"Iris, necesito un favor".
"¿Sí, Barr?"
Se había deslizado a la habitación donde ella estaba sentada con Eddie, derramando tanta información como pudieron que podría ayudar a irrumpir en Iron Heights, oficialmente el equipo de investigación en este momento.
"¿Qué es?"
Sus ojos sostuvieron los de ella. "¿Cuáles son las posibilidades de que puedas ponerme en la pantalla con el Canal 52 para las noticias de esta mañana?"
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Tenían un plan. Tenían un equipo. Podrían hacer esto.
Tuvieron que. La alternativa era demasiado para contemplar.
Tardaron una hora en prepararse. Iris estaba en Picture News haciendo llamadas telefónicas rápidas. Shawna y James tenían cosas que recoger de la casa de Hartley y James, algunas herramientas, Mick estaba "recogiendo" el camión que necesitarían.
"¿Estás aguantando bien?" le preguntó al fantasma de Lisa. Solo Lisa, de verdad. Estaba revisando planos de Iron Heights en la pantalla grande, devorando cada detalle, flotando a treinta centímetros del suelo. Cuando ella lo miró, su cabello se deslizó sobre su hombro y se extendió en abanico detrás de ella, etéreo.
"Mejor que nunca." Su sonrisa era gélida.
"Sabes, no tienes que hacer esto".
Casi retrocedió ante la intensidad de su mirada. "Él es mi hermano. No es una pregunta ".
"Todavía estás herido".
"Los bocadillos son resistentes".
Tragó y asintió con la cabeza. "Bien." Caitlin había llamado a Ronnie, pero no había forma de que Firestorm pudiera llegar a tiempo a Central desde Pittsburg, incluso con superpoderes. Él era el respaldo y el guardia del laboratorio, cada vez que llegaba. Lo que significaba que iban a hacerlo solos, Barry y los Pícaros. La ayuda de Lisa fue invaluable para que este plan funcionara. Él lo sabía.
También sabía que Len odiaría que le pasara algo más.
La corteza estaba llena de actividad cuando Barry captó la mirada de Cisco para indicarle su propia salida. "Voy a tomar un cinco. Volveré pronto en caso de que Iris llame para hablar de la noticia ".
Y luego se fue, la necesidad de correr llenó sus venas.
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Mantuvieron a Len en su celda y despierto por lo que él pensó que debió haber sido toda la tarde y noche después de su conversación con Elias.
En ese momento, se sintió enfermo de hambre y perdió la adrenalina de estar tan nervioso en ese laboratorio. Sus niveles de energía y estado de ánimo se derrumbaron con fuerza, las luces encendidas y parpadeando aún, demasiado brillante, sin idea de qué hora del día era, pero su reloj interno le decía que era tarde.
No quería hablar con Hartley. No tenía nada que decir. Tampoco lo dejaron dormir, alguien que se acercaba para hacer sonar una porra en las puertas o gritarle a él oa Hartley que se despertaran cuando lo intentaban, sin duda un poco antes de hacer ruido para mantenerlos despiertos. Llegaría a ese punto, si las cosas seguían así.
Su garganta nunca se había sentido tan seca, sus labios tampoco. Debe estar más de veinticuatro horas sin agua, tal vez más.
Su dolor de cabeza venía en oleadas, casi como una resaca, palpitante.
Esperaba contra toda esperanza que Barry lo salvara pronto, odiándose un poco a sí mismo por permitir que ese sentimiento se arraigara dentro de él, por reconocerlo ahora.
