𝑷𝒓𝒐𝒇𝒆𝒔í𝒂 || (+18🔥) [ᴍᴀᴛᴛʜᴇᴏ ʀɪᴅᴅʟᴇ]

Capítulo 25: Carta

Corrimos por pasillos fríos y oscuros, parecía que íbamos en círculos, regresábamos al mismo lugar sin salida

— ¿Soy yo, o ya pasamos por aquí? — murmuró Michelle jugando con uno de sus oscuros mechones de cabello

— Shh, cállate— le Susurré

— No deben está muy lejos, el hechizo que usé los debe mantener aquí—de escuchaban voces acercándose

— Puede que no haya funcionado, nunca te salen bien — bufó Skeeter

-— Solo cree en mí una vez. quieres? - le dijo mi padre, segundos antes de que sin darme cuenta bote un jarrón al suelo y se estrelló

"escuché algo" alarmó Skeeter

—Mierda, Jason— me pegó en el hombro la chica pelinegra

— lo siento, lo siento— repetí apenado - Escóndete - le Susurré

—¿dónde está tu arma? — pregunté

—Creo que se me cayó — dijo buscándola por todas partes

—no importa tranquila, solo has silencio, todo estará bien—le dejé un cálido beso en sus labios y me posicioné, tenía que protegerla a toda costa, esta vez no rompería la promesa.

— Por allá — dijeron al unísono acercándose, no podía dejar que la vieran, o peor que la lastimaran, los pasos eran cada vez más cercanos

— ¡Estoy aquí! — grité saliendo del escondite para que no encontrarán a Michelle

— qué casualidad, matarás a tu hijo Frederick— se dirigió a mi padre no muy sorprendida

— te entregas?, eso no es digno de un Carrow — mostró "decepción". —no hagas esto más difícil Jason — no se notaba preocupado, parecía que esperaba este momento.

—Sabía que eras malo, pero no al punto de llegar a matar a tu propio primogénito—mantuve las lágrimas dentro de mis ojos y una mirada fija en él. Aun recordaba algunos buenos momentos que tuvimos juntos...

— Las personas pueden sorprenderte Jason —se puso unos guantes de terciopelo

— Skeeter, pásame la pistola— Skeeter obedeció y se la entrego en las manos, claramente usaba los guantes para no tener sus huellas en el arma

— Así lo harás?, Eres tan cobarde que tienes que hacerlo desde lejos — bufé, mientras el apuntaba en arma al centro de mi cabeza, listo para disparar

— Vamos Frederick, no vaciles, sabes lo peligroso que es — dijo Skeeter animándolo, se notaba ahora un poco más nervioso Y sudoroso que al principio

—Basta, ¡por favor!, Déjenlo en paz—la pelinegra había salido de su escondite y parándose frente a mi

— Que haces Michelle, que mierda, ¡vete! — le grité intentando empujarla

— Hugh!, Michelle, cariño — gruñó Skeeter dándole una mirada de decepción

— ¿Qué haces?, Estás con nosotros, deja de hacer este espectáculo Haywood— murmuró mi padre dándole una mirada asesina

— Ustedes me engañaron, ellos son mis amigos — Bajo su mirada con sus ojos un poco cristalizados y lágrimas amenazando con salir

"Qué?, ¿Tus amigos?, Ellos no te quieren, no les importas, para ellos solo eres una basura traicionera" río mi padre

— ¡No es verdad, no la escuches! — intenté convencerla, lo que decían no era verdad

— ¡Eres repugnante, un fenómeno! — escupió Skeeter