LA CASA DEL ESPÍRITU

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Era la noche de halloween, un dia muy popular para nuestro pueblo,  todos salian a celebrarlo con sus disfraces más aterradores.
Los niños pedian caramelos a los vecinos e intentaban asustarse unos a otros, provocando gritos en las calles. Al acabar conseguian una gran bolsa repleta de dulces diversos. Los mas mayores intentaban asustar a los más pequeños decorando sus casas con fantasmas y vistiendose con trajes espantosos.
Todas las calles se adornaban con calabazas que habían recortado los niños, provocando un ambiente lúgubre y sombrío. Las luces de las calles se apagaban y la unica luz que había era la de esas pequeñas calabazas con caras aterradoras.
A las doce de la noche todo el pueblo se reunía en la Plaza  y contaba sus historias mas pavorosas de fantasmas y espíritus. La mas popular de todas, era sobre la casa vieja de la colina, conocida como "La casa del espiritu"; se decia que allí vivía un viejo espíritu de más de 200 años, nacido en la guerra. El vagaba por las calles todas la noches de halloween buscando a alguien. Vestía ropas largas y su cara estaba deformada a causa de una granada, siempre iba murmurando algo para sus adentros. La gente que se lo encontraba, solían ser personas mayores, quienes le preguntaban:  "¿que haces aquí, que buscas.?". El respondía con una sonrisa macabra y les murmuraba algo, que nadie conseguía entender.
Aquel espíritu vivia en una vieja casa en la colina, hecha de madera. Nadie se atrevía a ir hasta allí, las personas que habían ido, se volvían locas,  y decian cosas inexplicables.
La casa era vieja y la madera cirujia a cada paso, por fuera parecia abandonada pero al entrar te encontrabas una casa cuidada , como si alguien la cuidara o  viviese allí.

¿Sabeis quien vivia en aquella casa?... yo.

Al volver de la guerra, el 31 de octubre de 1951, vine a rencontrarme con mis familiares y amigos, pero lo que me encontré fue un pueblo derruido por la guerra, casas  derrivadas y cuerpos sin vida repartidos entre los escombros, sin creerme lo que había pasado me refugie en una cabaña en la colina. Aquella cabaña llevaba abandonada años pero no me importó.

Esa misma noche, pasó algo inexplicable; por mi ventana puede ver que el pueblo se llenó de luces y voces, al principio pensé estar loco, pero las luces no se Iban. Sin pensarmelo baje corriendo al pueblo. No sabía que esperar pero lo que me encontré allí fue incomprensible, un pueblo entero de fiesta, celebrando la noche de los muertos. Todos vestidos con trajes aterradores y calabazas que iluminaban toda la calle. Intente hablar con la gente, pero no me escuchaba, era como si no me vieran.
A las doce, empezaron las historias, cuentos que contaban los mas mayores sobre espiritus y fantasmas, me senté allí a escuchar lo que decian. Entonces el anciano levantó la cabeza y me miró directamente a los ojos,  su cara se quedó blanca y empezó a gritar,. "un espiríritu, un espíritu!". Mire en todas direcciones, y no vi a que se referia, hasta que me di cuenta de que me señalaba a mi. ¿A caso estoy muerto?.

De repente el pueblo entero desapareció y vi que me encontraba, sentado entre los escombros con cuerpos sin vida a mi alrededor,  la misma imagen que vi al llegar. Sali corriendo de allí, traumatizado por lo que acababa de ver.

Desde ese día en la noche de los muertos, el pueblo renacia y la gente caminaba por sus calles, las luces aparecian y el pueblo entero volvía a vivir, y despues de la última historia desaparecían hasta la siguiente noche de los muertos.

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