Romance Santo (PAUSADA TEMPORALMENTE)

7. Muertes misteriosas

Aproximadamente un año después de los eventos del hospital, la oficial Erika dormía plácidamente en su cama pero comenzó a tener un extraño sueño. Veía a una pequeña niña de cabello largo y negro, jugando con su perro Adolf, en el patio de su casa, sin querer llegaba a un sitio al que su padre le había prohibido meterse, una vieja bodega donde guardaban utensilios viejos y en desuso. Quiso marcharse pero vio con sus propios ojos como el candado que bloqueaba la puerta se abría por si solo. Su curiosidad la llevó a entrar a ese lugar y halló una cajita sellada con un pergamino el cual decía Athena. Al abrirla dos seres espectrales aparecieron ante ella.
—Pandora te agradecemos por habernos liberado de esa caja en dónde permanecimos dormidos por más de 200 años— dijeron al unísono.
—Un momento ¿quienes son?—preguntó la niña.
—Soy Hypnos el dios del sueño.—dijo el primero—Y yo soy Thanatos el dios de la muerte.

Al oír eso Erika despertó asustada. «¿Que clase de sueño era ese?» Se sentó en su cama preocupada, y atinó a servirse agua. Primero los eventos del primer día de trabajo, con esos seres extraños que portaban armaduras doradas. Y ahora este extraño sueño con los dioses del sueño y de la muerte. Terminó de beber el agua y se volvió a recostar.

—Debo estar volviéndome loca. Demasiada obsesión con mi trabajo.— Dijo intentando calmarse. Pero algo el destino quería decirle. Volvió a dormirse y al día siguiente esas ideas y ese extraño sueño comenzaron a molestar. Cuando terminó su turno fue a su casa y empezó a hacer búsquedas por internet. Encontró información básica. Hypnos era el dios griego del sueño y Thanatos era el dios griego de la muerte.
—Esto es una perdida de tiempo. La existencia de dioses o de caballeros guardianes es solo un mito.— decía mientras hablaba sola.

Continuó su búsqueda y recordó el nombre de la niña de su sueño. Pandora.
Luego de encontrar información sobre el mito de la caja de Pandora, una noticia extraña apareció frente a ella. El castillo de la familia Heinstein y su supuesta maldición. Entró al sitio en línea para leer la noticia.

« ¿Maldición o Extraña enfermedad?
Los duques Heinstein dueños del castillo Heinstein en Baviera, Alemania acaban de fallecer y su muerte está envuelta en misterio. Al parecer todos los habitantes del castillo fallecieron en condiciones extrañas. Todo sucedió después del nacimiento del segundo hijo de la familia. Inexplicablemente la única que sobrevivió a la extraña enfermedad que aqueja a la familia y los habitantes del castillo, es la primogénita de la familia la pequeña Pandora Heinstein de 3 años, quien quedó al cuidado de dos tíos, familiares directos del duque Heinstein. Los susodichos no quieren dar declaraciones a la prensa. ¿Está historia será realidad o ficción?», finalizaba la nota.

Debe ser broma, pensó Erika pero la noticia no dejaba de ser extraña.

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Llegó un punto dónde la obsesión con los mitos griegos, comenzó a meterla en problemas. Cada vez que deseaba inmiscuirse en situaciones extrañas, sus superiores la sancionaban. Tuvo tantos llamados de atención que estuvo a punto de perder su puesto. Scarlet una compañera de otra unidad, se acercó a hablar con ella para ver si la podía hacer entrar en razón.

S —¿Oye no es de mi incumbencia pero porque no dejas de meterte en problemas? Si dejaras de lado las teorías de conspiración lograrías un ascenso, eres buena en tu trabajo pero necesitas enfocarte.

E —Realmente mi puesto no me interesa. Siento que estoy en esta vida para algo más, que detener pequeños delincuentes. Este trabajo me sofoca, pero necesito el dinero.

S —¿Cuántos años tienes?

E —20

S —Eres muy joven. No arruines tu oportunidad por sueños vanos. Además si te esfuerzas en tu puesto, tal vez a futuro te dejen participar de investigaciones.¿No te gustaría ser detective y resolver crímenes?

E —Eso sería más interesante que poner multas o atrapar arrebatadores. Pero nadie me dará la oportunidad, soy un desastre. Soy la vergüenza de mi unidad.

S —Oye, si te enfocas, si de verdad trabajas duro llegarás a convertirte en detective, y te darán buenos casos para investigar. Pero si continúas dejando a tu unidad en ridículo, es obvio que te despedirán.

E —¿Crees que tengo oportunidad?

S —Si te esfuerzas claro que sí. Pero deja tu inmadurez de lado. Si de verdad quieres investigar casos raros, conviértete en una verdadera detective. Primero serás oficial y cuando demuestres madurez podrás ascender. Te llevará algunos años pero es mejor a tener que buscarte otro empleo. ¿Cuál fue tu motivación al entrar a la policía?

E —Mi madrina me obligó a meterme aquí. Era esto o el ejército y prefiero esto.

S —¿Que hay de tus padres?

E —Padre no tengo y mi madre murió cuando nací. Ni siquiera tengo fotos de ella. Mi madrina dice que me parezco a ella.

S —Hazlo por ellas entonces. Lleva el nombre de tu familia en alto. Y en tu tiempo libre investiga todos esos mitos griegos que tan loca te tienen. Pero no dejes que eso arruine tu vida.

E —Tienes razón. Todos solo se burlan de mí y nadie intenta ayudarme. Te agradezco tus consejos, no te decepcionaré, ya lo verás. —dijo alejándose

S —Tu destino está trazado pequeña— dijo Scarlet y se alejó de allí con una sonrisa mientras sus ojos negros se tornaban verdes.

De regreso a su vida solitaria Erika pasaba por un callejón perdido de la cuidad de Atenas y halló un pequeño gato blanco que estaba abandonado. Cuando quiso cargarlo un perro demoníaco intentó atacarlos. El animal estaba determinado a lastimarlos a ambos, por lo que asustada cayó al piso, pero un joven y atractivo Caballero apareció frente a ella y le tendió la mano.

M —Largo de aquí, yo me encargo.

E —¿¡Estás loco!? Ese animal parece poseído, de seguro te lastimará.

M —No le temo al peligro, yo soy el peligro. Toma al gato y vete.— gritó el Caballero.

E —¿Quien eres? Al menos dime tú nombre.

M —Eso no te incumbe. Por tu bien aléjate de este lugar.

Erika lo miró desconcertada, levantó al cachorro de gato y se alejó de ahí corriendo. Era la tercera vez que veía a un caballero pero este no era uno que haya visto antes. Este tenía una uña roja y afilada que le heló la sangre en cuanto la vio, además de una personalidad hipnotizante.

El destino de nuestros protagonistas está encaminado, un joven santo ocultando su existencia en Japón al lado de la Encarnación de la diosa Athena, otros santos aceptando la mentira de que su diosa sigue en el santuario y ocultandose de la sociedad. Una joven policía acercándose más y mas al destino que trazaron las estrellas. La pregunta es querido lector, ¿quieres continuar esta aventura con nosotros?

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Gracias a quienes le están dando oportunidad a esta historia, comentarios y votos me ayudan a que la historia llegué a más lectores que les interese. A medida que avance la historia se pondrá más y mas intensa. Gracias por leer.🌹