capitulo 6

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*EN EL CAPÍTULO ANTERIOR*

V: tranquila morenita, yo no voy a permitir que ese infeliz te haga daño nuevamente ni que te separe de mi... (Pasando una mano por la mejilla de ella para tratar de calmarla)

I: gracias Victoriano, pero creo que debes tener cuidado tú también, Loreto es muy peligroso.

V: lo sé, pero no te preocupes por mi, yo sé bien con quién estoy tratando.
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   *CAP. 6*

Por alguna razón Inés se quedó intranquila y es que bien dicen: "nadie sabe en realidad lo que tiene hasta que enfrenta el miedo de perderlo para siempre". El miedo de perderlo a él era enorme, más aún sabiendo que sus enemigos lo estaban acechando.

Paralelamente en un lugar algo alejado de la hacienda dos enemigos más de la familia santos se encontraban hablando acerca de los planes de venganza que tenían y que probablemente serían motivo de sufrimiento para dicha familia. Se trataba de los Mendoza, quienes querían, no, más bien exigían respuestas por parte de Victoriano y querían aclarar demasiadas dudas como lo eran la muerte de Vicente, la sesión de propiedad que este le había hecho a Victoriano y como había pasado esto. Bernarda y Eduardo simplemente querían aclarar todo de cualquier forma, claro, que uno de ellos si le estaba rondando por la cabeza la famosa frase de Nicolás Maquiavelo que dice: "El fin justifica los medios."

Edu: Madre, la idea es hablar tranquilamente con Victoriano. Buscar respuestas a nuestras preguntas y atacar solo si lo es preciso. 

B: Claro hijo... - ella no tenía la idea de atacar solo si Victoriano atacaba. Tenía muy claro lo que haría, y en nada de sus planes estaba "hablar pacíficamente"-. 

Eduardo quería hacer todo levantando banderita blanca, y solo atacar si es atacado. Por otro lado su progenitora estaba ideando todo un plan cuidadosamente elaborado para hundir a Victoriano Santos. 

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Habían pasado algunas semanas en las que Inés y Victoriano se habían seguido viendo clandestinamente. La recamara de Inés y la luna que los alumbraba cada noche. Eran sus únicos y más fieles cómplices. 

Esa noche como muchas otras Inés y Victoriano se encontraban desnudos bajo las sábanas mojadas de la cama de Inés. Se amaron por horas hasta que dijeron basta. Y luego se pusieron a conversar como los amigos que seguían siendo. 

V: no te preocupes morenita. No creo que Loreto sea tan ruin de decirle a Emiliano que es su padre... 

I: Amor es que tu no conoces lo que Loreto es capaz de hacer.... Es el peor de los hombres, es la maldad encarnada - dijo mirándolo a los ojos con expresión seria - 

V: Bueno, mañana será otro día y nos podremos ocupar de ese tema. Por que ahora no nos vamos a dormir? Ha sido un día muy... agotador - comentó soltando una carcajada y contagiando a Inés - 

I: Si, amor. Es hora de que te vayas a tu recamara... - sus labios esbozaron una sonrisa melancólica. Porque para la mala suerte de ambos amantes. Existía un reloj que le recordaba a Inés que no era exclusiva en la vida de Victoriano - 

V: Nada de eso. Esta noche dormiré con mi mujer en su cama - dijo con orgullo - 

I: ¿No te traerá problemas mañana con Déborah? 

V: Eso no es importante... Hoy el mundo puede caerse a pedazos, destrozarse por completo. Pero no me preocuparé porque se que mañana ambos reconstruiremos pieza por pieza nuestro mundo, nuestra vida... 

I: Te amo... - dijo justo antes de caer en los brazos de Morfeo - 

V: Y yo te amo a ti morenita - Se abrazó a ella como fiel navegante a un barco en naufragio. Con la esperanza de que algún día, todas sus noches sean tan perfectas e inolvidables como esa -.  

Hilo Rojo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora