El sudor recorría su piel y se pegaba en su camisa blanca, sus músculos tensos adheridos a la tela se relajaban cada vez que reducía su respiración. Se detuvo al llegar frente a una cascada, inclinándose y posando sus manos en sus rodillas, mientras recuperaba el aire perdido.
—Bien, ya que terminamos de calentar tus músculos —comenta Satoru llegando segundos después, y estirando su cuerpo para sonreír—, es hora de probar tu resistencia
—¿Como lo haremos? —pregunta jadeante, más calmado y recuperando su postura recta.
—Veamos cuanto puedes aguantar bajo el agua —responde perverso, sonriendo de una manera que causó escalofríos en su alumno.
Tenía un mal presentimiento.
Primero, no fue simplemente estar bajo el agua y aguantar la respiración durante 5 minutos. Debía evitar que las criaturas marinas como serpientes gigantes o calamares que disfrutaban el ahogar a sus víctimas le intentaran devorar. No podía sacar la cabeza por un poco de aire porque entonces su profesor le enviaría un ataque que podría mandarlo a volar.
Cuando escucho el temporizador sonar, salió del agua y escupió una gran cantidad al césped, temblando levemente por el frío que le invadió.
—Veo que has mejorado en soportar el frío mocoso, eso es un gran avance —halaga el mayor, recibiendo una mirada frustrada del castaño—. ¿Ya superaste tu miedo a la oscuridad?
—Sí, mi tía me llevo a muchas cuevas en verano y mi miedo a la oscuridad desapareció.
—¿Y tu claustrofobia? —pregunta, y el menor hace una leve mueca, lo cual respondió su duda—. Eso se superará más rápido, así que veamos ahora tu resistencia fisica
Brian asiente mientras se levantaba, estira sus músculos y luego se posiciona, esperando a que Satoru ataque.
El rubio sonríe y junta sus manos, una luz violeta las ilumina y segundos después una gran bola salió disparada hacia el pecoso. Este recibe el ataque y una explosión le envía volando hasta chocar contra un árbol, el cual retiene su cuerpo y el polvo empieza a rodearlo.
—Estoy bien —dijo, al caer y sacude su ropa la cual se secó por el calor de la bola de energía. Se levanta y regresa al lugar donde estaba antes.
—Ni un rasguño, eso es sorprendente —silba asombrado, y truena sus dedos sintiendo la emoción recorrer su sistema—. Veamos cuanto más aguantas mocoso
Brian sonríe retador, posicionándose para seguir recibiendo diferentes ataques de su mentor, que aunque no eran mortales, para otro que los recibiera sería una lesión grave en cualquier parte de su cuerpo.
Los dos jadeaban cansados pero satisfechos por el avance de hoy, agradeciendo que era sábado y Brian no tendría clases los fines de semana.
—Maestro Black —llama, cuando decidieron detener su trote y descansar cerca de la sombra de unos árboles.
—Umm, ¿dime?
—¿Podré controlar mejor la potencia de mis dones? Aún no puedo utilizar bien mi fuerza, y causó muchos destrozos si la uso —pregunta cohibido, preocupado de lastimar a alguien por no controlar su super fuerza.
Satoru le revuelve los cabellos y calmando un poco su inquieta mente. El rubio rodea el árbol, examinando detenidamente la superficie y sonríe.
—Intentemos algo —comenta, siendo observado por su curioso alumno—. Golpea con una mínima fuerza el árbol, y solamente quiero que lo rompas a la mitad, sin llegar a enviarlo a volar
—¿Esta seguro? —le mira indeciso, y el contrario asiente sin borrar su sonrisa.
—Piensa que tu fuerza es como nadar, tu elegirás cuanta energía le pondrás a tus movimientos, no te dejarás llevar por tus sentimientos —aconseja, y se acerca al castaño para posar sus manos en sus hombros—. Confía en tí
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Life
General Fiction"Todos llevamos dentro una insospechada fuerza, que emerge cuando la vida nos pone a prueba". Isabel Allende Los obstáculos serán las pruebas de nuestros personajes de demostrar si se rendirán en sus sueños, o lucharán juntos para lograr que el mun...