LA CHARLA

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Me encontraba en una sala bastante grande con aproximadamente 60 personas mirándome fijamente, todas esperando a que comenzara hablar. La pregunta a todo esto, es porque no comenzaba hablar, porque no empezaba a contar todo aquello y así aquellas personas dejarían de esperar; no sé porque no empiezo, que me pasa, a caso la historia es mejor no contarla, a caso esta historia es mejor guardarla para siempre, la verdad es que no lo sé. Tengo que comenzar a hablar, pero porque no lo hago, porque sigo aquí parada mirando a todas estas personas. Porque nadie habla, porque están todos quietos como estatuas, que está pasando, no lo sé; porque me miran con los ojos, se que no pueden hacerlo de otra forma, pero, me estoy poniendo nerviosa; por favor cállate Mara, comienza a contar la historia tampoco es tan difícil, pero ¿porqué no comienzo?,¿ porque no me muevo?, ¡hola! ¿alguien me ayuda?. Vale se que nadie me puede oír, pero es que no puedo hacer esto, no puedo me es imposible, la gente está muy ansiosa, la gente me está mirando, la gente... creo que no puedo, no puedo.

Yo creo que lo mejor será que me vaya de esta sala, pero como me voy a ir, ósea, si me voy de aquí todas estas personas se quedaran sin la historia, pero acaso a alguien le importa esta historia, acaso alguien ha venido a escucharme, seguramente todos están aquí para reírse de mí. Porque sigo sin comenzar que me está pasando, alguien podría ayudarme, seguramente me este volviendo loca, que me pasa, porque no hablo, porque sigo sin hablar, vale la solución para esto va ser irse, si seguramente nadie me vea porque a nadie le importo, o igual todos se ríen de mi.

Después de esos segundos pensando, los cuales parecieron horas, decidí comenzar, cogí mi hoja y empecé a hablar.

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