El frío despertó al joven que intentaba darse calor con su propio cuerpo, miró a su alrededor confundido y vio sus cobijas desparramadas por todo el suelo, como si estas nunca lo hubieran cubierto en algún momento de la noche.
—Debería dejar de soñar y moverme tanto, a este paso ni yo despertare en la cama —susurró para sí mismo, refregando sus ojos con fuerza y frustración.
Se levantó con pesadez y recogió todas las cosas, para luego acostarse acurrucándose entre el calor de las cobijas e intentando volver a dormir, algo que no resultó posible, ya que la luz tenue del sol comenzó a asomarse entre los delgados espacios que la cortina no lograba cubrir, y estos daban directos a su rostro.
No era noticia que el sueño se le fuera tan pronto como llegaba, pero en ciertos momentos deseaba dormir durante horas, que nada ni nadie lo despertara, solo dormir.
Jungkook asomó la cabeza por la puerta, miró hacia todos lados y salió en puntillas de pie, odiaba despertar a los demás mientras él estaba despierto, igual que cuando apenas habían debutado y no podía bañarse junto con los demás miembros, no le gustaba sentir que podría molestar.
Ingresó a la cocina sin prender la luz, no hacía falta cuando los rayos del sol ya estaban haciendo el trabajo, caminó como si de un espía en plena misión se tratase y se sirvió agua en un vaso, y tras sentarse encima de la encimera, miró la pastilla que tenía en la palma de su mano, ya hacía varios meses que había comenzado con el tratamiento, 2 meses para ser específicos, y todos a su alrededor podían notar una mejora, todos menos él.
Tragó la pastilla acompañada de agua, mucha agua, desde pequeño le había costado mucho tragar las pastillas de gran tamaño y ahora no sería la excepción.
—¡Hey!.
Un pequeño grito ahogado resonó en toda la cocina, haciendo eco en el silencio de la misma, perdiéndose entre los rincones más pequeños del lugar.
—¡Ay, hyung! —dijo llevándose la mano al corazón, intentando regular su pulso— casi me muero —murmuró dejando el vaso a un lado, el cual casi se le cayó a causa de sus temblorosas manos.
—Buenos días para ti también —el mayor sonrió con diversión.
—Buenos días, Jimin hyung —dijo sonriendo suavemente, mientras daba un salto bajaba de la encimera.
El recién nombrado se sentó en una silla sin dejar de reír, la reacción del menor había sido muy graciosa, sus ojos se habían agrandado y sus piernas casi tocaron el techo.
—¡No es gracioso!, podría haber muerto del susto —se defendió con indignación al ver a su amigo reírse de él.
—Claro, tal vez si hubiera sido Yoongi Hyung podría entender tu reacción al verme, ¿le has visto la cara por las mañanas? —dijo dándole una mordida a la manzana.
—Les veo las caras a todos hace años —le respondió agarrando unas galletitas de coco que su hyung había hecho el día anterior.
Jimin asintió concordando con el menor, estaban muy acostumbrados a verse todo el tiempo, en todo tipo de situación, pero sin duda jamás va a olvidar la cara de susto que el chico frente a él había puesto minutos antes.
—Hello everyone —Canturreó Taehyung entrando aún con el pijama puesto.
Los chicos lo miraron fijamente en silencio, preguntándose como una persona podía tener tanta energía por las mañanas, no es que fuese raro, pero Taehyung solía estar todos los días así, incluso cuando estaban agotados, y eso era algo de lo cual Jungkook llegaba a envidiar, la forma en cómo el mayor se mantenía positivo y parecía poder con todo los problemas, algo que él no podía y temía no poder jamás lograr.
ESTÁS LEYENDO
Broken -Jk
Teen FictionJungkook creyó tener el control de todo. Pero, cuando su salud mental decayó, se dio cuenta que nunca tuvo aquel control. -No adaptaciones. -Leer es tu responsabilidad. -Derechos 100% míos. -Depresión/ Ansiedad. -Bangtan.