|L L U V I A|

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Luna
2 años.

Era un día nublado después del trabajo y escuela, afuera comenzaba a llover con algo de fuerza, ruido estruendoso proveniente del techo oscurecido desde las alturas; los niños dormían una siesta antes cenar.

—¡Papi!— grita asustada una pequeña desde su habitación.
Ambos padres llegaron uno detrás del otro de inmediato, Logan es quien toma en sus brazos para calmar su llanto.

Peter a ver al niño más grande al cuarto siguiente, éste dormía plácidamente con los cabellos azabache revueltos.
Regresa con su pareja e hija —le asustó el ruido de afuera— le informa acariciando la espalda de su hija.

Asiente, rodeando para buscar el rostro lloroso —Lu, solo está lloviendo. No pasa nada—

¿luvia?— se encontraba  escondida en el cuello de su padre dejando de temblar.—¿qué es?— los luceros oliváceos encontraron el rostro de su padre entre la luz cálida del cuarto.

Esa pregunta era cómo el pan de cada día para ambos padres desde que sus dos personitas andantes pudieron hablar y saber para que se utilizaba —bueno, la lluvia es agua que cae del cielo— no era la primera vez que explicaba, pero no sucedía seguido así que se olvidaba.

—¿Po'qué?—

—Las nuves toman mucha agua, cuando están llenas cambian de color ¿recuerdas cómo eran el otro día?— pregunta con una sonrisa recibiendo un asentimiento pequeño —son blancas y cuando se llenan son grises, están muy llenas que no caben en el cielo— Peter hace pequeños movimientos con los hombros como si fuese acomodarse —por eso se exprimen como naranjas y caen muchas gotitas de agua ¿quieres ver?— extiende sus brazos, ella se remueve del lugar más seguro que conoce para ir a otro.

—No salgan a mojarse— advierte el mayor después de darle a la niña, conocía cada movimiento que había en aquella cabeza ajena.

—Solo veremos por la ventana— quizás le daban ganas de hacerlo, pero eso a simple vista podría ser una tormenta y por los sonidos duraría un buen rato. Abriga un poco a Luna antes de caminar por el pasillo hasta la ventana, deja que observe desde ahí —lo ves— era un azul grisáceo con destellos de claridad para ver las nubes y un pedazo despejado, como si fuesen dos planos. Abre la ventana sacando su brazo este en el contacto del exterior se moja —solo es agua, como la regadera, puedes sacar la mano si quieres— invita.

La pequeña Howlett con valentía levanta su suéter para sacar su manita y mojar la, solo unos segundos — fio, papi— metió su mano mirando al cielo después su mano, su padre ha cerrado la ventana y el viento también se fue.

—Es un poco fría— sonríe evitando reír ante lo delicada que había salido su mujercita —pero es buena, los árboles van a crecer mucho—

Ella no hizo caso, en la calle corría agua cuesta bajo frunció el ceño pensativa para abrir los ojos algo aterrorizada —¡nos vamos hoga!— el llanto quería volver a salir, recordó esa película donde era una escena similar y todo era agua después.

—No amor— le pega a su pecho en un abrazo con besos en su cabeza —no pasará nada, lo prometo— posiblemente ya era momento de la cena —¿quieres ir con papá y comer galletas?— necesitaba quitarse a la lapa temblorosa. Bajó con Logan quien la recibió y la ocultó en su manta favorita de la pequeña, eso los tendría entretenidos para hacer la cena y despertar a Daken.

Luna ya no tuvo tanto miedo a la lluvia.

Un nuevo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora