G.I.N.A.S.F.S. JIKOOK

νєιиτє

Estaban retomando su vida normal, por lo menos desde que ahora eran familia. Para los mayores seguía siendo incómodo que el menor los viera besarse, sabían que no tenía problemas con ello pero debían acostumbrarse a que el menor ya sabía que se querían.

El menor lo primero que hizo al volver a clases, fue a buscar a Minho para abrazarlo. No lo veía hace mucho y ni tampoco las escasas veces que lo vio pudo acercarse porque su madre no se lo permitía. En ocasiones tenía miedo de abrazarlo pensando en su madre, pero recordaba que ya no la vería y su miedo se iba.

Los mayores estaban en casa, Jungkook había llevado al colegio a Jisung y se había devuelto. Se iría con Jimin pero se habían metido a bañar para irse juntos al trabajo, aunque fuese una mala idea puesto que el castaño estaba muy cariñoso. Jimin lo iría a dejar a la oficina y luego él se iría a su consulta.

— Jungkook, llegaremos tarde —comentó soltando una carcajada

— No quiero ir —continuó besando su cuello

— Es tu trabajo —acarició su espalda

— Pero quiero estar contigo —lo abrazó inmediatamente con algo de fuerza— No me quiero esconder más

— Cuando volvamos iremos con Jisung al parque o no sé, todos juntos

— Pero quiero estar a solas contigo —murmuró

— Tendremos muchas oportunidades, sólo que ahora debemos cumplir con nuestra responsabilidad ¿bueno?

— Está bien, iremos al parque con él —sonrió— Espero que llegue con ganas de ir

— Seguro que sí, al menos que vaya a dibujar

Estuvieron de acuerdo. De igual forma se retrasaron al quedarse conversando mientras se bañaban. Por suerte llegaron dentro de su horario, apurados pero llegaron sin problemas.

Jisung incluso se notaba de más ánimo en el colegio, quizás no era ese típico alumno brillante académicamente pero sí brillaba con sonrisa y sus habilidades en sus clases de arte. Se la pasó jugando con Minho en los recreos, ya poco le importaba que le dijeran cosas feas sobre su forma de ser.
Ignoraba cualquier comentario o sólo los miraba para continuar jugando y divertirse. Era un niño que leía mucho, y alguna vez leyó que la indiferencia era la mejor arma para alejar los malos comentarios y pensamientos.

Salió del colegio corriendo, Jooheon lo seguía mientras reían. El menor no sabía lo que había pasado así que se detuvo en el portón dejando que el castaño siguiera.

— Minho, ven —hizo la seña con su mano y éste negó

— No quiero que tu mamá te regañe y te haga algo malo —bajó la cabeza

— Ella no viene por mí, viene mi papi

— ¿De verdad? Pero ¿no se enoja?

— No, no me dirá nada malo. Ven —le tomó la mano y lo llevó cerca del auto

Algunas personas lo miraban extraño. Esa era la palabra, tabú. Jimin bajó y los saludó. Minho lo miró con extrañeza, el pelinegro no era su padre incluso nunca lo había visto. Él conocía al castaño alto, pero no al pelinegro fornido.

— Vamos a ir al parque ¿llevarás a tu amigo?

— Minho ¿vamos? —dijo emocionado

— Le debo decir a mi papá

— Yo le llamo —respondió el pelinegro con una sonrisa

Por suerte le autorizaron, Jimin llevaba a los menores en el auto. Estos iban jugando con cartas Pokemon, reían y el rubio también lo hacía.