Capitulo 4: Defender

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En ese momento estaban en clase de herbologia con la profesora Laurel Johnson. Brian observó asombrado como Daniel podía controlar con facilidad el indomable halcón que la profesora les pidió domar en la clase de ese día.

—Eres muy bueno con los animales Daniel —asegura Brian, sincero. Luego volteo a ver el suyo el cual aún no quiere posarse en su brazo.

—Me han encantado los animales desde pequeño —murmura algo apenado, y dirige su vista al castaño, viendo como frunció levemente el ceño en frustración—. Déjame ayudarte

Se acerca con su halcón posado en su brazo, el pecoso le mira esperanzado causándole algo de gracia. Toma su mano y la acerca al animal, hasta llegar a su cabeza y le acariciara.

—Debes demostrarle que no les harás daño, y confiaran en tí —dice, y el halcón se deja acariciar para luego posarse en el hombro de Brian.

—Increíble —murmura asombrado, para luego voltear al ojiazul, para sonreírle agradecido—. Gracias amigo

Daniel ríe levemente, y asiente para luego acercarse a Verónica quien tambien tenía algo de problemas en domar al ave.

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Luego de terminar la clase se dirigieron los seis al enorme patio donde tendrían clases de Educación física. Julieta iba caminando junto a Luca en silencio, pero abre los ojos sorprendida cuando siente como le chocan en el hombro, y por la fuerza le hacen casi caer. Pero Luca a su lado le sostiene, evitando que se golpee.

—Hermana, ¿estas bien? —pregunta preocupada la peliblanca, acercándose al notar como ésta tropezaba y casi caía.

—Estoy bien —asegura, sosteniéndose del pelinegro, y voltea a verlo—. Gracias

Luca asiente y le ayuda a reincorporarse. Los demás notaron como unas chicas de corbata roja, se reían más adelante haciendo fruncir el ceño a algunos.

—¿Que les pasa a esas chicas? —pregunta levemente molesto Brian, pareciéndole grosero su falta respeto hacia su amiga.

—Solamente son chicas que les encanta provocar a los demás, por la rivalidad entre los dos grupos —responde Álex, también ofendido por lo sucedido hace minutos.

Julieta chasquea la lengua, decidida a hacerle pagar a la chica, por intentarla hacerle pasar vergüenza.

Llegan a los vestidores y se dividen para cada uno ir a cambiarse de uniforme. Al estar listos, vuelven al campo donde les esperaba su profesora Selene Stell.

—Calentaran y luego pelearan en parejas, probaré a cada uno —ordena neutra, revisando su libreta y sus alumnos asienten—. Pueden comenzar

Mientras corrían alrededor del campo, notaba como las tres chicas de antes miraban de manera desagradable a Julieta, pareciéndole muy infantil la ridícula rivalidad entre grupos, debían respetarse como compañeros, no comportarse como niños pequeños.

—Julieta Prince peleará contra Amanda Stone —dijo la profesora, y el grupo de Brian noto que era la chica quien había empujado antes a la azabache.

Julieta avanza y se posiciona, mientras Amanda también avanzaba y sonreía con arrogancia.

—Voy a ganarte, y todo su grupo demostrara ser unos débiles que no deberían estar aquí —murmura y la ojiazul frunce el ceño, aumentando sus ganas de patearla en el rostro.

—Empiecen.

Las dos se abalanzaron contra la otra y empezaron a pelear con puños. Se esquivaban y lanzaban golpes con fuerza mortal. Luego Amanda decidió crear una guadaña, y Julieta una larga espada que desprendía energía.

Su lucha aumento de nivel mientras eran observadas por sus compañeros, muchos aclamaban a Amanda de que ganara y le diera una lección a la ojiazul.

—¡Tu puedes Julieta! —grita el castaño, siendo secundado por sus amigos y también por sus otros compañeros.

Julieta sintiendo el apoyo de sus amigos, dio una voltereta y terminó detrás de la contraria, quien no pudo reaccionar a tiempo y recibió su ataque de energía el cual la mando lejos y terminó derrotándola.

—¡Bien hecho! —felicita Brian, alzando el puño y sonriendo alegre.

Julieta le devuelve la sonrisa, una mas pequeña pero agradecida.

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Se dirigían a clases de historia y Geografía, con Adrien White. Conversaban sobre las peleas durante la clase de educación física.

—Estuviste increíble Alexander, peleas con gran habilidad —halaga Brian sinceramente, y el susodicho le sonríe agradecido.

—Tu también peleas muy bien, tienes buenos reflejos —dice y el castaño ríe, rascando su nuca apenado.

—Peleaste asombroso hermana —murmura Verónica, y su melliza le sonríe cariñosa.

Antes de entrar al salón, escuchan pasos y murmullos cerca de ellos. Al voltear ven a Amanda acercándose junto a un grupo, mirando mal a Julieta quien endureció su mirada al visualizarla.

—Eres una estúpida tramposa —gruñe molesta Amanda, deteniéndose frente a Julieta y mirándola despectiva—. Se nota que en esa pelea no diste todo de ti, eres débil como todo tu salón

—La única que busca pelear sin sentido eres tú, nosotros no te hicimos nada para que empezaras a molestarnos —dijo fríamente Julieta, acercándose lentamente a la contraria.

—Tan cobarde eres que no te quieres enfrentar a uno —se burla, causando algunas risas en su grupo.

—Deja a mi hermana en paz —soltó Verónica, preocupada de que comenzaran una pelea en medio del pasillo.

—Cállate niñita estúpida, esto no es asunto tuyo —amenaza Amanda, mirando con desagrado a la peliblanca.

—¡No te atrevas a hablarle así a mi hermana! —gruñe molesta Julieta, y la contraria le mira sorprendida.

Pero ella frunce el ceño, y levanta su puño para golpear a la azabache. Pero antes de siquiera tocarla, una mano sujeta su brazo deteniendo su acción.

—No me gusta tratar mal a una chica y menos golpearla —dijo Brian, tranquilamente. Al captar la atención de la contraria, sonríe—. Pero si te atreves a lastimar a alguna de mis amigas, no dudaré en defenderlas.

Amanda tiembla levemente por la dura mirada que le dirigió el más alto, a pesar de mostrar una sonrisa amable. Su brazo es soltado, y aprovecha para irse de allí junto a su grupo.

—Gracias Brian, por defenderme —murmura algo apenada, pero sincera por el gesto del nombrado.

—Son mis amigos, si alguien intenta lastimarlos intentaré protegerlos —dice sincero, y recibiendo sonrisas agradecidas de los contrarios.

—Nos cuidaremos entre si —asegura Daniel, y los demás asienten a sus palabras.

—Bien, es mejor entrar antes de que nos llamen la atención.

Obedecen a las palabras de Luca, entrando al salón y dirigiéndose a sus puestos. Algunos miraban curiosos al castaño de pecas, quien en ese momento reía animado junto a Daniel por un chiste de Álex. Hace un momento su personalidad cambio y se vio mas intimidante, pero ahora volvía a ser un chico muy alegre y cálido.

Demostraba que a pesar de su actitud despistada y amigable, podía ser alguien que haría temblar a quien se atreviera a lastimar a sus seres cercanos.

—Como siempre, terminas sorprendiendo a todos —susurra por lo bajo Satoru, quien había presenciado la escena que ocurrió cerca del salón—. Además me demuestra que Claudia seguirá con su tonta rivalidad, esto sera agotador

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