Capítulo 1

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"¿Por que ver por separadas esta vida y la siguiente?, Si una proviene de la anterior".

En el mundo hay diferentes creencias, dentro de ellas está la que dice que todos tenemos un hilo rojo atado y que nos une sin saberlo a otra persona, que por más enredado, doblado o estirado que se encuentre nuestro destino es encontrarlo, La vida se encargará de eso...

Victoriano santos, un apuesto joven; humilde, emprendedor que ha llevado una vida llena de arduo trabajo y mucho sacrificio, sin embargo, también ha tenido recompensa por ello.

Inés una bella joven; sencilla, humilde, honrada y sobre todo trabajadora vive su vida un día a la vez y se esmera porque todo le salga bien.

Lo que estos dos jóvenes aún no saben es que casual y paradójicamente se encontraban enlazados por el hilo rojo del destino y que este tarde o temprano los unirá para siempre...

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*Flashback*

*Mercado del pueblo*

Por casualidad, suerte o destino el joven victoriano se encontraba recorriendo los hacinados puestos del mercado del pueblo en busca de cosas que necesitaba, pero rápidamente se olvidó de lo que buscaba al ver a una bella joven pelinegra de tez blanca y ojos verdes cerca de donde él se encontraba, y se dispuso a seguirla (no porque quisiera hacerle algo malo, sino porque quería conocerla, pues esa joven lo atrajo mucho). La joven distraída en su mandado nisiquiera se había percatado que aquel joven estaba embelesado con su belleza... Ya en la parte de las flores ella no se decide por tanta variedad y ve de un lado a otro, dando una vuelta que la hizo tropezar, pero no calló gracias a que un joven la detuvo antes...

V:disculpe señorita, ¿Se encuentra bien?

I: s... Si joven

V: a ver la ayudo (ayudándola a recoger las bolsas que se le habían caído)

I: eh, gracias ¿Joven...?

V: Victoriano, Victoriano santos, un placer. ¿y con quién tengo yo el gusto?... (Extendiendo una mano en forma de saludo y esbozando una sonrisa)

I: (un poco ruborizada con la gentileza de aquel joven), con Inés, Inés Huerta...  (estrechando la mano del joven y correspondiendo a la sonrisa de este también con una)

V: un placer srta Inés... (besando sutilmente la mano suave y delicada de la joven).

I: I... igualmente... (sintió un estremecimiento cuando Victoriano le dio ese beso, se sintió de una forma diferente, nunca se había sentido así)

V:mmm... a donde quiere que lleve todas estas bolsas ...(hicieron contacto visual y a el le encantaron esos ojos verdes que parecían 2 luces que alumbraban un hermoso camino)                                                                                                       
I: (estaba perdida en aquellos ojos)... Oh! si, de echo, me voy a pie                                                                                            
V: Disculpe el atrevimiento señorita, pero, si quiere la llevo en mi auto, digo no es la gran cosa, pero usted no puede cargar todo esto, es mucho para usted.                                                                                                                                 
I: (Lo pensó por un segundo, ya que acababa de conocer a ese hombre y ya le estaba ofreciendo ayuda, a decir verdad, ella estaba sola en la vida y no estaba acostumbrada ni a pedir, ni a recibir ayuda)... Bueno, esta bien, gracias.

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