su cabello creciera tan rápido, digo, aún no estaba completo pero... así estaba bien. Y me estaba empezando a dar cuenta de lo blanca que era su piel, y como porcelana. Era mucha sensualidad para un solo hombre.

-Marie.!!- gritó.

-¿Qué?- reaccioné.

-¿En qué tanto piensas?

-Nada..

-¿Te sientes bien?- dijo preocupado.

-Deja de agobiarme con tantas preguntas...- dije fastidiada.

-Perdón.- dijo sarcástico.

Puso el auto en marcha e intentaba ver debajo de mi cabello, pero yo no lo dejaba.

Hasta que tomo mi cabello y lo echó hacia atrás.

-¡Déjame en paz!- dije en reacción a lo que hizo.

-Pero, ¿qué te pasa?- dijo alterado.

Justo cuando iba a responderle... sentí un líquido correr por mi pierna. Vida hijo e' madre.