Ojitos.[RAUW ALEJANDRO]

Capítulo 38.✅

—Buenos días,preciosa.—dejó un sonoro beso en mi mejilla.—¿Por qué me dejaste solito tan pronto?,la cama se sentía vacía.—sonreí brevemente.—¿Qué preparaste?,ay que buena pinta,maldita.—relamió sus labios.—Y el desayuno también.

—Keko,acabas de despertarte,no puedes abordarme con tanta energía porque yo antes de las doce soy todo mal genio y ganas de asesinar a par de gentes.

—Ya me bañé.—se quedó mirándome.—Lo dije para que te sientas mal,me tuve que bañar sin ti.

—Bueno,llevas algunos años haciéndolo,¿qué debo hacer,disculparme por no despertarte?.

—Lo hacía antes porque todavía no tenía una Letty con quien bañarme pero mira como dió vuelta la tortilla que ahora si.—me guiñó un ojo.—Te has perdido un ardiente masaje mañanero.

—Mmm...podré soportarlo—respondí mientras agarraba mi bandeja para llevarla a la terraza,nos sentamos en las sillas dispuestas una frente a la otra para hacer más sencilla la comunicación.

—Dejá,hago un boomerang.—me eché hacia atrás y aparté las manos para que no se vieran.—Euuu,mamacita.—le dediqué una mirada coqueta.—Mi vídeo favorito a partir de hoy.

Me entregó el teléfono con total tranquilidad,igual no sé porqué me sorprendía porque no tenía nada que esconderme.Sonreí al verme,los rayos del sol hacía que me viera como un auténtico ángel,ni filtros necesitaba.

—¿Lo puedo subir?.

—Obvio si.—respondí tranquilamente.—¿Me acompañarás al estudio?.

—Sí.

—Genial,hoy grabaremos "Esquina".

—¿Como suena esa pista?.

Agarré mi teléfono y abrí la conversación con Yankee,comenzó a deslizar hasta llegar al audio que me envió el día que le indiqué.

—Que fiera,te montas en unos beats agresivos.—chocamos los cinco.—Ya quiero escucharlos grabando eso.

—De momento,termina de desayunar.

Narra Rauw.

—Yo no quiero decir que estés siendo muy obvio con lo que acabas de grabar.—Francis suspiró.

—Yo sí.—respondió Margot.—No creo que Rosalía te inspire a escribir algo tan lindo,"tus ojos color café", color mala vibra tienen.

—¿Ese color como se ve?.

—Quisiera una camiseta de ese color.—comentó Bryan entrando a la sala.

—Ustedes saben que no es Rosalía porque están pendientes de Rauwlett,como le dicen por ahí.

—Bueno,no chinguen bajo el mismo techo en el que estemos,encima que nos traumatizan se anda quejando.—reclamó.

—Yo creo que es una canción linda.—habló Gissi.

—¿Y tú qué haces aquí?.—preguntó la pelinegra molesta.

—Vine a hablar con Bryan.

—¿Y él sabe?.—quise saber yo.

—No,obvio se iba a quedar en casa si le decía que venía.

—Pregúntenle a Gisell que si sabía que no tenía ganas de verla,¿pa' que vino?.

—Bryan quiere saber porque vin...—no podía ser verdad que estuviera pasando esto.

—Díganle que porque estoy harta de tener que ir detrás tratando de hablar con él y qué siempre me evite.