Episodio 4

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El moreno decidió darles privacidad, él vió como Adrien reaccionó cuando su madre revivio de la muerte dormida y a pesar de la diferencia de edad que tenían, ambos mostraron la misma expresión, el mismo comportamiento y los mismos sentimientos.
Sonrió y salió.

Decidió esperar afuera de la oficina, estaba mirando su teléfono cuando escucho el elevador sonar, alzó su mirada y al ver a persona acabada de llegar quiso esconderse pero no encontró donde así que decidió hacer como que no la había visto, y siguió mirando su móvil.
-Alya: ¡Nino, hola!- saludo de manera alegre.
-Nino: Eh, ho-hola Alya- respondió de manera nerviosa, a pesar de que habían pasado dos años de que finalizaron ambos quedaron como amigos pero a Nino le costaba aceptarlo.

El de lentes se fue por un año entero a Italia con su amiga Lila a olvidar la ruptura y cuando volvió y la vió, se dió cuenta de que eso no funcionó y prefirió evitar cada conversación larga con ella.
-Alya: Casi no tienes tiempo de hablar cuando nos vemos, ¿quieres ir a tomar un café uno de estos días?- amigable.
-Nino: Yo... No creo que se pueda Alya, ayudo a Adrien a organizar su boda y estoy trabajando, quizás algún día pueda- se levanta y guarda su teléfono- Señorita Lonso, si Adrien pregunta por mí dígale que estoy en la oficina de diseño, ahí probará su traje.
-Srita. Lonso: Sí señor.

Adrien no dejaba de abrazar a su madre quería tenerla un poco más de tiempo.
-Adrien: Madre, ¿ya te dije lo mucho que te quiero- la abraza de nuevo.
-Émilie: Adrien, lo haz hecho unas últimas 37 veces- ríe y le da un beso en la frente- Y yo te adoro hijo.
-Adrien: ¿Y cómo está papá, sigue siendo frío como siempre?- pregunta olvidando que venía de otro tiempo.
-Émilie: ¿Cómo qué frío como siempre?- pregunta confusa- Tu padre nunca fue frío... ¿O sí?
-Adrien: No, claro que no- miente.
-Émilie: Estas mintiendo- le toca la nariz- sé cuando alguien miente- cruza sus piernas- ¿Y dime de qué tiempo vienes?
El ojiesmeralda se sorprendió al oír lo dicho por su madre realmente era una detective, ojalá fuera como ella hubiera conocido la identidad de su lady.
-Adrien: Agh- suspira- de 9 años atrás y estoy completamente pérdido.
-Émilie: No te preocupes, me tienes a mí- le acaricia la mejilla- Esto fue como un deja vu, suelo tenerlos todo el tiempo.
-Adrien: Me sucede lo mismo... Madre y ¿cómo están Nathalie y el guardaespaldas?

La mujer se levanto de inmediato y le dió la espalda a su hijo, responder eso a un adolescente (en su tiempo) sería algo duro.
-Adrien: ¿Mamá, qué sucede?
-Émilie: Verás... Ellos... Ellos...- lo mira a los ojos- fallecieron.
-Adrien: ¿Q-qué?- preguntó con un nudo en la garganta, había agarrado cariño a esos dos empleados sobre todo a su guardaespaldas que era el que lo comprendía y lo cuidaba... Gracias a Nathalie, pudo ir a la escuela y ahora ellos... Simplemente ¿ya no están? Eso no evitó que sus lágrimas salieran.- ¿P-pero qué pasó?
-Émilie: No puedo decirtelo, nadie debe- lo toma de la mano- Es algo que tu deberás descubrir cuando lo vivas.
-Adrien: Pero no quiero vivirlo- la mira con los ojos llorosos- Ellos fueron los que me cuidaron cuando mi papá me hacia a un lado, me controlaba como su títere, ellos fueron los únicos que me escuchaban y a pesar de que el guardaespaldas no era muy hablador él, él me cuidaba.
-Émilie: Lo siento mucho Adrien- lo abraza y le da un beso- Yo tengo trabajo que hacer, te agradecería que me dejarás sola.

El rubio la miró, sintió una punzada en el corazón ella se estaba comportando como su padre; creyó que su madre sería diferente.
-Émilie: Lo siento pero estoy ocupada
-Adrien: No te preocupes- dice de manera seca mientras limpia sus lágrimas- Ya estoy acostumbrado a eso- Sale de la oficina y su madre volte a verlo.
-Émilie: Adrien...- susurra con su mano alzada.

El chico se quedó en la puerta y suspiro antes de ir a buscar a su amigo, se limpió las lágrimas y caminó hacia la secretaria.
-Adrien: Disculpe, ¿no ha visto a mi amigo Nino?
-Srita. Lonzo: Sí, el le espera en la oficina de diseño- escribiendo en la computadora.
-Adrien: ¿Me índica dónde queda?

El amigo de Adrien estaba en la oficina de diseño sentado esperandolo, recordaba la escena donde se vió con su ahora amor platónico.
-Nino: Tonta, que acaso ve que la amo- juega con su celular.
-Adrien: ¿Qué sucedió Nino?
-Nino: Nada, me encontré con Alya allá afuera es todo.- se levanta- Espera a Marinette aquí, te traera el traje para que te lo pruebes, yo... iré a ver, digo buscar un poco de café- sale, quería ver si había química entre esos dos si los dejaba a solas y quería ver a Alya aunque de lejitos.
-Adrien: ¿Marinette?- Seguro sigue siendo una chica dulce de olor agradable, muy amable y pequeña con su típica torpeza encantadora. Su imaginación se hechaba a volar de vez en cuando con esa azabache, tanto que no le hubiese sorprendido que Marinette estuviera en el lugar de Rose si no era con su lady.
Ahora que se ponía a analizar, le entraba la duda del ¿por qué rechazó a Marinette? ¿Habrá sido por que en ese entonces Ladybug seguía en su corazón?
-Marinette: Hola Adrien- Saludó la azabache con una sonrisa. El corazón del rubio comenzó a latir, si que habían chicas lindas trabajando con él; ¡pero no! el venía a ver a Marinette, como diseñadora, como diseñadora ¡claro!
-Adrien: Hola ¿dónde está Marinette?
-Marinette: Jajaja ¿otra vez gastando bromas? Yo soy Marinette Dupain Cheng, tú diseñadora.- se acerca a su cara.
-Adrien: ¿M-mi diseñadora?- nervioso por lo cerca que estaba la ahora grande y segura Marinette.
-Marinette: Sí, claro- se aleja- Tú eres mi modelo, solo que en esta ocasión te probaras un vestuario para tu boda.- comenta alegre mientras caminaba por el traje.
-Adrien: Marinette.- un poco nervioso y serio.
-Marinette: ¿Si?- lo mira.
-Adrien: ¿Por qué te rechace?

La azabache, tiro el traje al suelo ese día era el que menos quería recordar y el autor de su dolor era él.

Si pudiera cambiar el futuro 🔮...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora