Emiliano*
Tengo la firme decisión de hacer lo que planee, asi que me preparo mentalmente para lo que hare y me rió, si todo sale bien como lo planeado, Jessica estara en graves problemas.
Me tomo una ducha nuevamente, pero en esta ocasión me tomo el tiempo necesario, noto la creciente barba a comenzado a salir, pero no la retiro, me gusta el aura maduro que tengo, no quiero aparentar ser un jovenzuelo, se perfectamente que a la venadita le encanta.
Bajo del cuarto y tomo el elevador, para ir a ese lugar en la cual hoy tendra un uso especial.-Buenas noches señor Emiliano bienvenido sea-me saluda Nort, un hombre enorme y robusto, el cual cuida la entrada del lugar.
Entro a paso seguro y sonrió, Pedro esta sentado y tomando una copa de licor; por el color distingo perfectamente que es una cuba, llego hasta el y lo saludo.
-hola hermano, ¿te estas preparando para lo que haremos ?-le pregunto
-si claro, solo espero que esa arpía como la llamas, no nos descubra.-sonríe torcido, lo noto ansioso y quizas un poco preocupado por lo que haremos.
-¿ahora si hermano, dime como rayos, le haras para que ella no descubra mi voz?
-muy fácil, yo la recibire, incluso vestiremos igual, pero el que haga el trabajo por supuesto seras tú, ya sabes de donde saldras.
-¿crees que ella no sospechara? me has dicho que es astuta, revisara toda la habitación por si acaso hay una cámara escondida.
-tranquilo Pedro; deja todo en mis manos.
Seguimos al tanto en un charla amena y al notar que falta poco para que ella llegue, ambos caminamos al cuarto e inicamos a cambiarnos. Esta noche me puse un pantalón de mezclilla que tiene varios rotos en los lados, sin camisa, solo por esta ocasión le dare el gusto de verme sin ello, al igual que me colocare un antifaz muy especial, solo para ella.
Termino de alistarme y por medio de Nort, se que ella ya llego, le pedi encarecidamente que me lo notifique, las habitaciones cuentan con una luz la que parpardea, cuando llegan visitas no deseadas. Me siento en la silla que coloque justo en el medio, y la espero.
La puerta siendo tocada con gran insistencia me anincia su llegada, sus toques indican lo desesperada que esta.-Hola mi amor, te ves tan apetitoso-se acerca rapido e intenta besarme.
-detente Jessica, esta noche te dare lo que deseas; pero con unica y sola regla que yo tenga todo el control.
-hace años que estoy lista para ello mi Emi-dice emocionada.
-alejate de mi, camina y recuestate en la cama-le ordeno.
-acaso me crees tonta; no, no mi bebe Emi, no nací ayer, tengo que ver mis intereses y mi privacidad, dame solo cinco minutos y ahora te obdezco.
Ella saca de su bolso un aparato el cual detecta cámaras o señales y luz infraroja, sonrió en mi adentro pues contaba con ello, ella camina toda la habitación, toca las almohadas, un cuadro que por mi gusto tengo colgado ahí, abre la cortina y nota que no hay nada, me siento aliviado, el cuarto escondido donde precisamente saldra Pedro no se nota a simple vista, siente las paredes y cuando al fin esta convencida de que no hay ningun camara o plan donde ella saldra perjudicada decide hablar.
-Ahora si mi Emi ,eh comprobado que no me quieres poner una trampa-camina hacia la cama y se recuesta-¿asi estoy perfecta o me quito la ropa de una vez? -dice tratando de sonar sensual.
-si, asi esta perfecto, pero quiero verte mucho mas caliente y sensual de lo que estas ahora-le contesto.
-cierra los ojos-le ordeno.
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Mi Maestro
AcakNatalia estaba por cumplir 18 años cuando su hermana Betty le regala una sesión de sexo, ahí conoce a Emiliano, un maestro del sexo, el cual le propone enseñarla en lo que él es mejor, el sexo y placer, ella acepta. Y ambos juegan un juego muy p...