Batman: Cape Crusader

The Abysm. Capitulo 2. El beso de la muerte.

Departamento de John Dagett.

Batman es arrojado contra la pared, mientras el Talón, de una patada voldora va hacia el, en eso Jim Gordon carga su pistola y dispara contra el asesino logrando darle unos tiros, el Talón cae al suelo, levantándose va hacia el, Batman rápidamente lanza una bomba de humo con la cual lo ciega, aprovechando la confusión lo golpea en diversas ocasiones y lo lanza contra un librero, al hacer, lo destruye.

Un momento, el se parece mucho al asesino que Chill uso para intentar matarme...¿Será posible?, debo atraparlo.

El Talón se levanta, poniéndose en guardia, Batman hace lo mismo, ambos corren uno hacia el otro, empezando una nueva lucha, Batman con el cuerpo lo empuja contra los libreros, el Talón patea su estomago, a punto de apuñalarlo, Batman lo evita sosteniendo la mano evitando que la navaja le choque, el asesino suelta el cuchillo, Batman de un cabezazo lo distrae, de un jalón lo lleva a una esquina, Gordon dispara varias veces incapacitándolo.

Batman: ¿Estás bien?

Jim Gordon: No se si el...

En eso un grupo de policías entran y apuntan contra Batman.

Policía: ¡QUIETO!

Jim Gordon: - poniendo su mano en señal para evitar que le apunten - ¡Esperen!, el salvo mi vida, no debemos

El Talón se levanta empuja a Jim Gordon, de una patada derriba a Batman, seguido va con Jim, quitándole la pistola y se apunta en la cabeza, pero al no quedar balas, la tira y se arroja a la ventana, Batman intenta atraparlo, pero el Talón cae en picada a la acera pero al hacerlo se rompe el cuello.

Era un profesional, se suicido antes de hablar.

Batman va hacia la ventana, descendiendo toma la mascara del Talón, en eso el detective Ethan Bennett le punta con un arma.

Ethan Bennett: ¡Detente, pon los brazos detrás de la nuca!

Batman le arroja una bomba de humo y desaparece.

Autopista.

Jim Gordon se encuentra manejando el auto, derrotado y hundido en la depresión, mientras va conduciendo en medio de la noche, sin apartar la vista de la autopista.

Después de recibir un incomodo sermón del alcalde Hill y el saber que mi hermano, está vivo, me siento...No lo se, perdido, otra vez siento las ganas de beber hasta ahogarme y morir.

Tomar mi pistola y dispararme, desviarme del camino y estrellarme, mierda, me siento...

Jim se pone la mano en la cara, detiene el auto y trata de calmarse, el mira la foto de sus hijos Barbara y Jim Gordon, una chica pelirroja de 16 años y su pequeño de tan solo 12, con el en Disneylandia.

¿Qué estoy pensado?, ellos me necesitan ¿o no?, ¿o si no soy suficiente para ellos?, digo más para Barbara , pequeña, perdóname por fallarte, yo...No soy fuerte, nunca lo fui.

Jim se quita los lentes, aguantando las ganas de llorar, intentando calmarse, inhala y exhala, respirando varias veces pero entonces, sin retenerse explota en llanto.

Fuiste detective Jim, vamos, empieza desde el inicio.

Hace muchos años atrás. Chicago. Illinois. Casa de la familia Gordon en Waterbury.

El antecedente...

Era una tarde de otoño común en el vecindario de Waterbury, ubicado en Illinois en el estado de Chicago, en la casa de la familia Gordon, en la cocina, un joven Jim Gordon de 17 años, estaba preparando la comida mientras su hermano de 9 años, Edward quien era un niño que era muy curioso, hablaba por teléfono con su madre.