Compañero Protector ( Libro 3)

Capítulo 7

Singto odiaba ir de compras, con O mayúscula, pero tenía que admitir que era mucho mejor hacer la temida tarea con Krist y Samy antes que solo. Samy se sentó en la parte delantera del carro y charlaba con ella mientras Singto la empujaba y Krist consultaba la lista de la compra que le había dado. Samy constantemente señalaba las cosas que quería de los estantes y de vez en cuando Singto furtivamente lo añadía al carro, cuando Krist no estaba mirando, para deleite de Samy.

Singto tenía una sensación de inquietud desde que había dejado la casa esta mañana. La parte de atrás de su cuello le hacía cosquillas como sintiendo que alguien lo miraba, pero había sido incapaz de ver a alguien sospechoso. No quería alarmar a Krist, sin embargo, después de todo lo que había pasado, se merecía un descanso.

Se dio la vuelta cuando sintió como unas dagas mirándolo, y acabó por coger a alguien espiando al final del pasillo. No estaba seguro de si esa persona era simplemente otra compradora. Singto no iba a correr ese riesgo dejando salir a Krist y Samy solos, pensó hablar con Bright cuando su hermano llegara a casa del trabajo esa tarde.

Finalmente terminaron y cargaron su compra en la parte trasera del coche de Krist, cuando lo sintió de nuevo. Mirando alrededor se dio cuenta de una pareja de unos cincuenta años conduciendo por la calle, mirándolo a él y no a la carretera. Salieron a toda velocidad antes de tener la oportunidad de preguntar a Krist si sabía quiénes eran. A Singto no le gustaban para nada. Tenía la sensación de saber exactamente quién era esa pareja. Tenía que pedir a Krist que se los describiese.

Una vez que estaban en casa y la tienda estaba lejos, preguntaron por Gulf. Hoy había sido uno de los raros sábados que Mew libraba y Singto estaba agradecido porque no podía dejar de pensar en Mew enfermo de preocupación, si hubiera tenido que ir a trabajar mientras su compañero estaba enfermo.

Mew les informó que Gulf estaba en la cama y descansando. Tenía náuseas y problemas para mantener cualquier cosa en el estómago de las que Mew le daba y le había dicho que tratara de dormir un poco. Singto podía oír la preocupación en la voz de su hermano. Esperaba que se solucionara pronto y que Gulf volviera a estar bien de nuevo.

El asunto una vez más fue tranquilo. Bright fue a casa para echar un vistazo y tomar un bocado antes de volver al trabajo. Singto no tuvo la oportunidad de hablar con él sobre sus sospechas respecto a los Stewart, así que esperaba poder aguantarse hasta la noche cuando terminase el trabajo.

Una vez que hizo a Samy dormir la siesta, Singto entró en la sala donde Saint y Win estaban frente a la televisión viendo el partido de fútbol.

—Hola chicos. —dijo Singto entrando, tirando de Krist por detrás.

—Hey, ¿qué pasa?

—No mucho, ¿os importaría echar un vistazo a Samy? Se acaba de echar la siesta, con suerte, estará dormida durante un par de horas. Solo quería llevar a Krist a correr, no ha tenido la oportunidad de hacerlo en mucho tiempo.

Singto podía sentir la anticipación rodando por Krist, mientras esperaban la confirmación de sus hermanos.

—Sí, no te preocupes. Samy es un angelito, por lo que no creo que haya ningún problema si se despierta. Solo tened cuidado ya que es de día. No queremos que nadie os vea. —Respondió Saint.

—Gracias, hermano pequeño. No te preocupes, tendremos cuidado. —Krist estaba prácticamente vibrando de pie junto a él.

—Gracias, gracias, gracias. —Le dijo Krist con entusiasmo a su lado. Singto solo podía imaginar lo que Krist estaba sintiendo en ese momento. Su lobo tenía que estar cerca de la superficie, sabiendo que podía tener la oportunidad de correr muy pronto.