🌥️9🦁

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Hola, bueno, ayer decidí que cada vez que un capítulo llegue a las 25 estrellitas, o sea, votos, subiré el siguiente capítulo.

No importa cuánto tiempo pase, pero, si llega, subiré el capítulo.

Bueno, ahora sí, aquí está el capítulo.

J Hope no dejaba de preguntarse por qué Solar no le había contado sobre su Alfa. Él sabía que era un tema delicado, pero esperaba que su relación fuese lo suficientemente fuerte como para tratarlo. Sin embargo, ahí estada, sentado en su escritorio, observando el cuerpo desnudo de su Omega y, al mismo tiempo, martillándose el cerebro, buscando respuestas.

—Mmm... ¿Hobi? —preguntó la rubia, finalmente despertando.

—Buenos días, ¿cómo dormiste?

—Bien, gracias. —Sobó sus ojos aún un poco cansada. —¿Y tú?

—Más o menos, la verdad.

—¿Por qué? ¿Pasó algo en tu trabajo? ¿Algo sobre Kitty? ¿O Jihyo al fin te dio información importante?

—Tengo una pregunta para ti —le dijo ignorando sus preguntas.

—Claro, dime. —Frunció el ceño.

Ese tono no le gustaba para nada. Sabía que algo sobre ella incomodaba a su pareja; lo pudo inferir fácilmente. De algún modo, tantos años viviendo con expertos en la mentira habían impactado en su forma de ver a las personas. Cada gesto, el tono de voz, la postura, era muy hábil analizándolos.

—¿Quién es tu Alfa?

Sabía que esa pregunta en algún momento llegaría, no era estúpida. Además, no tenía intensiones de repetir lo que a ella tanto daño le causó en el pasado, su pasado.

—Gucci Gang.

Ese no fue un golpe bajo, por supuesto que no, sino un balde de agua fría que lo traía a la realidad. J Hope esperaba algo así, pues era la única manera de explicar por qué Solar aguantó tanto tiempo con ese par. Había una clara conexión, una que el destino había creado, pero que ellos habían cortado.

—Sabes algo más, ¿verdad?, sobre el plan de Kitty.

—Sí, lo sé todo.

Entonces, el golpe que no había llegado antes impactó bruscamente contra su abdomen. Lo había dejado sin habla, pues todo ese tiempo había estado cegado por una venda que no aceptaba, mas ahí estaba.

—¡Deja de hacer tanto escándalo, Gucci! —exclamó Killer Prince mientras preparaba el desayuno— Si Kitty y Agust todavía no salen del cuarto, es cosa suya. No tienes nada que hacer allí.

—Aish... ¿Acaso no entiendes que no me gusta ese tipo para mi Omega?

—¿Otra vez con esas cosas? —Le entregó un plato con waffles y fruta fresca. —No es sano que insistas tanto.

—Lo sé —bufó antes de acompañar al Omega en la mesa—, pero no lo puedo evitar. Kitty y yo compartimos un vínculo pese a todo.

—Han estado juntos desde pequeños, es obvio que te preocupas. —Probó un poco de su platillo. Estaba tan delicioso que no pudo evitar perderse unos segundos antes de continuar. —Sin embargo, ¿acaso no te ha dejado en claro que no necesita más de tu protección? O sea, es un adulto y será papá...

—Ag, ni lo menciones. No quiero imaginarlo —puchereó.

Una risa rompió de golpe el ambiente. El Omega oso había hallado algo curioso en su compañero, cierta ternura que antes no había notado. La verdad es que lo sorprendía, pues, en el fondo, Gucci era como un niño.

—Eres un caramelo, cariño. Si hubieses sido así con Solar, de seguro no te habría dejado.

El Alfa frunció el ceño. Odiaba hablar de esa perra.

—No importa que me haya dejado. Nunca me terminó de gustar, no es mi tipo.

—¿Ah, no? ¿Y cuál es tu tipo?

Gucci sonrió. Ese tono de atrevimiento en la voz de Killer Prince le gustaba, era sensual y divertido al mismo tiempo, sin perder la musicalidad que le caracterizaba. Entonces, no se le ocurrió algo más que jugar un poco.

—Mmm... Tal vez castaños —dijo observándolo fijamente—, con labios un poco gruesos y olor a helado y licor extranjero. —Le guiñó un ojo, causándole un notable e inesperado sonrojo.

Hace mucho que su corazón no latía así ni su cuerpo reaccionaba ante el coqueteo de un Alfa. Por lo tanto, no pudo evitar sentir miedo. Temía volver a ser un premio para alguien, y mucho menos un premio consuelo. No obstante, conocía a Gucci lo suficiente como para jugar un poco.

—¿Y qué te hace pensar que alguien así saldría contigo? —Mordió su belfo inferior.

—No lo sé. —Se acercó a él, dejando de lado su desayuno. —Tal vez hallemos temas en común, como lo sexy que le queda su pijama balenciaga y el cabello alborotado.

—Mmm... ¿en serio? —Le siguió el ligue, rompiendo un poco más esa barrera invisible que les impedía avanzar.

—O sobre lo bien que luce sin maquillaje por las mañanas —continuó con su voz ronca.

Sin embargo, la llegada de cierto par arruinó el momento.

—¡Buenas tardes! —exclamó Kitty, entrando al comedor de un salto— ¿Qué estaban haciendo? —preguntó con tierna curiosidad.

—¡¡¡Nada!!! —gritó el otro Omega completamente exaltado.

Luego, también ingresó Agust, con el cabello desarreglado y una pijama negra que Kitty había conseguido anoche. Lucía algo agotado, pero feliz. De hecho, ambos estaban radiantes, tanto que se podía oler el amor a kilómetros de distancia.

—¿Qué hora es? —preguntó Agust al recordar que no tenía su celular consigo.

—Las dos de la tarde —contestó Gucci con el ceño fruncido—, pero a partir de mañana Kitty tendrá que dormir en un mejor horario. Los embarazos son peligrosos los primeros meses.

—Lo sabemos —se quejó el mencionado—, pero evitemos ese tema por ahora, por favor. Lo importante aquí es cómo volver a Corea y librarnos de la Policía Secreta. Y, bueno, tengo un plan, uno que no puede fallar, así que espero que estén dispuestos a dar de todo, pues esta podría ser nuestra última oportunidad. Debemos tomar todos los riesgos para que nuestro objetivo principal se cumpla, inclusive, apostar nuestras vidas.

• CAZANDO A KITTY GANG: el final • [Dki/Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora