Mi Maestro

Nuevo plan

Narrador.

Y ahí estaba el, buscando la manera de entrar a la habitación de aquella mujer, su complice, no se arrepiente de lo que le hizo, al contrario el lo disfruto mucho, cada que le hace eso a una mujer el siente la adrenalina recorrer sus venas, es como una droga para su cuerpo que cada día le pide mas y más, pero su cuerpo se siente atado a aquella jovencita de piel canela y ojos deslumbrantes, siente la necesidad de tomarla y hacerla suya, ya sea a la buena o por la fuerza, pero sin duda alguna la tendra, probara esa piel que el tanto desea, ese cuerpo que solamente a tomado aquel hombre idiota que no la merece, tal parece que su plan no funciono, esa mujer lo a traicionado y a dicho que el fue el autor intelectual de aquel crimen, ahora la policía anda detras de él, sabia que esa mujer no era de fíar y era un traicionera, todas las mujeres eran unas idiotas y estúpidas, y esa zorra pagaría muy caro el haberlo traicionado, por que con el no se juega.

Llevaba media hora parado esperando el momento oportuno, y ahora era ese, un enfermo había salido a fumar, con sigilo se acerco y le golpeo la cabeza, no quería que despertara asi que primero le quito el uniforme y luego le corto el cuello, arrastro el cuerpo en la parte del bote de basura y lo echo sin remordimiento alguno, se cambio y sonrió como sin nada hubiera pasado, era el momento perfecto, asi que entro sin pensarlo demasiado y camino hacia la habitación de la mujer. Abrió la primera puerta y noto que ahí no estaba, asi que siguio caminando hasta llegar a un pasillo en dondd salía un doctor, le pregunto por la paciente y el le indico que era la habitación contigua. Asi que camino mas despacio, su cuerpo sentía unas vibraciónes, sentía un placer al saber lo que le haría, acomodo el cuchillo detrás de su espalda evitando que se le cayera y que alguien mas lo notara.

Ella estaba recostada en la cama dandole la espalda a la puerta, para su buena suerte ella nisiquiera se volteó, apresuro el paso se acerco y le tapo la boca.

-shhh, hola zorrita-le dijo al oído, mientras ella intentaba soltarse forcejeando con el.

No grites nena, como notas no podras hacerlo, sabes confiaba en tí, -comienza a decirle-pero me defraudaste como todas las malditas zorras a las que maté, si, como lo escuchas eh matado a algunas zorras que me traicionarón-sonríe siniestro, saca el cuchillo y se lo coloca en su cuello, la mujer abre sus ojos y lágrimas bajan por su rostro al sentir el filo cortarle un poco.

-confiaba en tí, pense que ibas a quitarme a ese idiota del camino, pero como siempre dicen, no confies en las mujeres que son las primeraa en traicionarte, se perfectamente que me delataste y ahora la policía anda buscandome, pero sabes soy muy astuto, no por eso llevo años escapando ain dejar rastro y que hasta ahora no me hayan agarrado, la policía es tan estúpida que ni dejandole huellas han podido dar conmigo, me encanta estar en México, es un lugar perfecto para vivir tranquilamente y que nadie estorbe.

Sabías en lo que te metías, pero no pudiste con el paquete, que tonta bebe, conmigo no se juega, ahora moriras como muchas otras, shhh no llores, le quitaba las lágrimas con sus dedos y se los llevaba a su boca.

-exquisito, simplemente exquisito, las lágrimas antes de morir es lo mejor, llora, no sabes lo bien que me siento.

Ella intenta pelear, le muerde la mano pero el es mas fuerte, le pega en el rostro con toda su fuerza y ella simplemente cede.

Nos divertiremos un rato, sera pequeño lo prometo, no tardare nada. El la alza su bata y nota que ella esta desnuda, nota los hematómas, y mordidas.

-mira que belleza,-toca sus piernas
-son suaves y de excelente color, lamento si te dolió, pero a mi me encanto-le dice victorioso.

Solo te probare una vez mas,- le dice exitado.

Se baja el pantalón y la penetra a la fuerza, le tapa la boca evitando que ella grite, lleva sus manos a su cuello de la mujer, mientras la viola la axfisia. Ella patalea pero es inutil, poco a poco su vida se va apagando y deja de respirar, deja de sentir, el hombre termina y se vacía en el cuerpo sin vida, gruñe y gime de placer, en su sangre siente la adrenalina pura con lo que acaba de suceder, la coloca boca abajo y le muerde la vagina, la muerde tan fuerte que lo hace sangrar, se limpia la boca y sonríe macabro al ver como quedo la mujer. No espera mas y se limpia, sale del cuarto como si nada haya pasado, saluda a las enfermeras como si fuera otro amigo más, es experto en engañar a la gente, lleva años haciendolo, sale por la puerta y se sube al auto que robo, no le importa que las cámaras lo hayan grabado, al fin y al cabo no es la primera ves, siempre cambia su aspecto y asunto arreglado, por el momento el asunto pendiente que tenia con la mujer a sido resuelto, y salió mas que beneficioso para él, no negara que esa mujer estaba loca, pero que buena estaba, lastima que se metió en su camino. Su prioridad ahora era su obseción, su bella niña de ojos penetrantes, y sonrisa que hace que su alma se sienta redimida, el sabe que ella es su perdición, sabe perfectamente que por ella dejaría de matar y huir, pero ella a preferido a ese millonario estúpido, no, el no la tendra mas, de eso se encargara él. No permitira que ella siga con el, y no perdera el tiempo, mañana mismo tendría entre sus brazos a su niña, iría por ella y nadie se lo impidiría, de eso se encargaría, manejo rumbo a su casa y parqueo el auto lejos, su enojo aumento al notar que dos autos estaban en la puerta de su niña, habia reconocido al primero, sin duda era del riquillo ese, y el otro era igual de una persona rica podía notarlo por la marca del auto, espero paciente y pasada la media noche vio como ambos hombres salian del edificio. Sonrío para si mismo.

-buenas noches Emiliano, espero que hayas disfrutado tu velada con mi niña, por que sera la última ves que la miraras.

Se dijo a a si mismo, mientras veía los autos marchar, solo quedaba esperar...