🎼16💕

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Hola. Gracias por todos los lindos mensajes en el capítulo anterior. Ustedes son un amor, muchas gracias. Los amo.

Bueno, ahora ya estoy con todos lo ánimos, así que aquí está el capítulo.

PD: la verdadera acción iniciará desde el capítulo 20, así que disfruten de esta falsa calma

—Define... "dejar" —pidió Kitty un poco desconcertado.

—Divorcio.

—¡Oh! —exclamó con fingida sorpresa— ¿Por qué? —Sonrió.

Agust lo amaba y nunca se atrevería a dudar de sus sentimientos, incluso pese a toda la evidencia que lo atormentaba. Sin embargo, la indiferencia era algo que no permitiría. Quería ser tratado en serio, así como él trataba a su Omega.

—¿En serio debo explicarlo? —preguntó enojado.

—Aish... No eres divertido, Agust —se quejó mientras sacaba una cajetilla de cigarros.

—¡¿¡Qué haces!?! —Le quitó aquel producto. —¡¡¡No puedes fumar!!! Estás embarazado.

De repente, el pelirrosa rompió en un silencioso llanto. Cubrió su rostro y dejó las lágrimas salir sin siquiera saber el porqué. Era tan complicado, tan indescifrable, tan diferente a lo que alguna vez imaginó que sería su vida.

¿Por qué no era feliz? Se suponía que lo tenía todo: sus fichas movidas, su destinado, dinero, belleza, poder y, pronto, la Policía Secreta. Sin embargo, ¿por qué no podía conformarse? ¿Por qué no podía afrontar la realidad? ¿Por qué no quería dejar a Gucci y darse la oportunidad de ser feliz al lado de su destinado?

—¿Kitty? —le preguntó su Alfa rodeándolo entre sus brazos, viendo por tercera vez su lado vulnerable— Lo siento, no quería gritarte. —Liberó un poco de su aroma a chocolate amargo y menta para calmarlo. —Por favor, no llores.

Pero Kitty no quería detenerse, no podía, no sabía cómo. Además, si pudiese ocultarse en ese pecho de por vida, lo haría. Esa fragancia, ese amor, esas mariposas: todo eso lo reconfortaba, permitiéndole desaparecer. Tan solo necesitaba eso, tan solo un tiempo para volver a ser él mismo, el joven soñador y alegre que su padre se encargó de destruir.

—Sabes que te amo, ¿verdad? —susurró con la voz temblorosa.

—Sí. —Acarició su espalda con delicadeza. —Lo sé.

—Y... si caigo, si algo sale mal, ¿te quedarás conmigo?, ¿caerás conmigo?

—Sí —le contestó con el pecho oprimido—. Si caes, caeré contigo y te ayudaré a levantarte cuantas veces haga falta.

Entonces, más lágrimas escaparon de sus ojos. No sabía qué pasaba, no sabía si era feliz o desdichado, no sabía si merecía tanto amor después de acabar con tantas vidas. Sí, Kitty era un desgraciado, pero había encontrado una luz en su oscuro mundo. ¿Realmente la merecía?

—Lo dejaré —le dijo—. Me divorciaré de Gucci.

Así, ni bien pronunció esa oración, se sintió libre, libre por dejar de aferrarse al pasado. Sin embargo, sabía que ese divorcio era más papeleo que otra cosa, pues nunca podría alejarse de su primer y mejor amigo. Ellos juraron que estarían juntos hasta el final, y así sería, solo que no como pareja.

—Dije que lo siento —repitió Gucci.

—¿Por qué lo sientes? —cuestionó Killer con una mueca— ¿Por ignorarme? ¿Por dejarme despertar solo? ¿Por jugar con mis sentimientos?

Él se había dado la oportunidad de volver a enamorarse, de olvidar a RM, la persona a la que creyó el centro de su universo, mas todo parecía irle mal. Por lo tanto, estaba más que furioso. No permitiría dejarse engatusar por ese Alfa león, no otra vez.

—Sé que no debí hacerlo —reconoció—. Fue estúpido de mi parte, lo admito, pero tampoco era fácil para mí. No creí que estuviese listo para darme esta oportunidad.

—¡¿De qué hablas?! Siempre has tenido lo que quieres. Eres un Alfa.

—La persona a la que he amado casi toda mi vida no es mi destinado y mi verdadera Omega dejó de esperarme para irse con un Beta. ¿Crees que eso ha sido fácil? Soy un asco en el amor y mi león no deja de atormentarme por eso.

Era la primera vez que confesaba lo decepcionado que se sentía de sí mismo. De hecho, cualquiera pensaría que su vida era fabulosa, un sueño hecho realidad. Tenía dinero, buen gusto, poder y un esposo que parecía haber sido esculpido por el mismo Pigmalión. Sin embargo, su pasado era tan penoso que no le permitía avanzar.

—Supongo que debiste sentirte confundido —susurró Killer Prince.

—Sí, mucho, la verdad, pero ya no lo estoy.

—¿Ah? ¿A qué te refieres?

—Quiero estar contigo, quiero ser tu Alfa.

En ese momento, un chispa se encendió en el castaño. ¿Acaso estaba alucinando?

—Tú... —balbuceó— ¿En serio?

—Sí —contestó firmemente con su achocolatada voz—. Te quiero y te pido otra oportunidad.

Killer Prince seguía sorprendido, pero comprendió que, para enfrentar al destino y demostrarle que podía ser feliz, debía perdonar. Además, ese Alfa lo merecía. Había sido honesto y claro, serio pero romántico, vulnerable pero fuerte, había sido tan diferente a lo que la sociedad exigía de su parte.

—También te quiero. —Sonrió. —Quiero ser tu Omega.

De repente, ambos unieron sus labios con desespero, saboreando el alcohol en ellos. Eran dulces sin dejar de ser bruscos, tan embriagantes. Luego, Gucci sujetó la cintura de su nueva pareja para juntar aún más sus cuerpos. Mientras tanto, el Omega enrollaba sus brazos alrededor del cuello del Alfa. Sin embargo, sabían que no era el mejor momento para dejarse llevar por la lujuria, así que se separaron.

—¿Quieres bailar? —preguntó Gucci mientras arreglaba su camisa.

—Me encantaría. —Amplió su sonrisa.

—Después de usted —bromeó el Alfa luego de abrir la puerta.

—Gracias. —Rio, aunque luego liberó un profundo suspiro para hablar en serio. —En serio, Gucci... Gracias.

—No, gracias a ti.

• CAZANDO A KITTY GANG: el final • [Dki/Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora